Capítulo 28 : Hazme un favor

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La escena estaba invadida por el caos mientras los gritos y lamentos reverberaban por todas partes, y acompañando a todo esto estaban los incesantes chasquidos del obturador de los reporteros diligentes.

"¿Están ... están bien chicos?" Mo Qiu llamó desde lejos, su tez pálida enfermiza mientras corría, ambos ojos llenos de miedo.

"Estamos bien ... uf ..." Quizás Yi Da Zhuang corrió demasiado rápido para que su cuerpo lo manejara en ese momento, o tal vez realmente fue golpeado con fuerza y ​​disgustado por lo que había sucedido, ya que de cualquier manera comenzó a agitarse en las escaleras. Sin embargo, continuó saludando a Mo Qiu, indicando que estaba bien y que no era gran cosa.

"¿Qué diablos pasó?" Preguntó Mo Qiu, mirando por las escaleras a la multitud que se estaba reuniendo lentamente de nuevo antes de dejarse caer en los escalones.

También quería entender lo que acababa de suceder.

Me di la vuelta para mirar la escena detrás de mí, solo había pasado un breve momento pero Sheng Min Ou ya había desaparecido de donde lo vi por última vez. Me puse de pie, mi mirada parpadeando de una vista a otra, hasta que finalmente encontré un rastro de su espalda desapareciendo de un rincón lejano.

"Espera aquí un segundo, yo ... voy a encargarme de algunas cosas." Dije, dejándolos apresuradamente con estas palabras antes de correr, persiguiendo a Sheng Min Ou.

Doblé la esquina y frente a mí estaba el estacionamiento de la cancha. Cuando me encontré con él, Sheng Min Ou ya se había subido a su auto y estaba a solo un segundo de pisar el acelerador.

Dudaba ser capaz de evitar que se fuera, así que sin pensarlo demasiado me arrojé frente a su auto, bloqueándole la salida. Me vio y no hizo ningún movimiento para apagar el motor del auto, pero también se abstuvo de simplemente atropellarme.

Jadeé mientras corría hacia el lado del conductor del auto, haciéndole un gesto para que bajara la ventana.

Fue solo después de un tiempo que la ventana comenzó a descender, revelando los hermosos rasgos de Sheng Min Ou.

"¿Qué deseas?"

Puse mis dedos en la ventanilla del auto y contuve el aliento cuando le pregunté: "Tú, ¿Qué hiciste exactamente?"

Levantó una ceja, como si no entendiera lo que estaba tratando de decir.

Una ola de frustración surgió en mi interior, y no estaba de humor para andar por las ramas con él, así que le pregunté inequívocamente: "La última vez en el juicio ... ¿Qué le dijiste a esa mujer?"

Su dedo índice golpeaba el volante con un ritmo impecable mientras escuchaba, como si simbolizara los niveles de su paciencia. Cada vez que golpeaba con el dedo, la cantidad de paciencia que tenía disminuía gradualmente.

"¿Que mujer?"

Mierda, si no hubiera sido testigo de su actuación irreprochable, entonces realmente lo habría creído yo mismo.

Señalé hacia la dirección de la entrada y no pude contenerme cuando el volumen de mi voz subió lentamente, "La mujer que estaba tirada en el suelo, con un vestido negro de una sola pieza, vino a la audiencia tres veces y La última vez que estuvo fumando contigo durante un aplazamiento, ¡No me digas que no puedes recordar esto!"

Me sentí enfurecido y al mismo tiempo temeroso. Sin embargo, estas emociones que sentí y el punto de ruptura en ese momento tenían poco que ver con el impactante incidente que había ocurrido antes. Si Luo Zheng Yun murió, cómo murió, cuándo murió, esto no me importó en absoluto; si realmente se haría justicia, si este mundo era justo o no, tampoco me importaba; lo único que me importaba era ... si Sheng Min Ou estaba o no involucrado en todo esto.

LA GAVIOTA VOLADORA NUNCA ATERRIZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora