10 votos y 10 comentarios y sigo
Me encontraba en una casa abandona lejos de la ciudad. Era una casa solitaria, perdida sin vida. Tenía mis manos amarradas atrás de mi espalda. Mis pies estaban atados con una soga, estaba tan apretado que ya se notaba las marcas que dejaba. Todo estaba oscuro y solo alumbraba la luna que se atravesaba por la ventana. Me sentía débil, deshidratada y sentía que me iba a ir en un agujero oscuro. Me sentía atrapada por la oscuridad, necesito una luz que me ayude a ser desatada. Unos gemidos se escuchaban al otro extremo de la habitación. Eran gemidos de dolor, su voz era de mujer. Miro donde proviene el gemido y visualizo a una mujer en mi mismo estado lo único que ella esta peor que yo. Tenía golpes de pies a cabeza y intentaba sentarse pero su cuerpo no se lo permitía. Me arrastro como un gusano hasta llegar a donde se encontraba ella. Su mirada estaba perdida en su propio mundo. No tenía ningún gesto en su rostro era como si estuviera imnotizada.
- Ayu-ayúdame- dijo con dificultad. Trate de responderle pero las palabras no salían de mis labios.
- Ayu-ayúdame- repitió ella un poco más fuerte. Su rostro se me hacia muy familiar.
- Lai-lah ayúdame...- dicho esto cierra sus ojos.-
- ¿Mama?...-
Me levanto de un brinco asustada. Sin darme cuenta tenía mis ojos empapados de lagrimas y estaba toda sudada. ¿Que fue todo esto? Mi respiración era irregular por lo que me tuve que calmar un poco para poder respirar. Llevo mi mano a mi pecho y respiro profundo. Nunca en mi vida había tenido un sueño así como el que tuve hace unos instantes. No se pero este sueño siento que es una señal o una advertencia de algo pero... ¿Con mi mamá? Si mamá la mataron yo se que ella no esta viva, ¿porqué después de casi un mes de su muerte viene aparecer estos tipos de sueño? Nunca he soñado con mis padres y esta fue la primera vez. Estoy confundida y aturdida, tengo tantos sentimientos mezclados que no se que pensar. Por una parte tengo una leve esperanza de que mi mamá esta viva pero, ¿en dónde? Otra parte me dice que es imposible que ella esté viva pues los disparos que escuche fueron varios y probablemente uno llego a ella. Tiro de mi cabello fuerte, esta sensación que siento ahora no es nada buena, siento como si estuviera en el pasado hace 4 meses atrás. No Lailah Evans quita esos sucios pensamientos de tu mente. No vuelvas a caer, no otra vez. Lo superaste, superaste en la depresión en que estabas, superaste cada obstáculo que te mantenía atada a la oscuridad. Ya saliste de esto no vuelvas de nuevo. Tenía una fuerte batalla en mis adentro que solo lo que quería era morirme en estos momentos. No quiero seguir viviendo, he estado en tantos problemas y situaciones que no me dejan vivir una vida normal. Pero en eso llega Amelia, por ella es que estoy aquí, por ella es que estoy luchando para que la oscuridad no vuelva a atraparme. Ella me mantiene firme y es la que me motiva a seguir adelante a pesar de los tropiezos. Ella es la luz que me hizo encontrar la salida de la oscuridad. Por eso la amo demasiado, podrá fastidiar a veces mi existencia pero siempre esta conmigo en todo.
Los sollozos disminuyen, limpio mi rostro y me acuesto de nuevo pero aun con los ojos abiertos. Luego llega el a mis pensamientos. Me hace una falta inmensa, su amor, cariño, su dulzura, las veces que nos hacíamos bromas el uno al otro, su ojos verdes esmeralda que hacia perderme en ellos, su cabello castaño largo y rizado que siempre me pasaba jugando con ellos. Como no olvidar sus besos, esos besos que con un solo roce ya me perdía en ellos. Desearía que estuviera aquí junto a mi diciéndome que todo va estar bien y que no me va a dejar sola. Suspiro eso ya no pasará el esta allá y yo estoy acá, a muchos kilómetros de distancia.
(***)
- Hey Zayn- lo saludo dandole un beso en la mejilla.
- Hey Lia, ¿preparada para el castigo?- dice divertido
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Refúgiame (H.S)
FanficTodo paso de un abrir y cerrar de ojos, imágenes de la escena rondaban por mi cabeza constantemente. Horas antes mi vida estaba completa o quizás "perfecta". Pero... Mi vida la destruyeron en menos de un segundo. No hay manera de explicar el dolor t...