Sombras del amor

Capítulo 15

Al llegar a la casa de Li Mei, Seo-jun se despidió con un abrazo cálido, disfrutando del momento compartido.

Seo-jun: "Gracias por un día increíble, Li Mei. Me la pasé genial contigo."

Li Mei, nerviosa pero sonriente, respondió: "Sí, yo también. Te ves lindo sonriendo, Seo-jun."

Antes de que la sonrisa contagiosa de Seo-jun pudiera provocar más efectos en Li Mei, ella se retiró rápidamente, cerrando la puerta tras de sí. Seo-jun, saltando de alegría por las calles durante un breve momento, se detuvo de repente, susurrándose a sí mismo con incredulidad.

Seo-jun, susurrando: "¿Qué me pasa? ¡No puedo dejar de sonreír como un idiota! ¿En qué me has convertido, Li Mei?"

Mientras caminaba por las calles con una sonrisa que no podía controlar, Seo-jun se dio cuenta de que algo estaba cambiando en él. La presencia y la alegría de Li Mei estaban dejando una marca indeleble en su corazón.

Seo-jun, reflexionando: "Nunca pensé que un día normal se convertiría en algo tan especial. ¿Qué está pasando conmigo?"

La sonrisa única de Seo-jun, que había cautivado a Li Mei, se convirtió en un misterio incluso para él mismo. Mientras continuaba su camino, Seo-jun no podía evitar preguntarse cómo una simple tarde había alterado su mundo de manera tan inesperada.

Al día siguiente en la escuela, Seo-jun irrumpió en las aulas con una transformación sorprendente. Una sonrisa resplandeciente adornaba su rostro, y sus compañeros de clase lo miraban con asombro, incapaces de reconocer al chico que solía llevar una expresión más seria. En su mano, Seo-jun sostenía una bolsa de regalo rosa decorada con un lazo elegante y un tarjetón que decía "Para Li Mei".

Dentro de la bolsa, cuidadosamente envuelta, se encontraba una esfera de nieve única. En su interior, un paisaje invernal cobraba vida con pequeños copos de nieve que caían suavemente sobre una pareja de pingüinos. Al agitar la esfera, los copos de nieve danzaban alrededor de los adorables pingüinos, creando una escena mágica y encantadora.

Mientras tanto, Li Mei llegaba a la escuela con una sonrisa radiante y enamorada. En su mano llevaba una bolsa de regalo negra con un lazo elegante y un tarjetón que decía "Para Seo-jun". Dentro de la bolsa, cuidadosamente protegido, descansaba un atrapasueños excepcional, hecho a mano por Li Mei la noche anterior.

Este atrapasueños no era común; era una obra de arte única. En lugar de las típicas plumas, Li Mei había utilizado hilos de colores que se entrelazaban de manera armoniosa, formando patrones hermosos. En el centro del atrapasueños, un pequeño símbolo de la luna y las estrellas brillaba con destellos plateados. Li Mei había puesto tanto cuidado y amor en cada detalle, creando un regalo que era más que un simple objeto decorativo.

Los estudiantes lo miraban confundidos mientras él se dirigía hacia Li Mei con una sonrisa brillante.

Seo-jun: "¡Buenos días, Li Mei! Traje algo para agradecerte por lo de ayer"

Li Mei, sorprendida por la actitud alegre de Seo-jun, respondió: "¡Buenos días, Seo-jun! no tenias por que darme algo"

Seo-jun entregó la bolsa a Li Mei, quien la abrió con curiosidad. Dentro, encontró una esfera de nieve encantadora con un paisaje invernal y pingüinos juguetones.

Li Mei, emocionada: "¡Oh, Seo-jun, es hermoso! Gracias, muchas gracias."

Seo-jun, sonriendo: "Pensé que te gustaría. Quería darte algo especial."

Pero... Seo-jun. También tengo algo para ti."

Seo-jun, intrigado, sorprendido y conmovido, abrió el regalo con cuidado. Al ver el atrapasueños, quedó impresionado por la creatividad y la dedicación de Li Mei.