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Al parecer no les daban descansos muy seguido, sus misiones juntos eran cada vez más regulares lo que les obligaba a verse, resultó ser más incómodo de lo que anticiparon.

Atsushi mantenía un sentimiento de culpa por no haberse dado cuenta antes de que quizás jugaba con los sentimientos de su compañero.

En cada misión intentó acercarse a Akutagawa para pedir disculpas o simplemente hablar, aunque no fue nada fácil.

-- Oye Akutagawa-- El albino se acercaba y el azabache daba media vuelta y se iba.

-- Akutagawa!-- En otra ocasión el albino intento sorprenderlo por detrás, pero antes de acercarse Rashomon lo mandó a volar.

-- Aku...!-- Rashomon simplemente lo aplastó en el suelo.

No cabía duda de que Akutagawa no lo quería cerca, se sentía estafado, pero... Tampoco le molestaba tanto. Hasta cierto punto era... agradable.

Aún así seguía esquivándolo por no querer verlo de frente.

Atsushi seguía con sus insistentes acercamientos a él, lo más cerca que estuvo de lograrlo fue saltar con sus piernas de tigre y caerle por encima, a lo que Akutagawa se molestó mucho.

Akutagawa estaba irritado de que sea tan exagerado y finalmente lo dejó hablar.

-- Que quieres Jinko?!

-- Bueno pero no me grite

-- Habla de una vez o te dejare como colador!

-- Ya ya entendí, lo que quería decir era... Perdón-- hizo una reverencia-- No fue mi intención engañarte así.

Al tenerlo de frente comenzó a decir cosas que no tenía planeado de antemano.

-- En realidad me gustas un poco y no quiero que esto se vuelva incómodo para ambos-- Espera khe, no es cierto, yo no quería decir eso!

-- ... Bromeas cierto?-- El azabache estaba neutro, aunque la verdad no sabía cómo reaccionar.

-- Eh? No! Bueno si, Agh, ni yo lo sé-- estaba más confundido qué otra cosa.

-- Recuerda esto, me repugnas -- Dijo eso y solo se fue.

Atsushi quedó procesando la situación, luego se dejó caer en el suelo. Akutagawa en cambio se fue directo a su casa, su hermana tenía el día libre así que se refugió en ella.

-- Gin, ayuda-- Decía recostado en un sofá.

-- Que hiciste ahora?-- Su hermana preparaba té en la cocina.

-- Yo nada, fue culpa de Jinko como siempre.

-- Ajá...?

-- Dijo que le gusto

Gin se ahogo con saliva y comenzó a toser, rápidamente corrió a su hermano.

-- Qué él qué??????

-- Que le gusto-- Dijo mirando al suelo con un puchero, su hermana tomó sus mejillas y lo hizo que la mire.

-- Que le dijiste?

-- Ehhh ya no me acuerdo...

-- Ryonosuke, que le dijiste-- Su hermana estaba seria.

-- Que me repugnaba...-- El azabache cerro los ojos y su hermana le cacheteo levemente la mejilla.

-- BROMEAS? LITERALMENTE LO AMAS! ES DE LO ÚNICO QUE HABLAS CON CUALQUIERA, DE TU CHICO TIGRE!!--Su hermana lo sacudía de los hombros.

-- Shhh baja la voz-- Decía un poco sonrojado.

-- Vete de la casa!

-- Eh? Pero también es mi casa-- Decía confundido el azabache.

-- Ah cierto, entonces... Vete a pasear!-- Gin señaló la puerta y él se levantó del sofá.

-- Ta bueno pues-- Decía de mala gana, aún no acepta el hecho de que es muy débil frente a su hermanita.

Akutagawa se vistió de civil y salió a tomar aire, se paseo por casi toda Yokohama.

Decidió que para que su hermana lo perdonara él prepararía la cena. Así que se dirigió a un supermercado.

En la entrada vió salir a Atsushi por lo que rápidamente se escondió, esperaría a que se fuera para entrar.

Atsushi se veía algo sonriente pero incómodo, detrás suyo salió una mujer muy alta y castaña, bonita. Se veía sonriente y trataba con confianza a Atsushi.

-- Quien es esa zorra?-- Decía molesto desde su escondite.

La mujer pareció tener un sexto sentido para saber que él estaba ahí, por lo que abrazo a Atsushi con una gran sonrisa.

-- Ahora sí me va a conocer esa perra-- Akutagawa salió de su escondite, con Rashomon se acercó rápido y abrazo a Atsushi desde detrás.

-- Quien...? Akutagawa?!-- El albino le vió sorprendido y algo sonrojado.

-- Fuera, alejate de mi Jinko-- Fulminó con la mirada a la mujer y luego se percató de algo-- Espera... Dazai-san? Que hace vestido así?-- Ahora estaba más confundido qué otra cosa y aún no soltaba a Atsushi.

-- Akutagawa, que sorpresa-- Dijo sonriente y bromista-- Esto es refrescante, deberías intentar vestirte así.

-- Eeeehhh sigo aquí-- Decía el albino sonrojado y aún siendo abrazado por Akutagawa.

-- Ah cierto-- Lo soltó como si fuera poca cosa.

-- Comprarás algo? Dejanos acompañarte!-- El castaño abrazo a ambos y los juntó. Luego los empujó dentro del supermercado.

-- No necesito que...-- El azabache iba a hablar pero lo interrumpió el mayor.

-- Recordé que tengo trabajo, Atsushi-kun te encargo a Akutagawa! Bye bye amores!-- Hizo un gesto de despedida bastante femenino y se fue.

Akutagawa miro a Atsushi.

-- Él no trabaja-- Dijo el albino con los ojos entrecerrados con desconfianza-- En fin, que tienes que comprar?

-- Solo unas cosas para hacer la cena, aunque no es necesario que vengas.

-- Naaahhh no tengo nada que hacer, te acompaño-- El albino se encogió de hombros y ambos entraron.

Le ayudo a elegir cosas de calidad y a un bajo costo, también a no distraerse con cosas innecesarias.

-- Crees que el Katsudon lleve higos?-- Decía mirando todos los estantes.

-- No Akutagawa, no lo creo.

-- Pero y si sí? Debería llevarlo por las dudas

El albino suspira.

-- Bueno llévalo.

El azabache agarro muchos y los puso en su canasta de compras, el albino solo lo vió con los ojos muy abiertos.

Compraron unas cosas más, pagaron y salieron de allí.

-- No te voy a decir gracias-- decía el azabache luego de que salieron.

-- Que sii ya sé, igual de nada.

-- Olvide esto, ten un dulce-- El azabache le dió una paleta, tenía más en su bolsita de compras.

-- Y esto para que?-- lo tomo y lo comió.

-- Para domesticar un gato hay que darle golosinas-- decía inteligentemente.

-- No mames-- Soltó una pequeña risita-- Que no soy un gato, soy un tigre.

-- Es lo mismo, disfruta la paleta gatito-- El azabache saludo y se fue, el albino quedó un poco sonrojado.

Al llegar a su casa hizo la cena y le dió dulces a su hermana como ofrenda de paz, le contó lo sucedido y ella le sonrió orgullosa.

Atsushi en su casa estaba hecho bolita pensando en todo, aunque había disfrutado la paleta.

-- Un momento, que quiere decir con domesticarme?-- Dijo el albino con una mueca de desagrado.

Conectados//SHINSOUKOKU// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora