Comme vous êtes impoli monsieur!

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Furina entró a la oficina, la mirada del Juez la siguió por al menos veinte pasos antes de hablar.

—Su señoría, es un gusto verlo hoy— sonrió, golpeando a la mirada fría de Neuvillette —Oh lo lamento, no quiero asociar mis suposiciones apresuradas a su forma de verme.

—No tiene por qué preocuparse Miss Furina, sus conclusiones no tienen referencia alguna en este momento— el tono neutral de Neuvillette volvió, solo le dolía la garganta.

No era una visita importante, la Arconte solo necesitaba un libro de las estanterías, una de las cuales no llamaban la atención del Juez. La serenidad con la que había entrado dejo curiosidad en su cabeza, le daba vueltas a su marea de tranquilidad ¿por qué Furina estaba un poco más distante? No, no distante, pero parecía vigilarlo en cada segundo.

                                      —

—Neuvillette debería estar esperándome, pero no he terminado de organizar todo esto— Wriothesley lanzó al aire ésto, con la mirada de la pequeña Sigewinne —No quiero dejar todo esto desordenado.

No lo parecía, pero bendito eran los trabajadores de la oficina, no tenían ningún problema con los registros del Fuerte Meropide. Lo meticuloso que era el Duque con estas cosas era sorprendente, no parecía saltarse ni una palabra, y una caligrafía única.

—Duque Wriothesley, tengo algo que darle su señor— tenía algo dentro de su palma ¡era una caramelo!

—Uh, se ve muy bien— el choque de palmas para entregar el dulce fue extraño, un cosquilleo recorrió a Wriothesley, alejando su brazo inmediatamente por el roce —Ey... Es una de tus bromas con electricidad.

—No señor, solo es un caramelo— sonrió inocente, la mirada fría de Wriothesley no lograba romper ese hilo de tranquilidad —Al parecer hay señoritas regalando dulces a la Melusinas.

—¿Una señora?

—Señorita— su rostro se doblo en enojo —Por favor, use adecuadamente los pronombres.

—Eso no es un pronombre.

—¡Ahg!— rugió, cómo el chillido de un ratón —Adios— Wriothesley no pudo evitar reír, desde lejos se veía la mancha roja que pintaba su rostro.

Al otro lado de la moneda, Neuvillette, en las calles frescas de Fontaine, algo absorto en sus pensamientos, otra nota de una tal...

Lirio blanquecino.

"Oh, Monsieur Neuvillette, sus bellos ojos adornan el vacio de mi necesitado corazón. Cada espectáculo mejor que el anterior, su grave voz me hace sentir bajo una capa de la nieve más fina.

Solo tenerlo en frente, presenciar su bello rostro, los violetas mirando fijamente mi rostro pálido.

Vacilante, esperando su encuentro y próxima aparición en su maravilloso Juicio.

Lirio blanquecino-"

Recordaba esas cartas de pies a cabeza, si no fuera por la escritura única y especial del Duque, juraría que era una carta falsa como broma o algo por el estilo.

Wriothesley, ¿no habían quedado de verse?

Bueno, más de una vez Sigewinne le hablo del estado de Duque.

"Siempre tartamudea algo mientras leé, pero no entiendo ¡Nada!"

Los gestos de la pequeña eran de completo confusión.

"Que interesante, tal vez podría ayudarte a descubrir que quiere decir el señor Wriothesley."

"Algo como: lib a llevarlo a la Amaba, soslo necesui cunvercelo"

𝘚𝖊𝖓𝘵ⅈm𝖊𝖓𝘵 Ɩ𝖓һ𝗎mɑ𝖓𝖊 ➳♡ [wriollete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora