“Yo sé que el dolor es la nobleza única,
donde no morderán jamás la tierra y los infiernos”Yoongi iba de regreso a la panadería donde trabajaba, a pie, sin bicicleta y por supuesto, sin pan.
En el fondo intentaba ser positivo, no es como si su vida fuera a ir peor, ¿o sí? Se había quedado de pie frente a la panadería ya más de diez minutos, pensando en que decirle a su jefe.
Pasó la palma de sus manos sobre su rostro dejando salir un suspiro, ya era tarde no sabía exactamente la hora pero era tarde, tarde para cuando se suponía que tenía que llegar de repartir el pan. Decidido se dispuso a entrar a la panadería hasta que escuchó que alguien gritaba su nombre mirando a esa dirección, eran los dos mismos policías que lo habían arrestado esta mañana…
¿Y ahora qué?
Uno de los policías iba conduciendo la patrulla mientras que otro se mantenía llamándolo mientras se asomaba por la ventana, muy bien todo era bastante raro tanto que sentía ganas de salir corriendo.
La patrulla se había acercado y se estaciono frente a él, el claro se acercó para preguntar qué más querían, uno de ellos se había bajado y por alguna razón un silencio de parte de los oficiales le hizo sentir un mal presentimiento. Cuando de repente y sin previo aviso lo subieron a la patrulla a pesar de que se resistió y se lo llevaron.
El jefe de Yoongi que había estado observando todo desde la barra de la tienda desde hace unos minutos cuando noto a su único empleado parado sin hacer nada frente a la panadería no sabía qué hacer… ¡¿a quien se supone que llamaba en esta situación!?
– ¿Por qué me encerraron? – Preguntó a los dos oficiales y a otros dos que parecían ser de rangos más altos, lo habían estado observando en silencio y con mucha dedicación haciéndolo sentir incómodo. Parecía que miraban un muerto. -- ¿Qué tanto me ven?
– Saquenlo.
Ordenó uno de ellos que parecía haber escucha que lo llamaban Kim. Los oficiales lo sacaron a jalones hasta llevarlo a la oficina de registros sentándolo a la fuerza mientras no dejaban de verlo.
– ¿Nombre?
El lugar estaba lleno de policías, sinceramente debería sentirse seguro pero por alguna razón esto no le daba más que escalofríos. El señor que estaba sentado frente a él era bastante mayor como para llamarlo abuelo, por su expresión seguramente no tenía amigos y los dos hombres que se encontraban a su lado derecho parecían importantes.
No habían dejado de verlo ni un segundo desde hace ya minutos.
– Min Yoongi. – Contesto a lo que noto que el coronel o yo que se cruzó los brazos prestando aún más atención a sus palabras.
– ¿Edad?
– Treinta años.
– ¿Lugar de nacimiento?
– Soy de Daegu.
– ¿Profesión? – Repartidor de pan.
– Panadero, ¿verdad? – La voz profunda y con tono burlón de Kim los interrumpió haciendo que el anciano (tampoco para tanto) y Yoongi volteara a verlo. Min por supuesto lo tomo como un desafío, ¿quién se creía él para hacerlo sentir menos?
– Desde que llegué a Seúl y no conseguí otra cosa para poder seguir viviendo. – Dijo desviando la mirada y volviendo su vista al anciano gruñón frente a él.
– ¿Y antes que eras? – Namjoon siguió hablando, el tono en el que hablaba inquietaba demasiado a todos los presentes.
– Que no he sido, minero, albañil, músico, mecánico y de los buenos. Nada más que últimamente nada me está saliendo bien.
– ¿Y si encontrará un buen empleo? – Yoongi dirigió su vista Kim de nuevo para después recorrer todo el lugar, al parecer él no era el único sorprendido por qué el anciano espanta gente también lo estaba.
– Estaría muy feliz, ¿pero de que? – Pregunto tomando todo esto con gracia, todos parecían tan serios como si se hubiera cometido el más grande crimen. – ¿Policía? – Bromeó.
– Si, precisamente un empleo de policía.
En ese momento la expresión de todos aumentó, el teniente Han se ahogaba con su propia saliva y la sonrisa de Yoongi se borró.
– Ah. – Un silencio se alargó bastante que resultó en un momento bastante incómodo. – ¿Qué les falta policías? Yo miro muchos en la calle.
– Se trata de un puesto mucho más especial, de gran importancia. – Dijo Kim con una sonrisa acercándose para mirar más detenidamente ese rostro. – Nadie puede asumirlo más que usted y se ganaría mi total gratitud.
Yoongi tenía miedo.
Más bien, estaba entrando en pánico.
– ¿Sabe quién es él? – Siguió Kim mostrándole una fotografía que le hizo pegar un salto en su propio aciento.
Estaba confundido, el de la fotografía era igual a él pero obviamente jamás lo sería. Tenía ropas que él jamás podría llegar a comprar y claramente estaba en un lugar que jamás podría llegar a pisar. No con su salario actual ni soñando.
– Pues se parece a mi.
– Exacto, es exactamente igual a usted. – Prosiguió Namjoon sin dejar ese tono formal que le seguía inquietando. – Y es por el que usted es el único que puede asumir este cargo.
– Si me parezco mucho a este pero, como que es demasiada responsabilidad además no entiendo nada. – Todas sus señales le gritaban ¡peligro! – ¿Qué tengo que ver yo en todo esto?
El señor han se aclaró la garganta después de beber algo de agua, sintió pasar su vida frente a sus ojos así que levantando la vista vio a Namjoon mirándolo con esa sonrisa que le decía “Conseguiré todo lo que quiera si o si” sintió un escalofrío.
Esperaba no terminar arrepintiéndose de hacer equipo con Kim.
– Cancela la multa, me lo llevo. – Ordenó Namjoon tomando del cuello de la camisa de Yoongi desde la nuca y arrastrándolo a la salida.
– Momento más despacio. – Yoongi se iba quejando mientras terminaban llevándoselo a la fuerza. – ¿Cómo que me llevo, que soy mercancía o que?
– Solo será una semana, le conviene. Es un trabajo decente. -- Decía Namjoon mientras lo seguía arrastrando a la salida.
Perdón por no publicar nada ayer, es solo que tenia mucho trabajo y solo llege a mi casa a dormir.
Este es corto pero... el proximo será más largo.
Espero les guste, si hay faltas de ortografía haganmelo saber ♡
•ㅅ•
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False identity [Yoonseok]
Fanfictiontras un asesinato un nuevo misterio emerge. Uno de los cantantes mas exitosos es asesinado y se descubre su vinculo con uno de los ladrones de joyas más buscados de Corea del sur. Es momento de encontrar un impostor y atrapar al criminal. advertenc...