LA HISTORIA DE COSIUM (TRADUCIDO AL ESPAÑOL)

LA LEYENDA DE KAROK

Capítulo 2: La política puede ser mortal

Fue el olor a sábanas recién ventiladas y a piedra del castillo lo qué le indicó dónde estaba incluso antes de abrir los ojos. Mortesen parpadeó. Todavía estaba aturdido, pero reconoció su propia habitación al instante. Era extravagante, con alfombra, cortinas y visillos de cama, todos vestidos en oro y rojo, a juego con el tapiz del escudo real de Cosium que colgaba en la pared del fondo. Su cama era lo suficientemente grande como para acomodar cómodamente a varias personas, pero en ella yacía el joven Príncipe.

Le dolía el cuello y extendió la mano para frotarlo, luego soltó un silbido de dolor cuando la muñeca que Athena había herido protesto por el movimiento. Alguien escucho y se acercó. Su padre estaba sentado en un gran sillón junto a un juego de velas encendidas, esperando que su hijo despertara.

"¿Mortesen? ¿Estás bien?"

El Rey Negolas era negro como el carbón, sin un destelló de ningún otro color que iluminará su pelaje, y en su mano estaba el centro coronado con el diamante cosmo.

"Supongo que si, padre" respondió mientras se sentaba con cuidado, notando que el traje lleno de polvo que había usado antes había sido reemplazado. "Es sólo mi muñeca. ¿Que paso? ¿Cómo llegué aquí?"

"Alguien te encontró abandonado frente a la puerta principal en las afuera de Cosium Town poco después del atardecer. Has estado en casa menos de media hora" ahora miró a su hijo con menos preocupación y más disgusto. "Quizás deberías contarme como te fue el día. El informe que me dieron los soldados sonó sospechosamente como si te hubieras puesto en una situación peligrosa a propósito"

El joven Príncipe suspiro. "Luche contra Karok solo. Exactamente de la forma en la que me dijiste que no lo hiciera. Pido disculpas por mi arrogancia. Realmente pensé que podía vencerlo... A el" no sabía por qué, pero no quería revelar la identidad de Athena. "Fui descuidado. Me arrojo un poco de polvo en la cara y lo siguiente que supe fue que desperté en una cabaña"

"¿Era ese su cuartel general?" Pregunto el Rey Negolas, inclinándose hacia delante mientras se impacientaba un poco.

"Tal vez. Estaba prácticamente vacío, pero lo único que se fue que estaba en medio de un bosque. Había una... Una niña alli. Ella me vigilo todo el día"

Mentirle a su padre tiro algo vital en lo más lo más profundo de su ser. Decidió ser sincero excepto en lo que respeta al género de Karok. Solo hasta que pudiera resolver algunas cosas.

"¿Era la esposa de Karok? ¿Una amiga? ¿Relacionado con el alguna manera?"

"Definitivamente relacionado, padre"

"¿De que especie era ella? ¿Y que hay de su color?"

Mortesen hizo una pausa, jalando un hilo enganchando en la manta sobre la que estaba acostado. "Por favor, no me preguntes eso"

El Rey lo miró de forma extraña. "¿Por qué?"

"Por qué se que enviaras hombres a cazar a todos los que se parecen a ella. Padre, utilice mi verdad cada segundo que hablamos, todo lo que ella me dijo es verdad... A la gente se le bloquea la magia con esposas sin ningún motivó, se les castiga severamente por la ofensa más leves, muchos mueren de hambre en la tierra de los Barones y no siquiera se les permite salir si quieren encontrar una vida mejor"

Las palabras se derramaron casi contra su voluntad. Hasta ese momento no se había dado cuenta plenamente que creí en Athena. O tal vez había sido demasiado orgulloso para permitírse creerlo mientras la enfrentaba.

Pero su padre pareció hacer a un lado las palabras. "Por supuesto que esas cosas suceden aquí y allá. Es inevitable. Algunos barones son peores que otros. Pero te garantizo, Mortesen, que estar atrapado en las tierra de un barón y trabajar para su sustento es mucho más fácil que ganarse la vida solo en una extensión desnuda del campo"