“Dicen que los ojos son el reflejo del alma. Entonces, ¿Por qué nadie ve que me estoy ahogando?🦋”
El despertador comenzó a sonar y una punzada en mí costilla me hizo levantarme con rapidez. Luke ya no estaba a mí lado, la cama se hallaba vacía y fría, sin la calidez que una vez tuvo.
Suspiré y sentí que un camión grande había pasado por encima de mí, la piel de mis piernas dolían con tanta intensidad.
Una mueca se plantó en mi rostro al momento de salir de la cama. Tenía bastantes cosas que hacer y una mente que mantener ocupada durante el día. Hoy era Navidad, el día en que la familia se reunía a celebrar y compartir un momento.
Mí familia vendría a nuestro departamento y debía encargarme de dejarlo en buen estado. Había que decorar y comprar algunas cosas que hacían falta para la noche. Cocinar unos buenos platos y prepararme mentalmente para verlos de nuevo. Hace tanto tiempo no los veía.
Familia. Un concepto bastante importante, un eslabón de una gran cadena. Una palabra que refleja apoyo, amor, cariño, entre otras muchas más. Sin embargo, la familia a veces no es lo que se muestra. En gran parte me fuí de casa porque no soportaba vivir bajo el mismo techo que aquellas personas.
Las amaba sí pero, todos mis recuerdos eran tortuosos y dolorosos, se supone que el amor familiar no debe doler. A mi me lastimaba.
Luke fue de mucha ayuda a la hora de salir de ahí, él me entregó el amor que tanto necesité y nadie se dió cuenta de ello. Aunque eso también era otro recuerdo.
Me paré frente al espejo, lo que reflejaba no era más que una apariencia que no era mía. Reparé el vestido con el que dormí y mis ojos no pudieron evitar llenarse de lágrimas, llena de impotencia lo arranqué destrozando la tela en segundos.
No podía soportar ver eso que tanto dañó mi ser. No quería recordar más al conductor pero, su respiración se mantenía en mi oído. Llenándome de repulsión, no estaba acá y aún así sentía que me apresaba.
Aún sintiendo que el dolor se expandia salté sobre el vestido roto, pisando cada recuerdo que dañaba. A Luke golpeándome, utilizando su cinturón para marcar mi cuerpo, insultandome, diciéndome te amo. ¿De verdad me amaba?, ¿El amor a veces era así?, ¿Había que pasar por el dolor para amar?
Hecha un asco me escabullí bajo la ducha; dejé caer el agua fría sobre mi piel, intentando apasiguar lo que me comía internamente, eso que tanto quemaba. Me sentía sola, no tenía a quien más confiarle lo que me había pasado, incluso Luke me hizo sentir que exageré la situación.
Nadie veía que necesitaba ayuda, que mí ser cada día estaba más quebrantado y mis ojos vacíos.
Tallé todo mí cuerpo con fiereza, sacando todo lo que me recordaba a la noche anterior. Por más que intentaba, él se mantenía presente en mí cabeza.
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El Peso del Amor [1] © (Pausada)
Ficção Adolescente«...Tienes que dejar de aguantar lo que te lastima...» ▫️▪️▫️▪️◾▪️▫️◾▫️ Esa sensación de terminar con todo lo que te daña me carcomía lentamente la cabeza. La voz de mi interior no me la ponía fácil y cada vez era más fuerte, intensa; simplemente no...