𝐒𝐔𝐍𝐆𝐒𝐔𝐍 || ❝Quiero darte muchos besitos, como hacen mis padres❞
Donde con un simple e inocente juego de paternidad, Sunoo y Sunghoon descubren el amor.
𝐈𝐍𝐅𝐎𝐑𝐌𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍
Original: garuming
Portada: honiegraph
₍🐝₎ adaptación autorizada
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¿Cuánto tiempo tenían los pequeños sin verse?
9 días que se sintieron como largos meses.
Tenían que hacer un juego importante por tan esperada ocasión: una cena romántica era lo adecuado.
—¡Ddeonu! — lo abrazó fuertemente.
—¡Hoonie!
Rápidamente se saludaron y besaron sus mejillitas antes de correr al patio del castaño.
Para sorpresa de Sunghoon, el castañito tenía preparada una mesa de picnic en su verde patio, justo bajo la sombra del árbol.
—Le pedí a mi papá que preparara spaghetti con albóndigas para nuestra cena —sonrió orgulloso y un poco sonrojado.
—¿En serio? —sus ojitos se iluminaron. ¿acaso hay algún niño que no ame la pasta?
—Niños, ¿por qué no van a ver la tele en lo que termina de hacerse la comida? — Soobin asomó solo un poco la cabeza para anunciar eso, rápidamente volviendo ya que su tosco esposo estaba tratando de picar finamente la cebolla.
No quería un dedo en la pasta.
Con sus manitas firmemente agarradas los pequeños corrieron al sillón de la sala, acurrucándose tiernamente para ver la mejor serie infantil nunca antes creada.
—¡Bluey! —gritaron ambos al finalizar aquella alegre intro.
—Yo sería un pomeranio si estuviera en bluey —anunció decidido y orgulloso el pequeño Sunoo.
—Aww, serías tan chiquito y bonito —besó su mejilla con emoción —¡Justo como lo eres ahora!
El pelinegro seguía con los tiernos besos mientras el otro reía tímidamente. continuando después de cinco besos con su importante conversación sobre qué raza de perro serían.
Pasaron las horas sin siquiera notarlo, la televisión era una peligrosa adicción.
Normalmente el spaghetti no llevaría más de una hora, pero Yeonjun insistía en prepararlo él para darle un descando a su querido esposo.
Así que Soobin tuvo que rehacer todo de nuevo...
—¡Niños, a comer!
No hizo falta llamarlos dos veces. los pequeños daban saltitos emocionados esperando por su comida para su cena tan esperada.
—¡En la ollita, papá! —recordó. —¡por faa!
Se les entregué una pequeña olla y dos platos plásticos para los menores, junto con su pequeña jarra con jugo de naranja y sus vasitos de superhéroes. era una ocasión especial.
Armaron todo con extremo cuidado, la olla en medio, la jarra cerca de igual manera, sus platos y vasos. ¡incluso un florero detrás! Qué románticos eran ellos.
—¡Ejem! —Sunghoon se puso de pie, levantando su dulce jugo artificial. — un brindis por Ddeonu, mi lindo esposo.
Sunoo rió apenado, pero igualmente se puso de pie.
—Un brindis por Sunghoonie, el mejor esposo de todo el mundo, y por esta deliciosa cena —chocaron sus vasos y dieron un pequeño sorbo.
Entre pequeñas risitas comían su pasta, conversando sobre temas de alta relevancia: spiderman.
—¡Oh, Hoonie! —el castaño recordó algo. — hay que comer como en la dama y el vagabundo. —sugirió.
—¡Sí, así sería más romántico!
Emocionados, cada uno tomó un fideo y sorbieron al mismo tiempo, pero para su mala suerte eran fideos difefentes.
Por minutos intentaron sorber un fideo y que este los llevara a la boca del otro, pero no daba resultado.
—¡Ya sé!
Sunghoon tomó directamente un fideo, sacándolo entero. Cada uno tomó una punta y volvieron a repetir el mismo procedimiento.
Pero el fideo se rompió quedando poco por encontrarse.
—Ahhh —se quejó el castaño, a punto de colmar su paciencia.
Aunque Sunghoon era más astuto, simplemente acercándose a darle un fugaz piquito a tae antes de que este llorara, desvaneciendo el berrinche que apenas se formaba por una pequeña sonrisa.
—Que bonito te ves cuando sonríes.
Sunoo ya no pudo hablar más, ese día estaba especialmente avergonzado por cada beso y frase linda que escuchaba.
Justamente el atardecer aparecía, y junto con él concluía esta cena romántica.
