2. Winterfell

408 24 0
                                    

Como nací siendo princesa mi madre siempre decía que me casaría con un Lord poderoso o con un príncipe, talvez si tenia suerte con un rey.
Pero apesar de eso nunca me había puesto a pensar en el amor. Hasta que vi a Bran, con su cabello negro, ojos oscuros y profundos, con esa sonrisa encantadora. Era como un pequeño lobo.
Claro que intente disimularlo, mi madre siempre me decia "tu futuro esta grabado en oro" por lo que una princesa como yo no podía enamorarse de cualquier.

-princesa desea acompañarme? quisiera mostrarle algo-dijo con voz tierna.

Bran me llevo a ver una parte de Winterfell, una torre que pertenecía al castillo.

-aquí princesa, mire esto sirve para escalar- Bran mostraba entusiasmo.

Maryd me miró con curiosidad y luego sonrió.

-No es peligroso?-le pregunte mientras miraba la torre.

Bran río y comenzó a escalar

-Claro que no.

Mire a Maryd por unos segundos, ella noto mi mirada y puso su mano en mi hombro.

-Tranquila mi princesa, el debe saber lo que hace.

Bran subía cada vez más alto, lo hacía ver tan sencillo. Como bajar una escalera o cruzar un pasillo.

-porfavor ten cuidado-mi voz tenía tono de preocupación, al igual que mi rostro.

Bran iba por la mitad de la torre cuando escuche la voz de Joffrey.

-¡Cassana ven, Madre quiere que te instales con rapidez!-me gritaba mientras se acercaba a mi.

Yo mire a Maryd y luego rápido a Bran.

-¡Bra...Lord Brandon! ¡Tengo que irme a instalarme!-le gritaba para que logrará escuchar desde lo alto.

El solo miró para abajo y me saludo con la mano. Yo hice lo mismo y luego corrí a donde estaba Joffrey, seguida por Maryd.

Los Stark habían preparado una habitación para mi, que compartía con Maryd por supuesto. Era muy importante que ella siempre estuviera a mi lado.
Winterfell era más hermoso de lo que me imaginaba, y totalmente diferente a el sur. Sobre todo en temas de frío.

-hermosa alcoba ¿verdad princesa?- Maryd acomodaba mis cosas en el espacio.
Pero yo solo pensaba en Bran, en como escalaba esa torre. O en como su pelo seguía al viento.
Bran era distinto a la gente con la que acostumbraba estar.

-Tome señorita- Maryd me paso un vestido de mi talle, pero que nunca había visto.

Yo lo tome con confusión-y este vestido?

-Un regalo de su Majestad el rey, es para que lo use esta noche en la cena.

No está de mas decir que yo era la consentida del Rey, siempre lo habia sido. Talvez era porque le recordaba a esa Tal Lyanna Stark, o porque a diferencia de mis hermanos, yo tenía su color de pelo.
Había miles de razones posibles. Gracias a los dioses mis hermanos nunca estuvieron celosos por eso. Lo último que necesitaba era eso.
Y mi madre nunca mostró molestia con que yo me pareciera a Lyanna.

-en que piensa mi princesa? No le gusta?-Dijo Maryd.

Mire el vestido, la verdad era muy bonito, y abrigado. Se parecía a los que usaban las Lady del norte. Tenía un estilo único, pero la verdad no sabía si me favorecería ya que estaba acostumbrada a lucir vestidos del sur.
Pero no iba a decepcionar a mi padre. Talvez con suerte el vestido me quedaba bien, era muy necesario si Bran me iba a ver.

-es muy hermoso.

Maryd lo tomó y lo extendió en el aire, para verlo mejor-le quedará estupendo mi princesa.

La Heredera Baratheon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora