Capítulo 06: Una Pequeña Lección y Unión Familiar: Parte 03 (08-03-2024)

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Pov Nadie:

En cuanto tuvo a su esposa en su regazo, la pelirroja no perdió el tiempo y la atrajo en un beso apasionado mientras colocaba sus manos en el trasero de la peliplateada para mantenerla lo más cerca posible de su cuerpo, soltando un pequeño suspiro al sentir la frescura del cuerpo de su esposa contra el suyo más cálido debido a las actividades recientes. A otros les parecía algo raro el toque frío de Freya cuando lo mínimo que solo habían llegado a tocar de ella eran sus manos y eso era algo muy raro que sucediera puesto que a la Reina no le gustaba el contacto físico, solo lo aceptaba de su esposa, sus hijas, la Reina Aurora, Audrey, Mal y Maléfica, esta última siendo igual que ella odiando el contacto físico y teniendo un toque frío, y muy pocos cazadores de absoluta confianza; pero para Sara el tacto frío de su esposa le era completamente reconfortante y le encantaba, cuando estaban en la cama aquello solo la excitaba más y en ese momento no era la excepción.

Ahora es mi turno de complacerte, mi amor dijo con tono bajo y sensual contra los labios ya hinchados de su esposa, pasando su lengua por éstos antes de bajar a su cuello para comenzar a besarlo, morderlo y chuparlo a su entero antojo mientras acariciaba y apretaba con algo de fuerza el trasero de la mayor, la cual se movía de vez en cuando en el regazo de la menor para buscar algún tipo de fricción contra ella.

Aprovechando la diferencia de estatura por la posición en la que estaban, después de haber dejado varias marcas en el cuello de su amada, la Reina Cazadora bajó su boca a los pechos frente a ella, colocando sus manos en estos y acariciándolos suavemente mientras repartía besos húmedos en ellos, luego pasó a llevarse el pezón izquierdo a la boca para chuparlo y lamerlo a la vez que el otro lo mantenía entre sus dedos, acariciándolo y apretándolo con la presión suficiente que sabía que le gustaba a su mujer; en cuanto dejó el pezón erecto y algo húmedo le dio la misma atención al otro, disfrutando de escuchar los pequeños gemidos y suspiros que salían de los labios de su esposa.

La pelirroja quiso seguir con aquello un poco más hasta que sintió sus muslos algo resbaladizos debido a la fricción del movimiento que hacia su amada en su regazo, así que rápidamente bajó su mano derecha a la entrepierna de Freya y llevó sus dedos a la intimidad de ésta, dejando escapar un ligero suspiro de satisfacción en cuanto sintió en sus dedos la humedad que había allí; la menor se relamió el labio inferior con deseo mientras comenzaba lentamente a acariciar el clítoris necesitado de la mujer de tez más pálida, aprovechando lo mojada que estaba para que sus dedos se lubricaran lo suficiente y así la fricción fuera más placentera para la Reina de Hielo, quien comenzó a mover sus caderas contra Sara al ritmo de los dedos en su centro, sintiéndose aún más mojada si era posible que cuando estaba complaciendo más que gustosa a su amada esposa.

Lo más probable es que la Reina mayor no fuera a durar mucho y ambas lo sabían, sabían perfectamente cuanto afectaba a Freya centrarse en el placer de Sara y hacerla acabar cuantas veces ésta pidiera, pero aun así la Cazadora haría que su amada se sintiera bien después de tanto tiempo sin haber estado juntas por el miedo de Freya a que fuera a lastimar a su bebé en camino; por lo que luego de haber lubricado sus dedos medio y anular con los propios fluidos de su esposa, Sara movió su mano de tal forma que fuera cómodo para ella maniobrar y cuando estuvo lista adentró de forma lenta pero profunda los dedos en su amada, la cual al instante soltó un gemido y se acercó lo más que pudo al cuerpo de la pelirroja, rodeando los hombros de ésta con sus brazos para tener mayor estabilidad.

Sara esperó unos cuantos segundos para que Freya se acostumbrara a la intrusión después de tanto tiempo que tenían sin intimar, pero en cuanto ésta comenzó a mover sus caderas contra su mano, ella inició su labor de complacer a la otra moviendo sus dedos dentro y fuera de su intimidad, disfrutando completamente de los gemidos que provocaba en su excitada esposa, la cual poco a poco estaba siendo consumida por el deseo y el anhelo que sentía por su amada y viceversa; en otras circunstancias hubiera hecho lo posible para que su orgasmo durará más y sabía que Sara igual, pero en ese momento y después de tanto tiempo sin una liberación adecuada, para ambas era una necesidad que Freya llegase al orgasmo de la mano de su esposa, por lo que la mayor coloco su mano dominante en el cuello de su mujer, apretando ligeramente mientras su otra mano la colocaba en el antebrazo de aquella mano que la estaba volviendo loca en ese momento, Sara tomó posesión de los labios de la peliplateada, besándola con fervor mientras aumentaba el movimiento de sus dedos.

You, Me And This Love, Impossible? - Mevie *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora