5.

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Al día siguiente, Lara y Celia llegaron juntas a la ciudad deportiva. Ambas irradiaban felicidad al haber recuperado su cercanía y amistad. La emoción ese día era aún mayor puesto que, a 2 días del comienzo del tour, tenían su última reunión para ultimar todos los detalles.

- Tengo que ir un momento a mi despacho, enseguida bajo -dijo Lara ausentándose por
un momento-

Celia siguió su camino hacia la sala de reuniones mientras que Lara se dirigió apresuradamente a recoger algunos documentos que consideraba que eran necesarios para la reunión. Al abrir la puerta, se encontró con una sorpresa muy desagradable: Jude estaba acomodado en su silla mientras miraba concentrado el móvil.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? -exclamó Lara con un tono de molestia evidente-

- ¿Me has echado de menos? -dijo Jude sonriendo de forma pícara-

- Eres tan inmaduro, Jude. Estoy harta de tu actitud arrogante, de tus juegos, de ti - respondió Lara dando un paso hacia él- No quiero tener nada que ver contigo, quiero que te alejes de mí, ¿lo entiendes de una vez? -añadió Lara dejando salir la ira acumulada-

Lara cogió todos los documentos con la intención de salir de ahí, pero Jude la agarró suavemente del brazo, quedando ambos cara a cara.

- No eres nada creíble, Lara Zanetti -susurró Jude con un tono travieso-

Lara frunció el ceño mientras un escalofrío recorría su espalda. Jude dio un paso más hacia la italiana, acortando todavía más la distancia que les separaba y clavando su mirada en los labios de ella.

El corazón de Lara latía a un ritmo desenfrenado. La cercanía repentina y la expresión traviesa de él la dejaron sin palabras. La mente de Lara funcionaba a dos mil por hora en ese instante, cuando Jude estaba tan cerca de ella, su ira parecía disminuir, como si el resto se desvaneciera y solo quedara la intensidad del momento.

Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe. Celia irrumpió en el despacho, y una expresión de sorpresa se dibujó en su rostro ante aquella escena.

- Lara, tenemos... ¿Interrumpo algo? -exclamó Celia con un hilo de voz-

Lara tragó saliva y, con un movimiento rápido, se alejó de Jude. El desconcierto aún era palpable en sus ojos y trató, poniendo todo su esfuerzo, en ocultar el torbellino de emociones interno.

- No, tranquila. Solo hablábamos, ¿verdad, Lara? -contestó Jude aún con su sonrisa traviesa-

Lasa asintió, clavando su mirada en el suelo. Hace horas que acababa de arreglar las cosas con su amiga y se negaba a volver a vivir una situación como aquella. Mientras tanto, Celia permanecía en la puerta, observándolos con desconcierto.

- La reunión Lara, tenemos que irnos -añadió Celia y Lara rápidamente la siguió-

Antes de que Lara perdiese de vista a Jude, se giró para dedicarle una última mirada fulminante. Él seguía con una expresión divertida, como si estuviese disfrutando de verla fuera de sus casillas.

- Vete a la mierda -dijo Lara casi susurrando mientras miraba fijamente a Jude-

Lara y Celia caminaron hasta la sala de reuniones en silencio, haciendo que el trayecto se sintiese eterno para ambas. La inquietud que se había instalado en Lara era visible a kilómetros. Celia, aún confundida por lo que acababa de ver, rompió el silencio.

- Tenemos que hablar de lo que acaba de pasar -expresó Celia con seriedad-

- No es lo que piensas, entre Jude y yo únicamente hay un odio que cada vez va a más -comentó Lara intentando calmar el ambiente-

- Simplemente no puedo ignorar lo que acabo de ver -añadió Celia aún desconcertada-

- Celia, de verdad, confía en mí -insistió Lara con determinación-

Al entrar a la sala de reuniones tomaron asiento la una al lado de la otra y, aunque al principio podía notarse la tensión, pronto se sumergieron en la reunión. Ultimaron todos los detalles sobre el tour y la emoción en el grupo era cada vez mayor.

Organizar un tour de esas características conllevaba una carga de trabajo muy grande. El tiempo parecía detenerse mientras discutían sobre la logística, los itinerarios y un largo etcétera de ajustes necesarios para que el tour fuera perfecto.

La reunión se alargó más de lo previsto puesto que surgieron algunos dilemas que no estaban previstos y, tras horas de intenso trabajo, la reunión llegó a su fin. Lara y Celia estaban muy satisfechas de todo lo que habían preparado y, aunque confiaban plenamente en todo el equipo, sabían que todavía quedaba trabajo por delante para que todo saliese según lo previsto.

Al salir de la sala de reuniones, ambas se miraron con complicidad, pudiendo notar una mezcla entre cansancio y felicidad en el rostro de la otra. Antes de tomar rumbos diferentes, se despidieron con un abrazo.

Mientras Lara caminaba hacia su coche, se encontró con Brahim, quien parecia estar esperándola.

- Por fin te encuentro. ¿Todo bien? -exclamó Brahim, mostrando cierto nerviosismo en su sonrisa-

-Todo bien, gracias por preguntar -respondió Lara con una expresión amistosa-

- Me alegro mucho. Yo, en realidad, quería... -bajó su mirada al suelo- ¿Sabes? Me apetece ir a cenar esta noche y... bueno, he pensado en que si te gustaría venir conmigo -dijo Brahim titubeando por un momento-

Lara dudó, había sido un día muy largo y agotador, pero quizá necesitaba salir un poco y despejar la mente.

- Me encantaría, sí -asintió Lara con una sonrisa ante la petición de Brahim- ¿Dónde nos vemos? -preguntó con interés-

- A las nueve paso a por ti. Es una sorpresa -propuso Brahim y, en un abrir y cerrar de ojos, desapareció-

Lara, al llegar a casa, comenzó a prepararse. Se tomó su tiempo para ducharse, elegir el atuendo adecuado y arreglarse con esmero. Optó por un vestido largo negro con los hombros al descubierto y, para darle un toque elegante, decidió usar su pintalabios rojo favorito.

A las nueve en punto, Lara ya estaba lista en la puerta de su casa cuando vio a Brahim llegar. Al verla, bajó del coche con la intención de abrirle la puerta del copiloto.

- Estás... impresionante -dijo Brahim con una expresión de nerviosismo-

- Muchas gracias, tú también lo estás -añadió Lara con una sonrisa-

Durante el trayecto, Lara no pudo sacarle ningún tipo de información a Brahim sobre la sorpresa que éste había planeado. Las risas de ambos resonaban bajo la música de la radio y, de vez en cuando, Brahim le dedicaba una mirada fugaz a la italiana.

Al llegar al lugar, Lara se quedó boquiabierta. Brahim la había llevado a su restaurante favorito de Madrid y, sin pensarlo, se acercó a él para abrazarle.

-¿Cómo lo has sabido? -preguntó Lara con intriga-

- Es confidencial -añadió Brahim con una expresión divertida-

Ambos acompañaban al camarero hacia su mesa cuando, de repente, Lara divisó a lo lejos a Jude y Celia, quienes parecían tener una bonita velada. Estaba dispuesta a disfrutar con Brahim y evadirse, pero parecía que el destino la quería cerca de Jude.

mariposas ꕤ jude bellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora