¿Que hubiera pasado si el tío abuelo y el Duque hubieran hecho acto de presencia cuando expulsaron a Candy y Terry?
Vaya que se le hacia muy incómodo y penoso aquel escenario a la hermana Grey, ¿Como explicaría que sus hijos se habían escapado?
Ac...
Candy ahora si podía decir que estaba completamente feliz mientras miraba lo que parecía una estatua que a su parecer no estaba nada bonita, fue sacada de sus pensamientos por alguien que le tomo la mano, era Karen a lo cual sonrió ampliamente.
-Vaya ya estaba empezando a aburrirme hasta que me pareció ver a cierta rubia- Karen como siempre decía lo que pensaba sin pelos en la lengua, eso era lo que mas le agradaba de la chica.
-Karen estas muy linda, me da gusto verte aquí yo también me estaba empezando a aburrir- hizo un pequeño puchero- además mi padre se llevo a los chicos hace como 10 minutos para presentarles a quien sabe cuántos caballeros.
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(Así estaba Karen y su pelo en un moño)
-Hombres! mi tío carga en las mismas a tu amado jajaja míralo allá esta- señalo a donde estaba un grupo de hombres y efectivamente ahí estaba el castaño con una sonrisa que Candy sabia era falsa.
-Se ve que la está pasando mal- se rio un poco, pero se sintió mal por su novio.
- Ni modo nosotras no podemos hacer nada, ¿Qué te parece si vamos por unos pastelillos? - Karen sabia la debilidad que tenía la chica por los dulces, Terry se lo había contado y lo corroboro cuando vio sus ojos brillar.
-Claro que si, vamos- minutos después ya estaban en una mesa probando de todo un poco.
-Este lugar es enorme tiene como veinte salones, la reina es muy hermosa no crees Candy?
-Sin duda es la mujer mas hermosa que he conocido- afirmo la rubia con orgullo y además es mi madre pensó a lo que sonrió mas ampliamente, la risa de Karen la saco de su ensoñación.
-Candy tienes la boca llena de merengue- Candy le siguió la risa y se limpió rápidamente.
-Sabes cuando estábamos mas chicos Archie y yo nos metimos debajo de una mesa en una fiesta de la tia y el robo unos pastelillos, su boca estaba cubierta de merengue y me reí tanto que interrumpí el discurso de la tía abuela.
- No lo creo! Jajaja ya veo que desde pequeña has sido una rebelde.
En el salón en el que se encontraban la orquesta empezó a tocar y muchas parejas estaban acercándose a la pista de baile, Candy sintió una mano tomar la de ella y allí estaba Terry, robándole el aliento como siempre.
-Me concedería este baile pecosa- hizo una pequeña reverencia
-Claro que si mocoso malcriado.
-Largo de aquí tortolos- Karen sonrió socarronamente
(Está parte del baile la escribí con esta canción así que imaginemos que esta es la que bailan)
Cuando estaba con Terry la rubia sentía que el tiempo iba mas lento, todo estaba bien y se sentía muy segura en sus brazos.
