Capítulo 6

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Las clases finalmente concluyeron, y el bullicio de los estudiantes llenó los pasillos mientras empacaban sus cosas. Seo-jun, con la intención de acercarse nuevamente a Li Mei para llevarla a casa, se preparó para dar el paso, pero antes de que pudiera hacerlo, Su Ho se adelantó con una sonrisa.

"Li Mei, ire con Soo-jin a estudiar, ¿vienes?"

Li Mei, apreciando la oferta de Su Ho, no le gustaba la idea de ir a estudiar con Soo-jin quien empezo con esos comentarios de ella "Me gustaría pero iba ir con seo-jun a comer ". Inventando una excusa para no ir y zafarse de la incomodidad que se presentaba.

Seo-jun, que se encontraba, sorprendido por lo que ella dijo.

Con una expresión que mezclaba desilusión y resignación, Seo-jun decidió retirarse discretamente. "Bueno, me voy entonces. Nos vemos", dijo con un tono neutral, evitando mirar directamente a Li Mei.

Li Mei notó la actitud distante de Seo-jun y sintió una extraña incomodidad. "Seo-jun, ¿iremos a comer, no? ".

Su Ho intervino rápidamente. "Oh, no te preocupes, Li Mei. Seo-jun de seguro esta ocupado".

Seo-jun, sintiéndose aún más excluido, asintió brevemente. "Deberías ir con ellos, adiós".

Se retiró del lugar, dejando a Li Mei y Su Ho para su sesión de estudio. Mientras caminaba por los pasillos, Seo-jun lidiaba con una sensación de miseria y frustración.

Li Mei, a pesar de la oferta de Su Ho para estudiar juntos, sintió una incomodidad palpable. Cuando estuvieron a punto de irse, ella se detuvo y le confesó a Su Ho con sinceridad, "Su Ho, en realidad no me siento cómoda. ¿puede ser otro día".

Su Ho, comprendiendo la situación, asintió con comprensión. "Entiendo, Li Mei. No deberías hacer algo que te haga sentir incómoda. Nos vemos mañana en clase, ¿está bien?"

Li Mei sonrió agradecida. "¡Claro! Hasta mañana, Su Ho".

Mientras caminaba sola a casa, Li Mei pasó por una cafetería cercana. Al mirar hacia adentro, notó a Seo-jun trabajando en el mostrador. Decidió entrar y se acercó a él con cautela.

"¡Hola, Seo-jun! ¿Cómo estás?" saludó Li Mei, intentando romper la tensión que se había acumulado entre ellos.

Seo-jun levantó la mirada y le devolvió una sonrisa amistosa. "Hola, Li Mei. ¿Cómo te fue en tu sesión de estudio con Su Ho?"

Li Mei se encogió de hombros con una expresión sincera. "No fui. Me sentí incómoda. ".

"Cada uno tiene sus razones. ¿Quieres un café?". dijo seo-jun.

Li Mei asintió agradecida, y mientras compartían una taza de café, la conversación fluyó de manera más relajada.

La conversación entre Li Mei y Seo-jun fluyó con naturalidad en la cafetería. Los dos compartieron anécdotas sobre sus días, dejando de lado la incomodidad que había surgido anteriormente. La conexión entre ellos parecía renacer en ese pequeño rincón acogedor.

"¿Cómo has encontrado la escuela hasta ahora?" preguntó Seo-jun, tratando de hacer la charla más ligera.

Li Mei reflexionó por un momento antes de responder. "Es diferente de mi antigua escuela, pero creo que me adaptaré. Aunque ha habido algunos... giros inesperados".

Seo-jun sonrió con complicidad. "Sí, entiendo eso. La vida escolar siempre tiene sorpresas reservadas para nosotros".

Li Mei asintió, sintiéndose más cómoda con cada palabra intercambiada. La conversación luego derivó hacia temas más ligeros, como películas favoritas y pasatiempos. Seo-jun compartió su amor por la música, y Li Mei reveló su pasión por la pintura.

