One Shot con Benedict Cumberbatch

Mi ángel de la guarda

Me encontraba haciendo mis labores como ángel, hasta escucho la voz de Gabriel llamándome.

-Rafael, te estuve buscando.

-Dime Gabriel, ¿qué necesitas?

-Tienes una misión en la tierra y es... cuidar de una humana. -Dijo revisando una carpeta.

Gabriel me dio la información de la misión a detalle e información de la humana que tenia que cuidar, pero me salte algunas parte que me pareció irrelevantes, así que baje a la tierra para empezar con el encargo. Camine por las calles de Londres, donde empezaría con mi búsqueda de la humana, pero me sentía incomodo por toda la gente que me veían raro, hasta que alguien me tomo del brazo y me metió a una librería. Al entrar me taparon la boca y me sentaron en una silla.

-¿Rafael? -Se sorprendió de verme.

-Oh, ¿me conoces?

El hombre me miro asustado de pies a cabeza, hasta que la puerta de la tienda se abrió. Era un demonio, pero no sabia por qué me estaban reteniendo.

-¿Qué hace un demonio aquí? -Mire al ángel que me reguardaba con confusión.

-¿Rafael? -Dijo el demonio.

El demonio y el ángel se alejaron de mi y se pusieron a discutir, pero yo no tenia que volver a mi misión así que me pare y me dirigí a la puerta para buscar a la humana, hasta que los dos hombres me detuvieron. Los mire enojado y trate de salir de nuevo, pero no me dejaban ir, hasta que les explique de mi misión.

-¿Entonces, estas para cuidar de una humana?

-Si y la tengo que encontrar ya.

-Si quieres te podemos ayudar. -Dijo el ángel

-¿Enserio?, gracias. -Lo abrace emocionado a lo que el ángel se sonrojo un poco.

Los dos me dijeron que se llamaban Crowley y Aziraphale, la verdad me explicaron mucho del mundo humano y me ensañaron a vestirme y a actuar como humano. Les di las gracias, pero aun me quedaba la duda de como me conocían, le di vuelta a mi duda hasta que me choque con alguien. Era ella, la humana a la que debía cuidar aunque su vibra no me dice que sea una simple humana, así que la seguí para cuidarla.

Ella se dirigía a una zona oscura y se encontró con un grupo de chicas para ir otra sitio no tan transitado, ya esta anocheciendo y aun sigue caminando.

-Por fin se detuvo, ya me estaba cansando. -Me escondí detrás de una pared.

A lo lejos pude ver que habían hombres parados que estaban dando servicio de algo, pero no sabia de que así me adelante antes que llegaran y me puse también ahí para cuidar de mi objetivo, hice un pequeño milagro para estar igual a los demás tipos. Se acercaron y vi como tocaban todo el cuerpo de una de los chicos, me asuste y me pregunte que tipo de servicio estaban ofreciendo, hasta que ella se puso enfrente mio y empezó a desabotonar mi camisa.

-¿Cómo te llamas bombón? -Se mordió el labio inferior y no puedo estar más nervioso, a que clase de humana me mandaron a cuidar.

-Me lla-llamo Ra... Benedict, me llamo Benedict

-Umm... Benedict, bonito nombre. Iré directo al gano, ¿cuanto cobras? -Me seguía tocando y no podía evitar sonrojarme de la vergüenza.

-¿20 libras...? -No sabia que es lo que estaba diciendo, pero solo le seguí la corriente.

-Vaya, entonces acepto. ¿Vamos? -Me jalo de la corbata y me llevo a un hotel.

Al entrar a la habitación me empujo a la cama, me quitó la ropa y me empezó a besar por todo el cuerpo, no sabia que estaba pasando pero creo que me estaba empezando a gustar, solté un gemido suave y sentí como una parte de mi cuerpo se endurecía.

-Vaya, estas muy eréctil con solo unos besos. Me gusta que los hombres con los que me acuesto queden sometidos a mi. -Me beso en la boca y yo le correspondí, como si quisiera hacerlo por siempre.

Ella se puso encima de mi y introdujo mi intimidad dentro de ella, gemí fuerte ante esta sensación que no conocía, pero cada vez estaba cediendo a su juego. No puedo soportarlo y ahora yo la bese en los labios, pero volví a sentir esa vibra extraña de parte de ella y ahí donde me di cuenta de que en verdad ella era...

-Aléjate de mi demonio -La quite de mi y con un milagro me puse mi ropa.

-No creí que me llamarían así en un buen tiempo. -Ella uso un milagro demoníaco para amarrarme a la cama con unas correas.

-Tu no eres la humana que debo cuidar. -Comente molesto.

-¿Qué?, no puedo creer que mandaron a cuidar de esta humana, me gusta su cuerpo así que me lo quedare. -Descaradamente se burlo y se acerco a mi para tocarme.

Quería hacer otro milagro pero ella impidió que lo realizara, me beso el abdomen hasta llegar a mi miembro y se lo metió en la boca empezando a estimularme, no podía evitarlo y eyacule dentro de su boca, ella solo sonreía en son de burla. Se puso en mi regazo haciendo que entre en ella y empezó a moverse como si estuviera montando un caballo, no podía evitar gemir mientras que tocaba mis pezones, era tan extraño todo esto que no podía evitar gustarme.

-En la librería-

-Oye Crowley, ¿recuerdas como dijo Rafael que se llamaba la chica? -Se quito los lentes para luego mirarlo.

-Déjame ver, Rafael dejo su carpeta de misión según él ya era todo un humano. -Agarro la carpeta y la empezó a leer, dándose cuenta de algo.

-¿Que pasa? Tu cara me asusta.

-Creo que cometimos un error al dejarlo ir, mira. -Crowley le mostró la carpeta a Aziraphale y se le abrió los ojos por lo que descubrieron.

La humana que tenia que cuidar Rafael estaba poseída por la demonio de la lujuria y su misión en realidad era extorsionarla y custodiar de la demonio para que no posea más cuerpos. Aziraphale se sorprendió de que la chica estuviera poseída, pero Crowley estaba un poco preocupado, porque conocía a ese demonio y sabe que le gustan mucho los ángeles e incluso quiso meterse con Aziraphale pero él lo impidió. Así que los dos se pusieron a buscar a Rafael, así que con el olfato de Crowley pudieron encontrarlo saliendo de un hotel abrazado de la demonio, pero se sorprendió ver a ella en persona y no a la humana que aparecía en la foto.

-Oh no...