Chocolate caliente

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[Tanjiro][12/1/22]

Es solo el primer día y ya estoy asquerosamente cansado. Antes no me molestaba del todo que los profesores me vieran como algún tipo de robot pero, si empiezan a compararme con el chico que amo, no puedo evitar sentir algo de inquietud al respecto.

Tener que confrontar a ese profesor en frente de todo ese salón completo de octavo... Fue realmente fatigador, siento que solo podría ir a casa a dormir una semana completa. Normalmente no soy así, pero llevo pensando en eso todo el día.

Y ahora tengo que hacer este maldito papeleo por ser comité de convivencia... ¿Y si hubiera conseguido un trabajo de medio tiempo para ahorrar en vez de hacer todo esto?

De repente, un chico bonito de pelo largo que conozco entró al salón, donde nos encontrábamos yo, Inosuke y Zenitsu. Ellos peleando igual que siempre.

— ¡Muichiro! — me paré de mi asiento y rodeé toda la mesa para poder acercarme a él. Él me sonrió y, ahora mismo creo que solo necesitaba eso para curarme.

— Tanjiro, ¿vas a tardar mucho? — dijo, poniéndome su bufanda y dando dos pasos atrás para quedar fuera del salón. "Hace frío."

— Diría que no... Pero creo que si. Nos pusieron a hacer eso a último minuto. — estuve a punto de sugerir que se fuera ya, pero él interrumpió.

— Puedo agarrar una silla y adelantar unas portadas, si no les molesta. — miró a Zenitsu e Inosuke. Los dos asintieron dando palabras de afirmación aletargadas. No estaban realmente escuchando y no les importaba, su debate llamado "¿Son las uvas verdes más deliciosas que las uvas moradas?" era mucho más relevante.

De repente, pareció que Zenitsu tuvo un momento de lucidez y empatía repentina.

— Oh, Tanjiro, no te preocupes. Nosotros nos encargamos de esto, ni siquiera es tanto. — pronunció, poniéndose seriamente serio por una vez en su vida. Inosuke, sorprendentemente, estuvo de acuerdo.

— Ustedes nunca habían hecho algo así por mí, gracias, chicos. Váyanse antes de que anochezca, y si- —

— ¿"Y si algo ya saben que puedo hacerlo temprano mañana"? Tanjiro, te preocupas demasiado. Te ves exhausto, confía en nosotros. —

— Está bien, está bien. – agarré mi mochila que se encontraba a un lado mío. – Adiós, gracias. —

— ¡Espera, Tanjiro! ¿Uvas verdes o moradas? —

— No me gusta ningún tipo de uva, resuelvan entre ustedes. — antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo, salí y cerré la puerta conmigo.

Miré a Muichiro, que no paraba de observarme con una expresión de gato curioso. Estaba seguro de que quería algo.

— ¿Mui? Ehm... ¿Quieres quedarte a dormir en mi casa? — adiviné algo al azar. Extrañamente, le atiné. Él asintió y tomó mi mano.

Mientras caminábamos, hacía un frío muy difícil de lidiar. Muichiro usó su cabello largo para proteger su garganta y, gracias a Dios me había prestado su bufanda. Noté que muchas tiendas estaban cerradas.

Cuando llegamos a mi casa, no había nadie. Mis hermanos estaban en sus respectivas actividades, practican muchas cosas y tienen mucha energía, o simplemente se quedan a jugar en otras casas. Y mi mamá los acompañaba, ella siempre está corriendo por todo el pueblo. Y mi papá trabaja hasta tarde.

Me quité los zapatos y la bufanda. Sentí su mirada fulminarme en la nuca.

— Mui, ¿quieres que tomemos un baño? – pausé, analizando si lo siguiente que dijera fuera apropiado. Llegué a la conclusión de que no lo sabría nunca si no lo probaba. – ... Juntos. —

Rosas. [MuiTan/TanMui] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora