Capitulo 17: El sacrificio de la amistad

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<< Los padres de Elsa, fallecieron durante un saqueo perpetrado por delincuentes que aprovechaban la situación para obtener cosas de valor de manera gratuita. Después de que su casa fue saqueada, su padre, madre y ella salieron de allí para refugiarse en la casa de Gabriel, que quedaba cerca.

La mamá de Elsa vío un cochecito de bebé en la calle. —Que cochecito tan lindo —se acercó a el, separándose un par de metros de Elsa y su padre.

—No lo toques cariño, podría esta infectado.

—Solo quiero verlo. —lo miró por unos segundos y luego se dió vuelta para regresar con su familia. Sin embargo, el estruendo sordo de metal retumbó en el aire, seguido de un chirrido agudo que cortaba el silencio de la mañana. Un camión descontrolado, irrumpió en la calle cerca a ellos, chocando de lado con un auto que se acercaba desprevenido. El impacto fue devastador, haciendo que el vehículo más pequeño saliera disparado con dirección donde pasaban Elsa y su familia, perdiendo el control y estrellándose con fuerza contra la pared de una tienda esquinera. El padre pudo tomar a Elsa del brazo para luego empujarla hacia un lugar seguro, pero lo logró alcanzar a su esposa, quién de manera trágica, falleció; el auto la chocó de frente, a la altura del abdomen, dejándola entre la chatarra y la pared.

Todo pasó tan rápido, las pupilas de Elsa se hicieron pequeñas al ver tan horrenda escena. Ya tenía suficiente terror por presenciar a tantas personas falleciendo en las calles, todas corriendo de un lado a otro. Escuchaba muchos gritos de auxilio e incluso de dolor. Las calles eran muy tétricas y lamentables.

El estruendo del choque resonó por todo el lugar, haciendo que el polvo y los escombros se elevaran. Elsa y su padre observaban la escena atónitos y con horror, el padre soltó un grito y con la mente nublada, decidió correr hacia su esposa, pensando que podía sacarla de ahí con vida. En situaciones como esta la gente no tiene la mente clara, como para pensar de manera lógica. El olor a caucho quemado invadía el ambiente; un rótulo de luces que estaba en la pared de la tienda, se tambaleaba, soltó un par de chispas que cayeron sobre la gasolina que salía del auto, ocasionando un incendio en cuestión de segundos. El cuerpo de su madre ya no era visible entre las llamas. Ella escuchó un grito desgarrador, su padre empezaba a ser consumido por las llamas.

Elsa estaba tiesa del terror y distintas emociones que recorrían su estómago. Amir pasaba cerca del lugar buscando medicinas para Ismael; vio casi todo lo que había pasado y corrió a cargarla para   alejarse antes de que el auto explotara. Ella observaba el fuego a medida que se alejaban, su cabeza no estaba procesando lo que había pasado, era algo muy difícil de digerir.

Amir la llevó a casa de Gabriel. —Oye, quédate aquí con ellos y no salgas a la calle. —le dijo luego de tocar el timbre.

—Chicos ¿Qué hacen aquí? —el papá de Gabriel les abrió la puerta y detrás de él llegó Gabriel para ver quién era.

—Los papás de Elsa tuvieron un accidente... Murieron.

Gabriel y su papá quedaron boca abierta por la noticia. Elsa seguía sin poder decir nada; ellos entraron a la casa y Amir le explicó bien lo que alcanzó a ver; al escuchar esto Elsa reaccionó y con un grito soltó un mar de lágrimas.

—¡Elsa! —la abrazó Gabriel, tratando de consolarla. Amir salió de la casa, y a lo lejos escuchaba los gritos de Elsa llamando a sus padres. >>

                              

Amir observaba como se alejaban los tres, hechos un mar de lágrimas; Vincent no quería irse, Enzo no tenía el valor para voltear a ver atrás y Gabriel no dejaba de sollozar por el dolor en su corazón.

Amir se acercó a la casa con cuidado, en ese momento, vio que la puerta de la casa se abrió un poco; vio los ojos de Elsa asomarse ahí para ver si los chicos ya no estaban. Ella se apartó de ahí y volvió hacia adentro, sin poner el seguro a la puerta, Amir continuó avanzando hasta llegar y abrir poco a poco, ahí estaba ella sentada en el piso, con dificultades para respirar.

Elsa tosió. —¿Tú quién eres?.

Amir se acercó despacio, levantó sus manos para enseñar que no tenía armas y se agachó frente a ella.

—¿Eres doctor? ¿Algún científico o algo así?.

Amir niega con la cabeza.

—¿Qué hacés aquí?.

Luego de pensar unos segundos Amir habló —Acompañarte un momento.

—¿A mí? ¿Porqué? No me conoces y te podrías contagiar. Este virus es muy peligroso y no hay cura. Ya me he despedido del mundo y aceptado mi final. —Elsa no recordaba el tono de voz de Amir, por ende no lo reconoció.

—¿Y cómo terminaste sola aquí? ¿Hace cuánto te contagiaste?.

—Hace una semana, los síntomas fueron aumentado conforme pasaban los días. Tenia que alejarme de mis amigos... No quería que ellos también se infectaran... yo espero... que ellos vivan por mucho tiempo. —hace una pausa. —¿Me podrías enseñar tu rostro?.

Amir se quedó pensando en su respuesta.

—Está bien, supongo que no importa tu rostro en este momento. La verdad... estoy asustada y tengo miedo de morir sola. Extraño a mi familia... La he extrañado por mucho tiempo, todo esté tiempo —empezó a llorar. —Estoy agradecida por que no estuve sola, si no que estuve con mis amigos y se quedaron conmigo, hasta hoy... Yo quiero lo mejor para ellos, espero que el virus jamás los alcance.

—Todo esto cambiará algún día.

—Sí, confío en eso... no quiero sentir dolor, no quiero que el virus me mate,  quiero morir en paz, no quiero sufrir en mis últimos momentos de vida ¡No quiero!.

La mirada de Amir tras esas gafas, no era la fría de siempre.

—¿Tú... Podrías por favor, acabar con mi sufrimiento?.

Amir no quería hacerse ideas equivocadas acerca lo que dijo. —¿A qué te refieres?.

—Acaba con lo que queda de mi vida... Por favor.

—¿Qué? ¿Hablas enserio?... ¿Cómo me puedes pedir eso?. —Amir se pone de pie.

—¡Por favor! ¡Hazlo! ¡Comprendeme! —ella lloraba. —me duele todo el cuerpo y también el alma... Así que porfavor hazlo.

Amir retrocede unos pasos, negándose a hacerlo, voltea hacia otro lado pensando. Elsa vomitó sangre de nuevo, Amir lo pensó y tomó su arma dejándola a la vista de Elsa.

—¿Estás segura de que quieres morir por mis manos? —preguntó Amir con preocupación.

Elsa miró a Amir con determinación.
—No quiero estar sola al morir. Si estás aquí cuando mi corazón deje de latir, no lo estaré. Por favor, hazlo. Sé que es algo horrible, pero te pido que tengas tu conciencia tranquila. Estarás ayudándome a aliviar mi dolor.

Amir se agachó frente a ella, manteniendo un silencio solemne por unos instantes antes de extender sus brazos en un gesto de despedida. —Fue un placer haberte conocido. — murmuró con un tono de pesar en su voz.

Elsa aceptó el abrazo con gratitud y se acercó a él, abrazándolo con fuerza mientras ambos permanecían en silencio por un momento. —Buen viaje —dijo Amir con voz firme, apuntando su arma hacia la cabeza de Elsa, sin soltarla.

—Gracias y gracias por ser amable conmigo. —respondió Elsa cerrando los ojos, seguido por el sonido de un disparo que rompió el silencio.

Continuará...

Espero que lo hallas disfrutado, no olvides dar estrellita y dejar un comentario 🌹.

Amina: The Key To Time #PGP2024.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora