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Luego de varios días de pensar y reflexionar, me dí cuenta que Jinko no me desagrada tanto como creí. En sí tiene y hace cosas realmente irritantes, pero creo que me podría ir acostumbrando.

Empezamos a llevarnos mejor luego de algunas misiones, ya incluso me sonríe un poco a mí también. Pero tengo un problema... De alguna manera siento que le miento a Sushita (mi amiga), por lo que quiero aclarar las cosas con ella.

Estos días estuvimos hablando y aguardando el día en que nos reuniríamos para finalmente vernos y charlar unas cosas. No me orgullece decir que estuve distraido por eso.

En un bello parque en Yokohama, los faroles ya iluminaban debido a que el anochecer se asomaba. Las parejas se reunían y los amigos se divertían, entre ellos había un solitario azabache sentado en una banca desde que el sol iluminó en su punto más alto.

Aguardaba pacientemente a alguien, no se había movido ni había cambiado su expresión, solo esperaba a ese alguien que nunca llegó.

Tomó sus cosas y se marchó, había comprado un delicioso pastel de fresas con crema para la señorita. Mas tarde lo disfrutó con su hermana en su apartamento.

En las misiones Atsushi podía observar a Akutagawa un poco más desanimado de lo normal, ya solo lo ignoraba o respondía con monosílabos. Lo hacia Siempre, pero está vez lo hacía diferente, parecía... ¿Triste?

-- Akutagawa-- el albino se acercó y pico su hombro repetidas veces.

-- ... -- El azabache no reaccionaba y solo miraba al suelo.

-- Akutagawa!-- El albino tomó sus hombros lo obligó a verlo-- ya terminamos aquí hace rato, debemos irnos!

-- Si-- Solo contesto eso y camino en sentido contrario haciendo al chico suspirar.

-- No es por ahí, ven, que tienes ahora?-- Atsushi se impacientaba un poco y tomo su hombro para atraerlo hacia él.

-- Nada que te importe Jinko-- Dijo mirándolo molesto pero también algo dolido. El albino solo guardo silencio y Suspiró.

-- Somos compañeros, puedes decirme.

-- No quiero.

-- Entonces no lo hagas.

-- Si quiero-- el albino sonrió triunfante-- Es por... Una chica.

El albino lo miro un momento sin saber cómo reaccionar.

-- Ajá?-- Solo pudo decir.

-- Teníamos una cita, y jamás se presentó-- Dijo algo molesto y dolido apretando los puños.

Atsushi solo pensó un momento y una idea fugaz, muy pero muy loca vino a su mente.

-- Y... Has hablado con ella?-- Dijo algo curioso y con esa vaga posibilidad.

-- No... No me ha contestado desde entonces.

-- Ya veo... Entonces escríbele, dile...-- Atsushi quiso hacer la prueba-- Que podrían intentar reunirse nuevamente, ¿en un zoológico tal vez?

-- Por qué en un zoológico Jinko?-- Dijo sin entender.

-- Tu solo dile, tal vez puedan volver a hablar.

-- Lo intentaré, pero no esperes un gracias.

-- Si si ya sé, ya vámonos que hace calor aquí-- Dijo y se fueron del lugar mientras aún charlaban un poco.

Por la noche Atsushi estaba muy nervioso y asustado solo esperando que su teoría no sea cierta, el día de la cita le habían encargado mucho trabajo por lo que no pudo ir. Además de que estaba muy avergonzado como para escribirle a Kyōken.

Una notificación lo hizo asustar, pero solo era un mensaje de Kyoka diciendo que haría pijamada de chicas con Naomi y Haruno.

Cómo vio que nada llegaba, tomó su celular y se relajó. Se puso a ver videos de comida que salían mientras se acomodaba en su futón para dormir.

Hasta que.......

Hola Sushita... ¿Te gustaría ir a un zoológico?

Atsushi leyó y tiro el celular al suelo del susto, ¿Estuvo coqueteando con su compañero y rival? Pero él no lo sabe!

Tomó su celular y tecleó en la pantalla.

Hola Kyō! Perdón no ir el otro día... Tenía mucho trabajo... Pero me gustaría ir! ^^

Atsushi estaba extrañamente feliz, asustado, pero algo feliz. Una mezcla extraña. Hasta se había olvidado de que no era una chica.

Los días pasaron y Atsushi se dió cuenta de que estaba en problemas, no sabía que hacer para reunirse con Akutagawa ¿Debería ir normal y ya? Tal vez sea momento de ser sincero.

El día había llegado y Atsushi había llegado primero al zoológico, estaba en la entrada y ya se había apenado de ver a tantas familias pasar y él aún parado.

A lo lejos vio al azabache vestido de civil llegar al lugar, se acobardo por lo que no saludo ni nada. Akutagawa en cambio, al verlo se acercó a "saludar".

-- Jinko, ¿ya te diste cuenta de que eres una bestia y por eso volviste a casa?-- Dijo con una sonrisa burlona, parecía estar de mejor humor.

-- Akutagawa, claro que no. Solo espero a alguien-- Dijo algo molesto.

-- Un tigre que espera a su dueño o qué?-- Siguió con sus burlas.

-- Bueno bueno ya entendí-- Dijo algo molesto-- Tú qué haces aquí?

-- Tengo una cita, está vez si vendrá, lo sé-- Dijo orgulloso y esperanzado.

Atsushi solo guardo silencio sintiendose un poco culpable, luego de un rato decidió hablar.

-- Tal vez tarden un poco... Y si entramos?-- dijo mirando al suelo.

-- Los dos?

-- Pues si no sé, si ya te dejaron plantado-- Dijo burlón y vio al mayor apretar los puños.

-- Vamos-- Dijo un poco molesto y tomó el brazo de Atsushi haciendolo entrar con él, el menor solo esbozo una pequeña sonrisa.

Recorrieron todo el zoológico, vieron cantidad de animales diferentes, Atsushi estaba maravillado ya que era su primera vez en uno. En cambio Akutagawa solo comparaba al albino con los animales y reía burlón.

-- Mira Jinko, tu familia te espera-- Dijo sonríendo burlón mientras miraba a los tigres-- No espera, son de otro color. Creo que tú eres el adoptado-- Se cubrió la boca fingiendo sorpresa.

-- Ja ja que gracioso-- Dijo algo molesto, pero estaba fascinado con la majestuosidad de los tigres-- Si yo soy de esta familia entonces tú eres de esta.

Vieron una familia de puercoespines justo al lado del sitio de los tigres, atsushi se acercó a ella y se la mostró.

-- Guapo pero peligroso? Me halagas tigre-- Sonrió triunfante y el albino Suspiró derrotado.

Siguieron caminando hasta que el azabache vio pasar a una señorita por el zoológico, rápidamente abrió los ojos grandes y quiso acercarse a ella, pero Atsushi le detuvo tomandolo del brazo.

-- Que haces Jinko? Suéltame!-- Dijo algo desesperado.

-- No es ella Akutagawa...-- Dijo mirando el suelo.

-- Y tú qué sabes, saco de pulgas!-- Dijo algo molesto soltando el agarre, el albino bajó la mirada y tragó saliva.

-- Es que.....-- Dijo apretando los puños.

Conectados//SHINSOUKOKU// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora