La Heredera Baratheon

6. Su compañía

Una sola palabra, una solamente, basto para sacar más de mil lágrimas fuera de mis ojos. La palabra no fue lo importante, si no quien la dijo.

—Bran...

Mis ojos no me engañaban, y era perfectamente capaz de saber que no era otro sueño. Bran estaba junto a mi despierto, mirándome y vivo. Casi no podía respirar por el llanto, solo eran lágrimas no estaba haciendo ningún sonido pero aun así no podía.

—Mi princesa ¿por que llora?—me dijo con su voz dulce.

No le pude responder, solo me abalancé sobre el para Abrazarlo fuertemente. Talvez en ese momento lo estaba dejando sin respiración, pero yo era tan feliz.

—Bran estas bien, estas despierto— le dije aún llorando.

Senti como él también me abrazaba dulcemente, aunque estoy segura de que no entendía nada de lo que pasaba.

—que sucedió?

En esos momentos dude, sabía que no hacía lo correcto pero por alguna razón no me salía acusar a mi madre. Menos sin pruebas.

—resvalaste de la torre...

Bran intento levantarse pero no pudo, lamentablemente sus piernas se habían arruinado por la caída. Eso era algo que ya había suponido pero ahora que lo veía estaba segura.

—que les pasa a mis piernas?

—se abran dañado por la caída...lo siento Bran.

Maryd entro al cuarto con una jarra de agua que se cayó al suelo al ver a Bran despierto. Bran abrió los ojos como naranjas y tiro su cabeza para atrás de susto, a mi también me tomó por sorpresa y agarre suavemente su mano.

—lo siento mi princesa, que torpe soy...ahora ya no podrá tomar el agua, lo siento.

—esta bien Maryd tranquila, solo fue un accidente, no pasa nada.

Maryd levantó la jarra y limpio el piso con su vestido, algo que me pareció completamente inesesario.

—iré a avisarles a Lord Stark que Brandon despertó.

Se levantó y salió de la habitación con rapidez, mientras su vestido dejaba gotas en el piso.
Bran miro mi mano que agarraba la suya fuertemente y sonrió levemente.

—Cuanto estuve dormido?

—varias semanas, perdí la cuenta lo siento.

—semanas? Osea que tu familia...

—estará llegando a Kingslanding? Si

—y tu que haces aquí?

Tome aire suavemente y me preparé para confesar la verdad. Parecía que Bran no tenía muchos recuerdos de lo que pasó.

—fue mi culpa que resbalaras, lo lamento tanto.

Me miró con compasion y ternura, sus ojos brillaban y sus mejillas estaban rojas por el calor del fuego cercano.

—no tienes que disculparte, no lo hiciste apropósito.

Sus palabras me devolvieron todo esperanza que alguna vez di por muerta. Lo volví a abrazar, su cuerpo estaba cálido y lleno de vida, eso me llena a de alegría.

Apesar de que Bran había despertado las cosas no mejoraron por completo, no podía levantarse de la cama por lo que la mayor parte del tiempo estaba allí acostado. Además cada vez que se dormía despertaba gritando, asustado, enojado o aveces llorando, yo lo intentaba consolar pero sus sueños empeoraban y los míos también.