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Al día siguiente, Lara se encaminó hacia la ciudad deportiva, decidida a concentrarse única y exclusivamente en su trabajo, obviando cualquier estímulo ajeno. Sin embargo, nada más llegar, sus planes empezaban a truncarse.

Jude estaba ahí fuera y, al verla llegar, comenzó a acercarse. Aunque parecía indeciso, Lara pudo notar que la tensión y la hostilidad seguían instaladas en el jugador. La italiana salió del coche con la certeza de que no iba a volver a caer en su juego. Jude hizo el amago de comenzar a hablar, pero Lara le cortó.

- No quiero hablar ahora -murmuró Lara, rompiendo el persistente contacto visual-

La tensión entre ambos era palpable y, aunque Lara dejó a Jude con la palabra en la boca, sentía cierta curiosidad por lo que el jugador tenía que decirle.

Lara se encaminó hacia su despacho, se puso su uniforme perfectamente planchado y preparó todo lo que necesitaba para comenzar con su jornada de trabajo. La italiana se sumergió profundamente en su labor, abordando cada tarea con meticulosidad. Organizó cientos de papeles, revisó el contenido disponible hasta el momento y empezó a trabajar en las nuevas ideas.

A pesar de su esfuerzo por mantener su enfoque total en el trabajo, la tensión con Jude continuaba resonando en su cabeza. Lara se preguntaba por qué no lograba apartar de su mente lo sucedido Jude, desconcertándola. Normalmente era capaz de apartar las distracciones, pero esta situación se había fijado en su mente más profundamente de lo usual.

Alguien llamó a la puerta, interrumpiendo el vaivén de pensamientos entre el trabajo y Jude. Lara respiró hondo y puso todo su empeño en esconder su desconcierto.

- Adelante -dijo Lara elevando la voz para que la persona que estaba detrás de la puerta
pudiese escucharla-

Cuando se abrió la puerta, Lara se encontró con Carlos, el jefe del equipo administrativo.
Sorprendida por verle ahí, le invitó a pasar y tomar asiento.

- ¿Qué tal Lara? ¿Cómo va el día? -preguntó Carlos con la amabilidad que le
caracterizaba-

- Un poco estresada por todo lo que hay que preparar después de la vuelta de las vacaciones, pero en general, bastante bien -respondió Lara con una pequeña sonrisa en su rostro-

- Estoy seguro de que harás tu trabajo tan bien como siempre -añadió Carlos y Lara sonrió tímidamente- No te quiero robar mucho tiempo, así que voy a ser claro contigo. Ayer tuvimos la primera reunión sobre el tour de Estados Unidos y, a decir verdad, nos sorprendió mucho a todos no verte allí. ¿Qué sucedió? -Lara se quedó
perpleja ante aquellas palabras de Carlos-

A pesar del intento de Lara por mantener la serenidad, un atisbo de confusión se dibujó en su rostro.

- Nadie me había comunicado nada sobre la reunión -respondió Lara tratando de sonar convincente y que Carlos no sintiese su verdad como una excusa-

- ¿No sabías nada? Mandé personalmente a Celia a comunicarte la convocatoria -Lara sintió esas palabras como un jarro de agua fría-

- No me había dicho nada. De hecho, pensaba que el club no había contado conmigo esta vez -respondió Lara tratando de esconder su desconcierto, mientras que Carlos frunció el ceño-

- Resolveré esto más tarde. Ahora, te voy a contar lo más importante de lo hablado ayer. Tu participación es imprescindible Lara -afirmó Carlos con un tono comprensivo, tratando de calmar a Lara, quien parecía cabizbaja-

Mientras escuchaba los detalles que Carlos le daba, Lara todavía seguía intentando procesar la situación. La falta de comunicación por parte de Celia hizo que una sensación de decepción se apoderase de ella, haciendo que la confianza que tenía depositada en su amiga empezase a tambalearse. Una vez que Carlos acabó, Lara le agradeció y le acompañó a la puerta.

Estando sola de nuevo, Lara se sumió de lleno en sus pensamientos. La amistad que tenia con Celia era esencial para la italiana, tanto en el ámbito laboral como en su vida personal y, desde que volvieron de las vacaciones de verano, sentía que la conexión entre ellas no era la misma. Lara sospechaba, cada vez más, que este cambio se debía a la incorporación de Jude al equipo. Miles de preguntas sin respuesta aparecían en la mente de Lara y, decidida a darles una respuesta, se armó de valor y salió de su despacho para abordar la conversación con su amiga.

Mientras caminaba por los pasillos, divisó a Celia al final de uno de ellos, pero lo que no esperaba era volver a encontrarse a Jude con ella. A pesar de que el jugador ya se había molestado con Lara por interrumpir una conversación, la italiana siguió con paso firme hacia donde se encontraban los dos, necesitaba tener esa conversación con su amiga y dejar de alargar la incertidumbre que sentía.

- Celia, necesito hablar contigo -dijo Lara con el semblante serio-

- ¿Otra vez? Te dije que no... -dijo Jude cruzándose de brazos-

- Me da igual, déjanos solas, por favor -respondió Lara firmemente y Jude se sorprendió ante el carácter de Lara-

El jugador se marchó a regañadientes, dedicándole una mirada fulminante a Lara antes de desaparecer de su campo de visión. Celia parecía absorta en Jude y Lara empezó a sentirse incómoda por la falta de atención de su amiga. Sin embargo, necesitaba expresar todo lo que pensaba y quitarse ese peso de encima de una vez por todas.

- ¿Por qué no me dijiste que ayer había reunión sobre el tour? -expresó Lara con frialdad-

- Lara yo... simplemente me olvidé -respondió Celia bajando la mirada-

- ¿Simplemente? Sabes que el tour es muy importante para mí, llevo días pensando en qué había hecho mal para que no contasen conmigo, hasta empecé a pensar que no era suficiente -se sinceró Lara-

- Me acordé cuando estaba a punto de acabar la reunión, ya era demasiado tarde -comentó Celia rascándose la nuca-

- No era demasiado tarde. Podrías haber venido después de acabar a contarme todo lo que habíais comentado -respondió Lara de forma tajante-

- Después de acabar fui con... Jude -añadió Celia y Lara no pudo evitar disimular su sorpresa ante las palabras de su amiga-

- Claro, Jude, siempre Jude, como no. ¿Sabes? Me daría mucha pena que perdiésemos nuestra amistad por un tío que a la mínima empezará a pasar de ti. No me corresponde decirte como tienes que hacer las cosas, porque ya eres adulta, simplemente espero que te des cuenta por ti misma -Lara pronunció esas palabras mientras varias lágrimas se deslizaban libremente por sus mejillas-

Lara dio media vuelta y se fue por donde había venido. Se sentía abrumada por la tormenta de emociones que la envolvía. La decepción y el dolor se mezclaban con la frustración y la confusión. Reflexionando sobre la situación, Lara se preguntaba si su reacción al escuchar el nombre de Jude había sido demasiado impulsiva. Quizá no había escogido las palabras más adecuadas para comunicarle como se sentía al respecto.

La italiana caminó lentamente hasta su despacho, tratando de despejar su mente. En uno de los pasillos, se topó con Brahim.

- Te estaba buscando. ¿Estás bien? -preguntó el jugador y Lara se quebró-

Normalmente, Lara trataba de mantener la compostura cuando estaba rodeada de gente, desahogándose únicamente cuando estaba sola. Siempre se había sentido muy cómoda y arropada en la ciudad deportiva, pero tenía la extraña sensación de que esta temporada estaba siendo diferente.

Brahim, al ver la reacción de Lara, la abrazó con cariño. Lara le correspondió, sintiendo un apoyo reconfortante en medio de toda la tensión que la abrumaba. Sin embargo, escucharon un carraspeo detrás de ellos y rompieron el abrazo.

- ¿Interrumpo algo? -dijo Jude con una amplia sonrisa, guiñándole un ojo a Lara-

- Que te den Jude Bellingham -respondió Lara fulminándolo con la mirada-

Paso por al lado de él, chocando su hombro con el suyo. La presencia de Jude en todos lados había hecho que el entorno de Lara se volviese hostil. La convivencia con el jugador hizo que Lara se diera cuenta de que era molesto e irritante, sacando siempre a relucir su parte impulsiva.

mariposas ꕤ jude bellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora