Capitulo 28: siempre jóvenes

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Durante el triste transcurso del día en el que era muy difícil el poder encontrar alimento alguno, Vincent y Gabriel salieron al medio día en busca de Amina como todos los días en cada calle, casas incluso en campamentos de otras personas. Después de una hora de otra búsqueda sin éxito, regresaron con Enzo.

Al llegar Gabriel toca la puerta siete veces de manera armoniosa como siempre para que Enzo sepa que ellos han llegado y no asuste.

-¿Les fue bien? -les preguntó Enzo sentado en una esquina de la sala.

-¿Dónde puede estar? ¿Qué creen que le pasó?. -exclamó Vincent.

-No quiero pensar en lo peor pero... Pudo haber sido capturada por los caníbales.

Se voltea con el seño fruncido. -Enzo, me reuso a creer eso, confío en que ella aún está viva en alguna parte, solo hay que seguir buscando por dónde aún no hemos ido.

Por otro lado Gabriel y no tenía esperanzas. -¿Porqué piensas que sigue viva? Dime. ¡Me duele aceptarlo pero hay que resignarnos, Vincent!. No hay rastro de ella en ningún lado, ¿Qué más puede significar eso?. -exclamo Gabriel con dolor.

Vincent posó sus manos en su cadera; retrocedió negando con la cabeza y se detuvo a observar por la ventana para sumirse en sus ideas.

-En cualquier momento uno de nosotros tres también podríamos desaparecer, debemos sobrevivir y por eso estaba pensando en decirles si nos escabuiamos a la zona libre.

La zona libre es el lugar donde habitan los ricos, millonarios y autoridades del país. Empezaron a llamarlo así porque está limpia del virus y riesgos de contraerlo, ya que ellos cuentan con las inyecciones para fortalecer el sistema inmune contra el virus, de la misma forma que en el resto de países.

-¿Estás loco? ¿Cómo podremos entrar ahí?, hay cientos de francotiradores cuidando el muro todo el día, todos los días. -le dijo Gabriel a Enzo con asombro.

-Lo sé, pero no podemos continuar aquí afuera, amenos que quieran morir.

-¿Qué podremos hacer nosotros para poder entrar?. -Continuó Gabriel.

-He pensado que podemos hacerlo a primera hora del día, usaremos el mismo método que los otros han usado... -fue interrumpido por Vincent, quien dejó de ver por la ventana para dirigirse a Enzo.

-¿Es que estás hablando en serio, Enzo?.

-Si, Vincent, estoy hablando enserio. Usaremos el mismo método que los demás; intentaremos entrar como si fueramos parte de ellos, debemos asearnos, arreglarnos con ropa buena y conseguir una camioneta como la de ellos.

-¿Sabes cuántos han logrado entrar con ese método?, ¡Ninguno!, O los han matado ahí mismo o han logrado salvar sus vidas por un pelo. ¡Si no morimos aquí, moriremos allá!.

Gabriel se estremeció por el semblante de Vincent, sabía que no estaba tranquilo. -Vincent, no grites, no estamos sordos, relájate ¿Si?.

Él suspiró y elevó la mirada otra vez ya relajado. -Yo... Lo siento por gritarte Enzo, disculpame. -volteo apenado hacia otro lado.

Enzo hizo silencio unos segundos. -Chicos, al menos debemos Intentarlo, recordemos que le prometimos a Elsa sobrevivir a toda costa. No será fácil, pero, si vamos a morir, al menos que sea luchando por nuestras vidas.

-Siendo sincero, me da miedo el arriesgarnos a eso, pero Enzo tiene razón. ¿Tú qué piensas, Vincent?.

Los tres hicieron silencio unos segundos, entre sus memorias, donde automáticamente recordaron nostálgicos a las amigas que habían perdido; Amina y Elsa, cada momento agradable que pasaron juntos, cada sonrisa, cada cumpleaños, todos los malentendidos, promesas, lágrimas, enojos; los amigos inseparables que fueron incluso después del virus donde juntos lograron soportar frío, hambre, temores, entre otras dificultades.

-Si ustedes van, no tendré de otra que unirme. Si morimos, debemos hacerlo juntos. -fue lo que dijo Vincent cuando rompió el silencio en la casa.

Ya los tres estaban de acuerdo en ir a la zona libre; dicho esto, Vincent y Gabriel se sentaron en el suelo a escuchar a Enzo. La iluminación del atardecer naranjoso atravesó la ventana que estaba al lado de ellos, al notar esto, salieron de la casa para disfrutar de la vista; improvisaron unos asientos con los escombros que habían frente a la casa, tomaron lugar y observaron el cielo en silencio, Vincent se sentó cerca de Enzo para narrarle como lucía el cielo y así él pudiera verlo en sus memorias, este podría ser el último que puedan ver juntos, así que solo se dejaron llevar por el fresco viento que acariciaba sus cuerpos, respirando con tranquilidad y despejando sus mentes.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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Amina: The Key To Time #PGP2024.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora