Escandalo

Mi nombre es William Alberth Andrew

Hertfordshire...

Eran cerca de las 3 de la mañana cuando unos autos bastante lujosos se estacionaban frente al hostal The lodge, sin perder tiempo Alberth y el duque entrar al lugar, un chico estaba al otro lado del mostrador, al parecer estaba organizando unos libros, seguramente de la gente que se hospedaba en el hostal, el chico levanto a la mirada y se sorprendió mucho.

-Duque de Grandchester vaya que sorpresa- el chico hizo una pequeña inclinación- Buenas noches díganme en que puedo servirles caballeros.

-El señor William y yo estamos buscando a nuestros hijos, veras ellos son algo traviesos y les gusta jugarnos bromas y queríamos saber si de casualidad están aquí- Alberth saco la foto de los chicos y el muchacho se quedó algo pensativo.

-Realmente no los he visto, pero seguramente mi abuela si pues yo me hago cargo de los turnos en la madrugada.

- ¿Crees que podríamos preguntarle? - Alberth tenía una corazonada.

-Claro esta noche ella no ha podido dormir bien y hace un rato aún estaba despierta, veré si aún está en la cocina.

Rápidamente el muchacho desapareció por una puerta tras de el, los dos hombres se notaban cansados y estresados, estaban esperanzados a que los chicos se encontraran en aquel lugar, de lo contrario sería más difícil encontrarlos.

Pronto el muchacho llego con una señora de alta edad, a pesar de que era ya muy tarde iba con una sonrisa amable.

-Buenas noches mi lord, caballero- hizo una breve inclinación- me comentaba mi nieto que están buscando a sus hijos, en la tarde un par de chicos bastante peculiares llegaron ¿puedo ver la foto? - Alberth se la paso y vio a la mujer sonreír- Claro que son ellos, ahora me queda claro por qué no se parecen, pero a ustedes sí, me dijeron que eran hermanos- Alberth y el duque sonrieron aliviados-

-Imagino que se los quieren llevar.

-Si no queremos que sigan por allí rondando, lo más seguro es que vuelvan a casa con nosotros.

-En ese caso síganme, tendrán que llevárselos dormidos, venían tan cansados que solo comieron y cayeron profundamente dormidos.

Mientras se encaminaban al sótano en donde los chicos estaban la mujer les iba contando de él porque estaban allí y la historia que le habían contado, bajaron a aquel lugar y allí estaban la mujer tenía razón estaban tan dormidos que no sintieron cuando los llevaban en brazos a uno de los autos, se despidieron de la señora no sin agradecerle con una buena cantidad de dinero por su ayuda y cuidados, los hombres iban muy felices de camino a sus casas.

-William tenemos que hablar sobre esto, Terry me dijo que quería mucho a Candy él nunca había hecho algo así, ¿crees que Candy está enamorada también de mi hijo?

-Richard te aseguro que los dos están muy enamorados el uno del otro, recuerdas que te comenté cuando veníamos de camino, sobre lo que hacía y mi pasado, pues conviví muchas veces con ellos y créeme cuando te digo que son el uno para el otro.

-Bien por el momento creo que deberiamos ir a descansar y ya mañana hablamos de eso.

-Me parece bien.

Mansión De los Andrew

Eran cerca de las 9 de la mañana cuando Candy empezó a despertar, aunque vaya sorpresa que recibió cuando despertó, ¿acaso había soñado todo? Que estaba pasando, se sentó y observó con más detenimiento la habitación en la que se encontraba, era realmente hermosa y muy grande.

Pero aún no lograba entender cómo y cuando había llegado, ¿y si la habían raptado? ¿Donde estaba Terry?
De repente cayó en cuenta de todo lo que había sucedido hasta ahora y pegó un gritó, ella realmente había entrado en pánico.
La puerta de la habitación se abrió rápidamente y vio entrar por ella a ¿Dorothy?

-Dorothy!- Candy sintió un poco más de alivio- ¿Que esta pasando? No entiendo nada has unas hora yo estaba..

-Candy tranquila, hay una explicación para todo- se acercó un poco más a donde estaba Candy que aún se miraba algo inquieta- Lo único que puedo decirte es que estás a salvo en la casa de los Andrew, y mientras más pronto estes presentable más rápido hablaras con tu familia.

-¡Increíble! No se como nos encontraron pero es sorprendente- ya más tranquila se levanto- esta bien Dorothy ayúdame a ponerme presentable necesito saber que esta pasando- rápidamente la muchacha abrió el closet de Candy la cual quedó sorprendida al ver la cantidad de vestidos que habían en el- ¿todos esos vestidos son para mi?

-¡Así es! Tu padre los trajo de sus viajes para ti.

Candy quedó más extasiada al escuchar aquella palabra, su padre, en serio? Sentía que su corazón latía con mucha alegría, quería llorar de felicidad.

-Ay Candy ¿estás bien? Dije algo malo?

-Para nada Dorothy, haz dicho algo que me hizo muy feliz- se limpio una fugaz lágrima de su rostro.

-Bien te que te parece este vestido

-¡Esta muy bonito! Si- rápidamente se metió a tomar un baño y después de casi cuarenta minutos estaba lista, esta vez optó por hacerse una media cola y dejó algunos rizos sueltos por su rostro.
Estaba muy nerviosa Dorothy le dijo que estaba en casa de los Andrew, pero no sabía quienes estaban allí, Dios tenía que comportarse.

*Vamos Candy no seas torpe* se animaba así misma, pronto estaban llegando al comedor, se alegró al ver a Steve y Archie y también estaba la tía abuela, le extraño un poco ver que no la veía con mala cara, al contrario parecía estar ¿aliviada y feliz? Ok acaso seguía soñando?

-Buenos días- hizo una pequeña reverencia

-Buenos días Candice, toma asiento pronto servirán la comida- respondió Elroy- solo vamos a esperar a que tu querido padre se digne a venir- esto lo dijo con algo de molestia, pero estaba muy sorprendida por el comportamiento de la tia, le hablaba con más familiaridad.

*Dios mio conoceré por fin a la persona a la que le debo tanto en esta vida, no puedo creerlo, estoy tan nerviosa que en cualquier momento podría desmayarme ¡NO! Ni se te ocurra Candice*

Unos pasos se escucharon a lo lejos y eso solo aumentó la ansiedad de Candy, escuchó como la servidumbre lo saludaba ¡un momento! Esa voz, levantó la vista y no podía creer lo que estaba viendo, ahora si que confirmaba que estaba soñando, en la puerta un sonriente Alberth saludaba y de disculpaba por la demora.

-¿Que pasa pequeña? Parece que viste un fantasma- rio un poco.

-Yo... yo digo, buee... buenos días- Alberth era el tío abuelo, se pellizcó para comprobar que una vez más no estaba soñando, volteo a ver a sus primos que estaban muy divertidos por su reacción y solamente le asintieron.

-Así es pequeña yo soy el Tío abuelo William- tomo asiento a la cabeza de la mesa junto a Candy y la tía abuela- Mi nombre es William Alberth Andrew.

Continuará...

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Hola! He decidido continuar con esta idea que tenía desde hace mucho, espero sea de su agrado, trataré de subir capítulos más seguido, besos 😽