Con el tiempo, la tensión que había existido entre ellos comenzó a desvanecerse. La cafetería se convirtió en un refugio donde podían ser ellos mismos, lejos de los murmuros de los pasillos escolares.

Después de un rato, Li Mei miró el reloj y se dio cuenta de que ya era tarde. "Debería irme a casa. Gracias por el café y la conversación, Seo-jun. Realmente lo aprecio".

Seo-jun asintió con una sonrisa. "No hay problema, Li Mei. Si alguna vez necesitas hablar o tomar un café, aquí estaré".

Li Mei se despidió y salió de la cafetería, llevándose consigo una sensación reconfortante. Mientras caminaba hacia su hogar, reflexionó sobre cómo, a pesar de los obstáculos y malentendidos, estaba construyendo una nueva conexión con Seo-jun.

En la cafetería, Seo-jun observó cómo Li Mei se alejaba y suspiró. La historia entre ellos aún estaba por escribirse, pero en ese momento, la esperanza de una amistad genuina florecía entre los altibajos de la vida escolar.

"Somos mundos completamente diferentes". Dijo seo-jun viéndola irse.

Después de su encuentro en la cafetería con Seo-jun, Li Mei regresó a casa y encontró a su padre esperándola en la sala. Su padre, con una expresión seria, la hizo sentar a su lado.

"Li Mei, he estado hablando con el director de la escuela", comenzó su padre en tono serio. "Me enteré de que te ha asignado a un grupo de estudio con los mejores estudiantes. Necesitas concentrarte y asegurarte de obtener las mejores calificaciones".

Li Mei, sintiéndose incómoda por la falta de reconocimiento hacia sus sentimientos y deseos personales, trató de expresarse. "Papá, sé que las calificaciones son importantes, pero también quiero hacer cosas que me hagan feliz. No solo se trata de estudiar todo el tiempo".

Su padre la miró con firmeza. "Li Mei, en esta casa valoramos el éxito académico. No puedes perder el tiempo en cosas que no te llevarán a una carrera exitosa".

Li Mei, frustrada por la falta de comprensión, bajó la mirada. "Pero, papá, también necesito equilibrio. No quiero sentirme atrapada solo en los estudios".

Su padre, con tono autoritario, concluyó, "Espero que entiendas que esto es para tu propio bien. De ahora en adelante, quiero que te enfoques exclusivamente en tus estudios".

Li Mei, sintiéndose atrapada en las expectativas de su padre, se retiró a su habitación con un peso en el corazón.

por otro lado.

"¡Hola, mamá! ¿Qué te trae por aquí?" saludó Seo-jun con entusiasmo.

Su madre le devolvió la sonrisa y se acercó a él. "Solo quería asegurarme de que estés comiendo bien, hijo. Pensé en traerte algo casero".

Seo-jun agradeció y tomó la bolsa con curiosidad. "¿Qué has traído?"

Su madre comenzó a sacar recipientes de comida deliciosamente preparada. "Aquí tienes tu platillo favorito, el bulgogi, y también preparé algunas empanadas de kimchi. Espero que te gusten".

Seo-jun sonrió ampliamente. "¡Claro que sí! Gracias, mamá. Tu comida siempre es la mejor".

Se sentaron juntos en una mesa mientras disfrutaban de la comida casera. La cafetería estaba tranquila, y madre e hijo compartieron risas y anécdotas de sus respectivos días.

Su madre, después de un momento, miró a Seo-jun con cariño. "Hijo, ¿cómo te sientes en la escuela? "

Seo-jun suspiró y reflexionó sobre los recientes acontecimientos en su vida escolar. "Ha habido algunos cambios, pero estoy bien."

Su madre escuchó atentamente, expresando su apoyo y alentándolo a seguir sin rendirse.

Al final de la conversación, Seo-jun agradeció a su madre por la comida y el apoyo constante. "Gracias, mamá. Siempre haces que todo sea un poco más fácil".

Su madre le dio un abrazo afectuoso. "Eres mi tesoro, Seo-jun. Siempre estoy aquí para ti, pase lo que pase".





Sombras del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora