Capítulo dos: Un sobre para la bonita.

645 77 3
                                    

02

F r e e n   C h a n k i m h a

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

F r e e n   C h a n k i m h a

Me estreso. Mi día había empezado jodidamente mal.

Para empezar, el despertador suena por tercera vez y lo apago.

Me duermo y al despertarme de nuevo ya no tengo ganas de apurarme para poder llegar a mi primera clase, así que decido no asistir y me tomo mi tiempo para hacer una rutina productiva.

Mi rutina mañanera perfecta, mirar mis redes sociales y contestar mensajes, hacer un poco de ejercicio, tomar una ducha y hacerme un delicioso desayuno.

Pero esto último no puedo, ya que no se podía hacer un café con leche, sin leche.

Y tampoco es como que pueda hacerme un café sin café.

Me quejo y opto por un triste té de manzanilla, que, al menos, estaba acompañado de unas deliciosas galletas con chispas de chocolate.

En cuánto me doy cuenta ya faltaba menos de media hora para mi clase de historia económica II, así que voy corriendo hasta la puerta de mi departamento y, oh sorpresa, el ascensor no funciona.

Bajo por las escaleras y me percato de que no me había puesto perfume, pero es demasiado tarde para volver a mi departamento e implica tener que subir las escaleras.

No quiero subir las escaleras y sudar más.

Por el simple hecho de no ponerme mi perfume ya se había arruinado mi día.

Subo a mi moto e inmediatamente una llovizna empieza a caer. Peor, se hace más intensa.

Puta madre.

Llego a la universidad luciendo como si me hubiese sumergido en una piscina.

Quiero pegarle unos golpes a la pared.

Agradezco un poco a la suerte que tengo de que aún faltan quince minutos para que la clase empiece, así que me dirijo al baño del área de carreras económicas.

- ¿Acaso todas tienen que venir a mirarse al espejo en este momento? -susurro y algunas chicas escuchan.

Me miran mal. Pero me importa poco y las miro peor.

Corro hasta el área de derecho, lugar que estaba pegado al área de económicas.

Entonces veo que Rebecca Armstrong entraba al baño con su característica mochila rosa pastel y me siento intimidada por lo bonita que se ve.

Si, la egocéntrica y mujeriega Freen se siente intimidada ante una chica que no la conoce.

Pero es que es tan linda y luce simpática.

Entro al baño y veo su mochila en el piso.

- ¿Será momento de dejarle el sobre que tengo preparado hace unas semanas? -pienso pero luego recapacito.

Anónima © FreenBecky #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora