La Heredera Baratheon

8. Lord del norte

El día más difícil en el norte fue ese, en el que nos llegó la terrible noticia. Fue el principio de todos los problemas y tragedias que ocurrieron, cundo me puse a pensar ¿por qué no me subi al carruaje junto con mi madre? La verdad eso me ubiera ahorrado muchos problemas, pero de ser asi ahora estaría casada con algun lord viejo que tenga tanta personalidad como una piedra.
Pero volviendo a lo importante. Estaba en mi dormitorio cambiandome de ropa, iba a usar uno de los vestidos nuevos que me habían regalado mi padre, ya solo me faltaba estrenar ese.
Justo cuando termine Maryd entro, yo iba a saludarla normalmente pero me detuve al ver su cara. Parecía estar muy preocupada y angustiada.

-todo esta bien Maryd?

-mi princesa...tengo que decirle algo muy importante- arrugó una carta que tenia en sus manos mientras hablaba.

-que paso?- me senté en la cama para escuchar lo que me tenia que decir.

-bueno es difícil de decir...su Majestad el rey Robert a...

Parecía como si fuese a llorar desconsoladamente, sentía el mismo olor que cuando viene una tormenta, que puedes sentir el aroma a lluvia. Sabía que se venían malas noticias, pero no imaginaba que tan grave era.

-su Majestad falleció- terminó de decir ya apunto de desmoronarse- el príncipe Joffrey a asendido al trono de hierro como el nuevo rey.

Una ola de oscuridad lleno mi corazón en esos momentos, como si alguien lo ubiera atravesado con una lanza hasta quitarle el último trozo de vida. Lo peor es que esto recién comenzaba.

-y Lord Eddard Stark fue arrestado por traición a la corona.

-el padre de Bran? Pero era la mano del rey ¿por qué haría algo así?

-no lo sé mi princesa, pero el Lord de Winterfell pidió una audiencia con usted lo antes posible.

Sentí un escalofrío recorriendo mi espalda lentamente. Esa audiencia no podía significar nada bueno, pero sabía que almenos mi vida no corría peligro, lo más probable es que le usarán para un intercambio de rehenes con las hijas Stark, asi que oblige a mis lágrimas a que permanezcan ocultas y sali de el dormitorio.

Me llamaron al gran salón donde estaban Robb Stark junto con los demás Consejeros y Lords importantes de la zona, todos sentados en una gran mesa, además de Theon quien me esperaba en la puerta de entrada.

-Sabes por qué fuiste llamada aquí ante nosotros?- me pregunto Robb en tono de autoridad.

-si mi Lord- respondí con la cabeza abajo- mi hermano arresto a Lord Eddard Stark, su padre.

Luwin se levantó lentamente del asiento y me miró en forma audaz, luego observó a Robb quien junto sus manos como si estuviera rezando.

-Tu hermano a ordenado que seas enviada nuevamente a Kingslanding inmediatamente- hablo Luwin con una voz un poco rasposa.

-eres consciente de que ahora eres un rehén ¿no?- me pregunto Robb en un tono bastante respetuoso.

-si mi Lord

-no te devolveré así como si nada, lo siento, te cambiaré por mis dos hermanas- me informo- Sansa y Arya.

Me quede en silencio, lo entendía perfectamente. Mi madre sin duda estaría dispuesta a intercambiarme por las hijas de Lord Stark, pero sobre Joffrey tenía mis dudas.

Theon se acerco a mi y coloco su mano en mi hombro, luego se coloco serca de mi oído para susurrar:

-tu collar

Mire el amuleto que mi madre me había dado, este colgaba sutilmente de mi cuello recordándome Kingslanding, mi hogar, mi familia, pero sobretodo lo lejos que estaba de allí.
Lo quite de mi cuello para dárselo a Theon, sabía perfectamente para que iba a usarlo ¿que mejor amenaza podían tener?