"El amor es amor donde sea"

Capítulo 13

Annie

Desperté temprano, ahora entiendo porque a Leif no le gusta dormir en el sofá de mi cuarto, aunque puede ser bonito y cómodo para sentarte esta claro que solo sirve para eso, dormir es un martirio.

-Leif, Leif -le susurre -tu mamá esta allá afuera.

Se levantó de un brico.
Una vez su madre lo recogió aquí y el no estaba en muy buen estado que digamos, vomitado, cerveza en el cabello y unos grandes chupetes en el cuello, desde entonces juro que cada que se durmiera aquí se levantaría antes de que su madre pudiera llegar a verlo.
-No es gracioso Annie -regresaba de la ventana.
-Si pudieras verte claro que lo sería-no podía dejar de carcajearme se miraba tan chistoso.
-Ya callate. ¿Tu mamá?
-Se fue temprano a la casa de la abuela.
-¿Quieres un cigarro? -comentaba feliz mientras buscaba en su mochila.
-Ya no tienes -afirme.
-¡ANNIE! ¡Eran los únicos que quedaban!
-Los necesitaba ayer, me hablo... Ya sabes quien ¿No?
-Si desperdiciaste mis cigarros porque te hablo Jonh te juró que comprare más y no te dare ni uno solo.
-Logan.
-Ok, considerate alguien sin cigarros por el resto de este día.
-Hoy no fumare.
-¿Por qué? -entrecerro sus ojos, eso significaba sólo una cosa, no me creía.
-Aunque no me creas, vendrá Logan y no es lindo que huela a cigarro, debería ponerme un poco de perfume ¿No? ¿Que me pongo? No hace mucho calor así que hum..
¿Me ayudas?

Me observa con tanto asombro -¿Que? -pregunte mientras husmeaba en mi closet.
-¿Logan? -decia mientras caminaba hacía mi -Annie dime la verdad.
-No, no me gusta, es solo un ¿Amigo? Vamos Leif no creerás que si, el es muy... Logan.
-¿Entonces por qué te preocupa que ponerte? Ponte lo que sea, el ni lo notara.
-Si... Es mejor que te vayas, puede que le hable a tu mamá y le diga que estas aquí.
-¡El friki te gusta! ¿Quieres verte bien para él! Es muy obvio Ann. Debes de saber que prefiero que salgas con él en lugar de Jonh.
-No me gusta. Y respecto a Jonh puedes estar tranquilo, ya sale con alguien más.
-Annie, yo...
-¿Por qué no me presentas a Elyat? Leif, ha sido mi platónico desde hace mucho tiempo, es tu amigo y no se, quizá tú puedas hacer algo al respecto ¿No? -le sonrió malévolamente.
-Yo se que no quieres hablar del tema y lo respeto pero no trates de chantajearme pidiendo lo de Elyat, no te prometo nada pero ve que puedo hacer -finalmente sólo sonrió.

Leif se había ido, no me ayudo a elegir mi ropa, faltaba menos de una hora y todavía no sabia que usar. Al final opte por algo sencillo ya que seria tarde y probablemente haría frío, unos jeans ajustados, una sudadera Nike gris con letras blancas y unos Vans negros. No sabia si agarrar mi cabello con una liga o dejármelo suelto, la mayoría del tiempo lo traigo suelto así que no se porque hoy seria la excepción.

Estoy caminando de arriba hacia abajo en las escaleras, y justo cuando estoy arriba me detengo frente al gran espejo ¿Por qué me preocupa tanto como me vea? Miles de cosas se me vienen a la mente.

Con Jonh así era...

-Pero Logan no me gusta ¡No puede gustarme! -me repito varias veces frente a mi reflejo.

Camino hasta la habitación de mi madre que esta justo al final del pasillo.
-¿Mamá? -abro la puerta y puedo ver que esta dormida. No tenía mucho que había llegado de casa de la abuela así que probablemente este cansada.
No quise despertarla, después de todo solo estaré aquí cerca.

10 minutos para las 7:00 no sabia que hacer así que revise Facebook, notificaciones, y no había nada, solicitudes de amistad y solo gente que no conozco, 3 mensajes, Stacy, Johan y Eitan Prout, el chico bailarín -pense.
Estaba a punto de contestarle su mensaje y aunque no podía ver bien que decía sin abrirlo supuse que solo me había mandado un virus.

Me levantó y me dirijo hacia la cocina abro el refrigerador y me sirvo un poco de jugo de naranja, cuando pongo mi vaso en el lavabo veo por la pequeña ventana que viene Logan caminando, busca algo en sus bolsas traseras y antes de que pudiera darme cuenta yo ya estaba saliendo voltea a ambos lados y después fija su mirada en mi, ahí estaba parado justo enfrente del zaguán con unos jeans y una sudadera gris, debajo de ella se puede visualizar una playera negra, y con su celular en manos, conociéndolo seguro estaba a punto a de mandarme un mensaje para avisar que estaba aquí afuera. Es chistoso que aún no se atreva a tocar o a gritar.
Camino hacia el y guarda su celular, solo me dedica una pequeña sonrisa, me gusta tanto esa sonrisa, no se porque pero creó que es la sonrisa más linda que he visto en un hombre.

-Si, si lo sabes.
-No, no me gusta.
-Eso quieres creer tu.