MARATÓN 2/4
Cuando desperté a la mañana siguiente, había en el ambiente una definida tristeza de fin de vacaciones.
La lluvia seguía salpicando contra la ventana mientras me ponía los jeans y una sudadera.
Nos vestiríamos con las túnicas del colegio en el expreso de Hogwarts.
Cuando llegue al vestíbulo , mi madre apareció al pie de la escalera, con expresión preocupada.
-¡Amos! ¡Amos! ¡Mensaje urgente del Ministerio!- decía.
Me eché contra la pared cuando papá pasó metiendo mucho ruido, con la túnica puesta del revés, y desapareció de la vista a toda prisa.
Cuando entramos en la cocina, vi a mamá buscando nerviosa por los cajones del aparador y a mi padre inclinado sobre el fuego, hablando con Robert McCall y Arthur Weasley.
-... Los vecinos muggles oyeron explosiones y gritos, y por eso llamaron a esos... ¿cómo los llaman...?, "pocresías". Arthur, tienes que ir para allá...- decía el hombre, con mucha calma y rigurosidad.
-¡Aquí está!- dijo sin aliento mamá, poniendo en las manos de su marido un pedazo de pergamino, un tarro de tinta y una pluma estrujada.
-... Ha sido una suerte que yo me enterara. Tenía que ir temprano a la oficina para enviar un par de lechuzas, y encontré a todos los del Uso Indebido de la Magia que salían pitando. ¡Si Rita Skeeter se entera de esto, Arthur...!- decía McCall.
-¿Qué dice Ojoloco que sucedió?- preguntó Arthur, que abrió el tarro de tinta, mojó la pluma y se dispuso a tomar notas.
-Dice que oyó a un intruso en el patio de su casa. Dice que se acercaba sigilosamente a la casa, pero que los contenedores de basura lo cogieron por sorpresa.- dijo Robert, con resignación.
-¿Qué hicieron los contenedores de basura?- inquirió mi padre, escribiendo como loco.
-Por lo que sé, hicieron un ruido espantoso y prendieron fuego a la basura por todas partes. Parece ser que uno de los contenedores todavía andaba por allí cuando llegaron los "pocresías".- decía Robert con una dura voz.
-¿Y el intruso?- mi padre emitió un gruñido.
-Ya conoces a Ojoloco, Amos. ¿Que alguien se acercó al patio de su casa en medio de la noche? Me parece más probable que fuera un gato asustado que anduviera por allí cubierto de mondas de patata. Pero, si los del Uso Indebido de la Magia le echan las manos encima a Ojoloco, se la ha cargado. Piensa en su expediente. Tenemos que librarlo acusándolo de alguna cosa de poca monta, algo relacionado con tu departamento. ¿Qué tal lo de los contenedores que han explotado?- preguntó McCall con resignación de nuevo.
-Sería una buena precaución. ¿Ojoloco no usó la varita? ¿No atacó realmente a nadie?- Arthur fruncía el ceño mientras escribía rapidamente.
-Apuesto a que saltó de la cama y comenzó a echar maleficios contra todo lo que tenía a su alcance desde la ventana, pero les costará trabajo demostrarlo, porque no hay heridos.- dijo de nuevo pausadamente McCall.
-Bien, ahora vamos.- dijo mi padre a la vez que Arthur.
-Bueno chicos, voy a despedirme y ahora te veo Amos. Si me disculpan- dijo y se fue atraves de la chimenea
Se metió en el bolsillo el pergamino con las notas que había tomado y volvió a salir a toda prisa de la cocina.
La cabeza del señor McCall miró a mamá y después a mí.
-Lo siento, Stella, siento haber tenido que molestaros tan temprano... pero Arthur y Amos son los únicos que pueden salvar a Ojoloco, y se supone que es hoy cuando Ojoloco empieza su nuevo trabajo. ¿Por qué tendría que escoger esta noche...? Por cierto, ¿Dafne? Hayden te manda saludos.- dijo McCall, entreviendo una sonrisa en su rostro.
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La menor de los Diggory 4 (Draco Malfoy y tú)
Fanfiction(4ª película). -Quiero morir, Draco, quiero morirme... ¡Quiero desaparecer! ¿Porqué no me has dejado...? ¿Porqué me has salvado?- al oír el suplicio de la chica, el llanto roto que desprendía, algo dentro de mí se rompió, podía sentir la pena y el d...