False identity [Yoonseok]

3

"Hay que ser sublime sin interruccion.
El dandy debe vivir y
Morir ante el espejo."

La casa de Ji hoon se encontraba en uno de los distritos de Gangnam-gu, después afuera se podía escuchar la melodía de un violín, dando un toque elegante al lugar. Un coche se había estacionado con cuidado no muy lejos de ahí, podía tener la vista completa de aquella casa lujosa sin ninguna dificultad.

De el salió un hombre vestido de negro completamente, sosteniendo un bastón que desde el mango hasta la punta de este estaba decorado con un dorado brillante de una serpiente bitis dándole un toque elegante. Caminando no a la puerta delantera si no tomando un atajo y entrando por la parte de atrás de esa gran casa.

Jeon Jungkook había estado ordenando las copas y vinos con cuidado en la sala, ya hace más de cinco años que trabajaba para Ji hoon un hombre brillante pero… le faltaba corazón.

Recordando la razón por la cual tomó ese trabajo desesperadamente a pesar de ser solo de mayordomo, en ese momento quería creer que si se ganaba primero la confianza de el gran compositor como lo era Ji hoon lograría tomarlo en cuenta y darle una oportunidad a su único sueño… ser cantante.

Pero eso jamás pasó y ahora, no cree que logré pasar.

La música lograba escucharse desde la sala, proveniente del estudio que tenía su jefe no muy lejos de ahí. El teléfono comenzó a sonar y con prisa dejando lo que estaba haciendo camino a atender la llamada.

– Bueno, ¿larga distancia de Mónaco? Al momento excelencia. – Ji hoon había dejado de tocar desde el momento que sonó el teléfono, caminando hasta estar cerca de Jungkook se quedó observando las incoherencias que le decían del otro lado del teléfono pero el chico parecía creer. – Su alteza el príncipe raiñiero.

Ji hoon tomó el teléfono en cuanto Jungkook se lo paso.

– ¿Qué pasó Seokjin? ¿Cuándo acabarás con las bromas? Si, no ahora no, mejor ven mañana si quieres… bueno te daré un cheque. – Hablaba bajo la curiosa mirada de Jungkook, hasta que terminó la llamada y colgó. – Hombre no te asustes es un amigo que presume de chistoso.

– Ah. – Se sentía apenado, no siempre tenía tiempo de hablar con Ji hoon pero cada que sentía que tenía la oportunidad se quedaba mudo. – ¿A sus órdenes desea algo más el señor?

– No, nada puedes ir a descansar ya. – Dijo para comenzar a caminar fuera de la sala. – Es demasiado noche y mañana tendré un día ocupado.

– Muchas gracias.

– Ah espera. – Deteniéndose para voltear a ver al menor. – ¿Puedes darme los papeles que tengo ahí?

– Oh, claro.

Siguiendo el lugar donde le había indicado su jefe camino y abrió un pequeño mueble al lado de un gran librero. Mirando que adentro además de papeles había una gran cantidad de dinero en él, ignorándolo tomó las papeles y se los entregó a su jefe.