Capitulo 22

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No podía creer lo que estaba viendo justo al frente de mi, Esto debe ser una broma. ¡DIOS!

¿Que hice tan malo en la vida para merecer una cosa así? Dios mío tal vez en mí niñez y adolescencia no fue la niña más buena pero ¡DEMONIOS! Esto era totalmente injusto. Y el condenado es tan descarado que se me queda mirando y yo como soy pues yo, no me inmuto a su mirada. A pasado mucho tiempo y esta vez no dejare que me arrebate mi felicidad aun que sea lo último que haga en esta vida no lo dejare que me arruine otra vez.

Buenos Días a todos, para mí es un honor poderlos saludar –Dijo Paul –Como ya le han comunicado antes no había podido asistir ya que tenía otros compromisos fuera del país, pero gracias a Dios ya estoy aquí- siguió diciendo. Pero estaba tan sumida en mis pensamientos que no logre escuchar nada más. Es que quien no se pone histérico al ver a la persona que arruino tu vida y que recién te hayas dado una oportunidad para empezar de nuevo y verlo otra vez. ¡DIOS, DIOS!

-Paige, ¿estás bien?- dijo Ryan sobresaltándome –Yo... Sí, estoy bien- mentí -Vámonos- dije -¿iras al restaurante?- pregunto Ryan –No, hoy no iré-dije –Bueno yo iré a la empresa, tengo que ordenar algunas cosas- dijo Ryan saliendo del elevador –Bien no hay problema, que te vaya bien- dije dándole un casto beso en los labios –Paige ¿segura estas bien?- pregunto –Si, mi amor estoy perfectamente bien- mentí –Bien, te marcare luego, Te amo mi amor- dijo Ryan –Yo también Ryan –dije mientras él se montaba en su auto. Vi como salía con su auto del estacionamiento y realmente yo lo único que quería era gritar.

-Pero que pequeño es este mundo, ¿no lo crees?- dijo Paul -¿Qué Demonios es lo que quieres ahora?- dije –Tranquila. Esta vez no eh tenido yo la culpa- dijo Paul Acercándose -¿y esperas que te crea?- dije -¿Qué pasa que ahora estas a la defensiva? ¿La ultima vez no la pasaste bien?- dijo riéndose –Eres un asco de persona – Dije –Eso no era lo que decías – dijo Riendo -¡Muérete Infeliz!- dije montándome en mi auto. Llegue a casa en menos de nada estaba tan sumida en mis pensamiento que no me di de cuenta cuando había llegado. Entre a la casa y Dam y Bri estaba en la cocina –Hola Paige- saludaron –Hola, iré a ducharme- dije, y sin esperar una contestación subí a mi habitación. Quite toda mi ropa y entre a la ducha y deje que el agua callera en todo mi cuerpo. No pude retener más mis lágrimas y rodaron por mis mejillas mientras los recuerdos se hacían presentes en mi mente. Sentía un gran dolor en mi pecho y algo me decía que con la llegada de Paul todo cambiaria.

Luego de estar una hora en la ducha decidí salir, me puse unas bragas y un camisón. Seque un poco mi cabello con la toalla y lo deje suelto para que se seque. Y decidí bajar, encontrándome con Bri y Dam.

-Hola, chicas- dije - ¿Paige algo te pasa no es así?- dijo Dam -¿Por qué siempre sabes que algo me sucede?- Pregunte –Ring, Ring, Ring- sonó mi celular –disculpadme chicas- dije atendiendo la llamada.

Pov Brianna

-Hola- contesto Paige –Si, estoy bien Ryan- contesto –Ryan hoy no, nos vemos luego en la oficina-dijo –Bien, adiós- termino de decir Paige. –Justo por eso sabemos que algo anda mal- dije –Paige ¿Qué fue lo que paso?- pregunto Damiana. Vi como Paige tomaba un largo respiro y se voltea para vernos mejor. -¡Que mi vida es una mierda!, eso pasa- dijo Paige –Resulta que le presidente ósea el propietario del Maldito hotel donde trabajo es nada más y nada menos que el flamante Paul Smith- dijo Paige -¿Quieren chocolate caliente?- pregunto -Si- contestaron ambas -¿Cómo es posible?- dijo Dam –Sabes, lo mismo me pregunto yo- dijo Paige poniendo en la mesa tres tazas de chocolate caliente con malvaviscos –Esto no será para nada bueno- dije –Eso mismo pienso yo- dijo Paige -¿Ryan sabe?- pregunto Dam –No- respondió Paige -¿piensas decirle?- pregunto Damiana –No sé, no sé que hacer. No quiero que le pase nada a Ryan- dijo Paige con lagrimas en los ojos –Chicas esta vez tengo mucho miedo de perder lo mas que quiero- dijo Paige sin poder aguantar los sollozos. Damiana y yo no tardamos en darle un abrazo. Me rompe el alma verla así.

Huyendo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora