-No le digáis a vuestra madre que habéis apostado.- imploró a Fred y George, Arthur, bajando despacio por la escalera alfombrada de púrpura.
-No te preocupes, papá. Tenemos grandes planes para este dinero, y no queremos que nos lo confisquen.- dijo Fred muy contento.
Por un momento me dio la impresión de que Arthur iba a preguntar qué grandes planes eran aquéllos, pero, tras reflexionar un poco, pareció decidir que prefería no saberlo.
Pronto nos vimos rodeados por la multitud que abandonaba el estadio para regresar a las tiendas de campaña.
El aire de la noche llevaba hasta nosotros estridentes cantos mientras volvíamos por el camino iluminado de farolas, y los leprechauns no paraban de moverse velozmente por encima de nuestras cabezas, riéndose a carcajadas y agitando sus faroles.
Cuando por fin llegamos a las tiendas, nos despedimos de mi padre y de Cedric, y nadie tenía sueño y, dada la algarabía que había en nuestro entorno, Arthur consintió en que tomáramos todos juntos una última taza de chocolate con leche antes de acostarnos.
No tardamos en enzarzarnos en una agradable discusión sobre el partido.
Arthur se mostró en desacuerdo con Charlie en lo referente al comportamiento violento, y no dio por finalizado el análisis del partido hasta que Ginny se cayó dormida sobre la pequeña mesa, derramando el chocolate por el suelo.
Entonces nos mandó a todos a dormir.
Hermione, Ginny y yo nos metimos en nuestra tienda, nos pusimos nuestros pijamas y nos tumbamos, Ginny y yo en la litera y Hermione en la cama individual.
Desde nuestra tienda podía oír la conversación que mantenían los de la tienda vecina.
-¡Cómo me alegro de haber librado hoy! No me haría ninguna gracia tener que decirles a los irlandeses que se acabó la fiesta.- dijo el señor Weasley, medio dormido.
Cerré los ojos y dejé que mi mente vagara por el mundo de los sueños.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-¡FUEGO!- grité nada más despertar, asustando a mi hermana y a mi amiga.
Mi respiración era irregular y gotas de sudor caliente caían por mi rostro.
-¿Que ocurre, Diffy?- dijo una somnolienta Hermione.
-He tenido un sueño espantoso. Todo el campamento ardía en llamas.- dije con un leve temblor.
-Menudos sueños tienes...- dijo Ginny encima mío.
*Pero ese no era un sueño normal, eso era más que un sueño, se sentía tan real...*
En aquel preciso segundo, lo escuché.
El sonido del fuego.
El sonido de gritos y pisadas aterrorizadas.
-¡Levantaos! ¡Ron, Harry... deprisa, levantaos, es urgente!- escuché gritar a Arthur.
Por lo visto, Hermione y Ginny también habían reparado en que los ruidos del campamento sonaban distintos.
-¿Que esta pasando?- preguntó Ginny, asustada.
-No lo se. Será mejor que vayamos con el señor Weasley.- sugirió Hermione.
La chica solo cogió su varita y salió de la tienda, enfundada en un pijama rosa.
La menor de los Weasley también salió de la tienda con su varita solamente y un tierno pijama de osos pandas.
ESTÁS LEYENDO
La menor de los Diggory 4 (Draco Malfoy y tú)
Fanfiction(4ª película). -Quiero morir, Draco, quiero morirme... ¡Quiero desaparecer! ¿Porqué no me has dejado...? ¿Porqué me has salvado?- al oír el suplicio de la chica, el llanto roto que desprendía, algo dentro de mí se rompió, podía sentir la pena y el d...