LA GAVIOTA VOLADORA NUNCA ATERRIZA

Capítulo 61 : Los celos encarnados

Lo que sucedió ayer fue tan emocionante que no terminé durmiendo bien por la noche. Esta mañana, me fui directamente al apartamento de Sheng Minou para buscarlo. Esto me llevó a una evidente falta de sueño, ya que una vez que entré en contacto con su cama, fue como si estuviera pegado a ella y terminé durmiendo hasta el mediodía.

Me desperté, pedí comida para llevar y volví a dormir después de terminar mi comida. Cuando volví a abrir los ojos con lentitud, el cielo fuera de la ventana estaba completamente oscuro, ya que parecía ser alrededor de las siete u ocho en punto.

Me tomó un tiempo recuperar los sentidos nuevamente mientras yacía sobre el colchón, mirando hacia la oscuridad, cuando de repente escuché el sonido de la cerradura eléctrica, seguido por el ruido de una puerta al abrirse.

Agucé mis oídos en silencio escuchando la conmoción afuera. Primero se oyó el sonido de las llaves del auto cayendo sobre una superficie de mármol en la entrada, luego el sonido del agua corriendo llenando la bañera, hasta que finalmente unos pasos lentos que se dirigían al dormitorio ...

En el momento en que se abrió la puerta del dormitorio, cerré los ojos, fingiendo que estaba profundamente dormido.

El colchón se hundió ligeramente cuando la persona en cuestión se sentó a mi lado. Esta no era la primera vez que lo desobedecía, pero al igual que en instancias anteriores, el simple pensamiento de su reacción a mis payasadas me puso más que nervioso.

Al final, me quedé esperando un buen rato, nuestro entorno se quedó completamente en silencio mientras la persona a mi lado permanecía quieta.

Me impacienté. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de echar un vistazo, sentí una mano helada tocar mi mejilla.

No estaba seguro de si era la temperatura de mi cuerpo la que era más alta, o si era la temperatura del cuerpo de Sheng Minou la que era más baja. Sus manos en ciertos momentos siempre me daban la sensación de hielo. Cuando lo presionaba contra mí sin previo aviso, a menudo me despertaba de golpe.

No sabía si había controlado bien mis emociones o no, pero mantuve mi acto de dormir mientras permanecía en silencio.

Su pulgar trazó patrones suaves en la piel debajo de mi ojo mientras la voz de Sheng Minou sonaba débilmente en la habitación.

"Siempre te niegas a escucharme." Mientras hablaba, su mano se arrastró hacia abajo, hasta que agarró mi garganta. "¿Sabías que los niños malos que no escuchan a los demás nunca acaban gustando a la gente?"

Solo sé que los niños que no lloran nunca reciben dulces.

Sentí como si la mano que agarraba mi garganta me restringiera aún más, hasta que ya no pude mantener mi fachada de estar dormido. Abrí mis ojos mientras agarraba mis dos manos alrededor de su muñeca y le ofrecía una sonrisa tranquilizadora. -"Sin embargo, es bueno si no le gusto a nadie. Si fuera demasiado bueno para gustarle a los demás, entonces hermano, No te enojarías conmigo de nuevo?

En la penumbra, Sheng Minou solo llevaba una camisa de vestir en la parte superior del cuerpo, la tela blanca como la nieve. Los dos botones superiores de su camisa estaban desabrochados, revelando los huesos del cuello de un blanco pálido debajo. Con una de sus largas piernas dobladas mientras se acostaba de costado, con la mirada dirigida hacia mí, pensé que se parecía a la imagen dividida de un rey que estaba a punto de quedarse dormido antes de encontrar a un ladrón audaz en su cama.

Se inclinó y respondió: "¿No eres muy bueno adivinando mis pensamientos?", Mientras mantenía una distancia que no estaba ni cerca ni muy lejos. "Entonces, ¿Por qué no adivinas lo que estoy pensando ahora? ¿Hm?"