“¿Sus ojos? Los que calmaban la voz de mi cabeza.🦋”
Salimos de Central Coffe y nos dirigimos hacía una tienda de la esquina. En la vidriera tenía tres vestidos preciosos que irradiaban elegancia. Los precios eran bastantes altos pero, eso no me lo impedía a la hora de darme un gusto.
Entramos con Casey a la pequeña tienda, allí dentro habían más vestidos, de diferentes colores, diseños y marcas.
—¿Éste tipo de cosas, te gustan?—Acotó Casey observando todo.
Me gustaría responder que me dejaron de gustar cuándo ya no podía disfrutarlos como antes, ahora tenía marcas que se notaban y cicatrices profundas adornaban mi piel. Debía estar usando constantemente una chaqueta encima para tapar todo lo que mi piel gritaba.
—Son bonitas, sí. —Me limité a decir. Ella quiso decir algo pero una mujer rubia, demasiado bien vestida nos atendió.
—¿Cómo puedo ayudarles?—Preguntó con una gran sonrisa.
—Buscaba un vestido... —Intenté terminar la frase pero mi acompañante me interrumpió. Dejándome con las palabras en la boca.
—Un vestido rojo sensual—Explicó.
La vendedora nos lanzó una mirada cómplice y salió detrás del mostrador. Los zapatos resonaban con cada pisaba, se acercó hacia nosotros y, como si fuese una vieja amiga de toda la vida, nos agarró del brazo y fuimos llevadas a otra sala.
Ésta habitación se diferenciaba de la anterior por su gran armario, miles y miles de bolsas con la marca de la tienda adornaban los estantes. Por debajo, se lucían unos vestidos para todos los gustos.
Me acerqué a los primeros que estaban colgados, paseé mis dedos tocando la tela de cada uno.
—Las dejaré aquí para que elijan uno, hoy hay descuento en dos por uno. —Cass y yo nos ojeamos sorprendidas, no podía tener tanta suerte. —Los vestidores están a la izquierda, pueden probarse los que deseen, mientras haré algunos trabajos.
—Es usted muy amable...—La señora pareció notar que había olvidado presentarse.
—Soy Lisa Parker, un placer señoritas.
Sin más que agregar, se retiró de la sala dejándonos a solas. Nuevamente volví a mirar a Casey y comenzamos a saltar felices. Nos entendimos con solo un par de miradas.
—¡Pruebatelos todos!—Dijo husmeando unos zapatos.
—Anda Cass, tu también lo harás—Afirmé, ella se negó pero me consideraba una persona muy insistente.
Ella terminó por rodar los ojos y aceptar mí humilde pedido.
—¡Día de chicas!
Comenzamos a probarnos todos los vestidos elegantes que había en la tienda, cada uno de ellos tenía su toque y nos hacían lucir el cuerpo. Mientras nos pasamos la tarde decidiendo que llevar, al final opté por un vestido rojo corto y otro blanco. Cass no quiso llevarse nada.
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El Peso del Amor [1] © (Pausada)
Teen Fiction«...Tienes que dejar de aguantar lo que te lastima...» ▫️▪️▫️▪️◾▪️▫️◾▫️ Esa sensación de terminar con todo lo que te daña me carcomía lentamente la cabeza. La voz de mi interior no me la ponía fácil y cada vez era más fuerte, intensa; simplemente no...