~1~

275 18 2
                                    

Odiada Diggory...

Espero que disfrutes de esa pozilga a la que llamáis "casa" y de tus vacaciones. Ojalá hayáis conseguido entradas para los Mundiales de Quidditch, aunque se que eso va a ser del todo improbable dada vuestra pobreza.

Estoy impaciente por ver en qué problemas sois capaces de meteros tú, San Potter, la Sangre Sucia y los Weasley.

Espero que no te expulsen ni que termines gravemente herida, no quiero perder a mi más preciada enemiga tan pronto.

DM

Apreté la carta que el Slytherin me había hecho llegar fuertemente entre mis manos con una sensación de lividez en mi estómago.

La majestuosa lechuza de Malfoy esperaba pacientemente en mi cuarto, la incomodidad se notaba en su mirada de desprecio.

No vacilé al coger un trozo de pergamino y empezar a escribir la respuesta que más pudiera hacer rabiar a Malfoy.

DRACO POV

Odiado Malfoy...

Me sorprende que te preocupes tanto por mí. No me lo esperaba.

Agradezco tu preocupación, pero me meteré en donde yo quiera.

Quién debería preocuparte es tu padre, debe estar muerto de vergüenza al ser derrotado por un profesor llorón y dos pajarracos.

Te voy a dar un poco de tranquilidad asegurándote que no te vas a deshacer fácilmente de mí, Platinado.

PD: Dafne 10 : Malfoy 6, que no se te olvide.

DD

*No se me ha olvidado, Diggory.*

DAFNE POV

En la carta que Malfoy me había mandado, pude detectar un suave perfume caro que me desagradó por completo y, bastante escondido, estaba ese olor a manzanas verdes característico del Slytherin.

-¿Diffy? ¿Que haces? ¿De quién es esa carta?- Mamá entró en mi cuarto con una cesta llena de ropa recién lavada.

-De nadie mamá, de nadie.- dije naturalmente, troceando la carta de Malfoy con una sonrisa en mi rostro. 

Esconder la carta que me había mandado Malfoy me hacía sentir... viva y emocionada.

-Bueno hija, ha mandado una lechuza Molly, que cuando quieras puedes pasarte por la madriguera-dijo, a lo que yo solo asentí 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al poco de llegar  yo a La Madriguera, Harry salió de la chimenea, tosiendo y desorientado.

*Supongo que habrían ido a por Harry*.

-¿Se lo comió?- preguntó Fred ansioso mientras le tendía a Harry la mano para ayudarlo a levantarse.

-Sí. ¿Qué era?- preguntó Harry con una risa en su rostro.

-Caramelo longuilinguo. Los hemos inventado George y yo, con la colaboración de la experta pocionista de la casa, y nos hemos pasado el verano buscando a alguien en quien probarlos...- dijo Fred, muy contento.

Todos prorrumpimos en carcajadas en la pequeña coci­na.

Vi que Harry observaba a su alrededor, y fijaba la mirada en Ron y George, quiénes esta­ban sentados a una mesa de madera desgastada de tanto restregarla.

La menor de los Diggory 4 (Draco Malfoy y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora