Capitulo 10

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Gracias pero puedo hacerlo yo sola - dije apartando mi vista de él - Por favor señorita déjeme ayudarla, no quiero que se dañe el traje - dijo esa voz otra vez - Que ya le dije que puedo sola, de todas formas gracias por preocuparse- dije sacando aun las llaves que ajustaban la llanta - Ante todo soy un caballero, así que permítame- dijo el quitándome la llave de las manos y apartándome con delicadeza. Aun no sabía quién era yo, puesto a que estaba muy obscuro. - Vez ya esta - dijo el estaba mirándome a los ojos - Gracias - dije apartando mi mirada - Que no es ustedes aquella mujer que llevo el pastel esta mañana, eeeem ¿Paige era tu nombre? - dijo el - Si, esa soy yo - dije tranquila - Yo soy Ryan - Dijo el - Si escuche a la señorita que estaba a su lado pronunciarlo- dije con normalidad mientras guardaba las cosas en la cajuela del auto. - Vaya que buena memoria tiene usted - dijo Ryan - Creo que mi trabajo me permite tener muy buena memoria - dije - Me imagino, ¿y que hacia usted a estas horas de la noche fuera de su casa? - pregunto el - Disculpe no quiero parecer grosera pero creo que eso a usted no le interesa. Ya le he dado las gracias por ofrecer su ayuda y con su permiso ahora si me iré - dije muy cortante - Si claro perdóneme usted. ¿No necesita nada más? - pregunto - No, gracias y adiós - dije montándome en el auto y dejándolo con la palabra en la boca.

Pov Ryan

Estoy de camino a mi apartamento luego de salir de la boda y veo un auto estacionado el el carril derecho y asumo que algo le pasa. Me acerco y veo a alguien de traje pero no puedo ver su rostro debido a la obscuridad.

- déjeme la ayudo señorita - dije acercándome ella solo me miro a los ojos Gracias pero puedo hacerlo yo sola - dijo ella - Por favor señorita déjeme ayudarla, no quiero que se dañe el traje - le dije - Que ya le dije que puedo sola, de todas formas gracias por preocuparse- dijo ella aun soltando las llaves que ajustaban la llanta. ¡Dios mío! Pero que mujer tan testaruda, me dije a mi mismo - Ante todo soy un caballero, así que permítame- le dije quitando la llave de su mano y apartándola con delicadeza. - Vez ya esta - le dije mirándola a los ojos - Gracias - dijo esa mujer que había visto antes - Que no es ustedes aquella mujer que llevo el pastel esta mañana?, eeeem ¿Paige era tu nombre? - le dije, solo hice el que se me había olvidado su nombre, pero la verdad es que desde que lo escuche no lo he podido quitar de mi mente - Si, esa soy yo - respondió - Yo soy Ryan - le dije, fue lo único que se me ocurrió- Si escuche a la señorita que estaba a su lado pronunciarlo- dijo ella con normalidad mientras guardaba las cosas en la cajuela del auto. - Vaya que buena memoria tiene usted - le dije - Creo que mi trabajo me permite tener muy buena memoria - dijo ella - Me imagino, ¿y que hacia usted a estas horas de la noche fuera de su casa? - le pregunte la verdad que no sé ni por que, eso no me importa pero ya que, ya lo he dicho - Disculpe no quiero parecer grosera pero creo que eso a usted no le interesa. Ya le e dado las gracias por ofrecer su ayuda y con su permiso ahora si me iré - dijo ella muy seria, la verdad hubiera hecho lo mismo - Si claro perdóneme usted. ¿No necesita nada más? - le pregunte - No, gracias y adiós - dijo ella y dejándome con la palabra en la boca se marcho.

-¡Dios pero que mujer!- dije riéndome - Ryan y se puede saber a dónde han parado tus dotes de Don Juan - me dije a mi mismo mientras me montaba en mi auto. - Definitivamente esta mujer es diferente a las demás, tengo que saber más sobre ella - me dije a mi mismo mientras conducía.

Pov Paige

Estaba de camino a casa con todo lo que paso hasta se me olvido que había salido a cenar algo y por cierto ya ni hambre tengo. Estuve todo el camino recordando la escena como si de un crimen se tratase. Llegue aparque mi auto afuera y abrí la puerta y entre. Subi a mi habitación y me recosté en la cama y todo vino como un Flash-Back a mi mente, el sueño y luego cuando se me poncha una llanta.

- Paige que DIABLOS te pasa que tienes a ese idiota en tu mente - me dije a mi misma - el es igual a los demás y además quizás tenga novia, quizás es aquella bonita mujer quien estaba a su lado el día que entregue el pastel. El parecido no dice que puedan ser familia, hay personas que se parecen y no son familia. - me dije a mi misma - Por Dios ¿y desde cuando me importa quién es él, si es soltero, casado, o viudo? - me dije a mi misma otra vez. -Es mejor que me acueste a dormir ya e tenido suficiente por hoy - me dije otra vez, si lo sé soy una persona que habla con si misma muy a menudo que más da, así soy. Me quite el traje y los zapatos y me acosté a dormir y rápido caí en profundo sueño.

Huyendo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora