Capítulo 10

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Al llegar a casa, un aire de tensión flotaba en el aire. Li Mei y Ju-won intercambiaron miradas preocupadas al notar cosas tiradas y vidrios rotos en el suelo. Al adentrarse en la sala, se encontraron con la figura imponente de su padre, rodeado de las obras de arte de Li Mei esparcidas sobre la mesa.

El padre, mirando fríamente a Li Mei, abordó el tema de manera directa.

Padre: "¿Sigues dibujando a mis espaldas, Li Mei? Pensé que te había dejado claro que eso no era aceptable."

Li Mei, nerviosa pero decidida, respondió: "Papá, el arte es lo que amo. No puedo dejar de hacerlo, incluso si no estás de acuerdo."

El padre, visiblemente enfadado, dio un golpe en la mesa, haciendo que algunas hojas de papel volaran por el aire.

Padre: "¡No puedo creer que desafíes constantemente mis decisiones! Esto no es lo que esperaba de ti."

Ju-won, interveniendo: "Papá, no puedes tratar a Li Mei así. Su arte es parte de quien es, y no deberías destruirlo."

El padre, mirando a Ju-won con desdén, dijo: "Tú no entiendes nada. Esta niña está arruinando su futuro con esas tonterías artísticas."

Li Mei, sintiendo el nudo en su garganta, respondió: "Papá, no me estás arruinando el futuro. El arte es mi pasión, y no pienso renunciar a eso."

La situación en la sala se volvía cada vez más intensa, con los sentimientos de Li Mei y Ju-won chocando contra la firmeza del padre.

La sala estaba llena de tensión mientras el padre de Li Mei expresaba su descontento por el amor de Li Mei por el arte. Li Mei, sintiéndose impotente, se mantenía en silencio, temiendo empeorar la situación.

Ju-won, incapaz de contener su frustración, intervino con determinación.

Ju-won: "Papá, no puedes seguir haciendo esto. Li Mei tiene el derecho de perseguir sus sueños y su pasión. No es justo que la obligues a renunciar a lo que ama."

El padre, enojado, contraatacó: "Estás fuera de lugar, Ju-won. Este es un asunto entre nosotros."

Ju-won, decidido, se acercó a la mesa y comenzó a recoger cuidadosamente las obras de arte de Li Mei.

Ju-won: "Si no puedes respetar sus decisiones, entonces me llevo sus cosas. Li Mei se quedará conmigo por un tiempo."

Li Mei, sorprendida por la intervención de Ju-won, lo miró con gratitud mientras él empacaba las creaciones artísticas en una bolsa.

Padre, furioso: "¿Cómo te atreves a llevar sus cosas sin mi permiso?"

Ju-won, sosteniendo la bolsa con firmeza: "Si no puedes respetar a Li Mei, entonces no mereces tener sus cosas aquí. Me la llevaré a mi apartamento."

Li Mei, finalmente encontrando su voz, agregó: "Gracias, Ju-won."

El padre, frustrado pero sin poder detenerlos, vio cómo Ju-won y Li Mei salían de la casa, llevándose consigo el arte que representaba la pasión y la identidad de Li Mei.

El apartamento de Ju-won ofrecía un refugio tranquilo lejos de la tensión en casa. Li Mei se sintió aliviada al estar lejos de la presión de su padre y agradecida por la intervención de Ju-won. Después de un breve silencio, Ju-won se volvió hacia Li Mei con una sonrisa tranquilizadora.

Ju-won: "Mañana podemos ir de compras para que tengas ropa aquí. No quiero que tengas que volver a casa por tus cosas."

Li Mei, con los ojos brillantes, se lanzó hacia Ju-won en un abrazo apretado. Fue un gesto lleno de gratitud y alivio, expresando más de lo que las palabras podrían transmitir.

Sombras del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora