Capitulo Cinco (Final)

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Ese beso era distinto, no era dulce, suave y tierno.

Ambos se besaban con pasión, Luna pasó sus manos por el cabello de su amado mientras él acariciaba su cintura.

Pronto, Luna estaba en su regazo y Callum besaba su cuello.

Unos segundos pasaron cuando el Andersen paró de besar la piel de la rubia y susurró.

-Deberíamos parar.. -su voz algo ronca hizo que Luna sintiera un cosquilleo.

-No.. No quiero parar.. -Luna no sabía que hacía, solo se dejaba llevar.

Y así ambos volvieron a besarse, Callum llevó a Luna a la cama y con delicadeza dejó a su amada sobre la misma.

Una camisa, una falda, una corbata, todas sus prendas cayeron al suelo de la habitación.

Callum besaba el cuello de Luna dejando marcas, bajaba lentamente hasta llegar a sus pechos, donde dejó pequeños besos en ambos.

-Ev-Evan..

Luna llevó sus manos al cabello de Callum y tiró de el, el chico subió sus besos nuevamente y besó los labios de la rubia con pasión.

En ese momento el chico dejó de besarla y le extendió dos dedos.

-Lame.. -Su ronca voz hizo que la rubia abra la boca y lama los dedos rápidamente.

El castaño miraba con atención a la chica, segundos después se dió cuenta que debía sacar sus dedos y lo hizo.

-Puede ser un poco incómodo, ¿si?

Ella asintió lentamente.

El dedo índice y el del medio, se metían por la apretada entrada de Luna, haciendo que esta suelte un gemido ahogado por los besos del chico. Empezó con los movimientos de arriba y abajo, golpeando sus paredes, creando una sensación extraña en su interior.

Sus dedos entraban y salían con gran rapidez, creando sonidos placenteros con el flujo de Luna.

Los dedos de Andersen eran lubricados por esos líquidos, permitiendo más facilidad a la hora de meter sus dedos más profundo en el interior de la Lovegood.

Andersen dejó de besar a Luna deseando oír sus suaves gemidos.

Luna soltaba pequeños gemidos, sintiendo los dedos de Callum moverse con rapidez, Callum se detuvo al creer que ella ya estaría lista.

Miró su mesa de noche y buscó en los cajones un pequeño paquete, lo abrió con sus manos y colocó el condón en su miembro.

-Ésto dolerá un poco, ¿está bien? Si quieres que me detenga solo dímelo.

Lovegood asintió con la cabeza, Evan comenzó a empujar su miembro dentro de la chica lentamente.

La rubia se quejó y Evan se detuvo, comenzó a susurrar en su oído cosas tranquilizadoras y a besar sus labios tratando de distraerla de ese dolor.

-Tranquila, linda..

Luna movió sus caderas y Callum entendió que podía comenzar a moverse.

Callum comenzó a moverse lentamente, con miedo a hacerle daño, besaba su cuello y Luna rasguñaba su espalda gimiendo su nombre.

-C-callum.. -Luna intentó tapar su boca, pero Callum no la dejó, quería oírla.. Oír su nombre salir de esos hermosos labios.

Mientras más rápido se movía Callum, Luna comenzaba a gritar su nombre más fuerte.

El sonido de sus pieles, los suspiros, los gemidos y susurros retumbaban en la habitación.

Las embestidas de Callum la hacían sentir en todos lados menos la tierra.

Evan iba aumentando la velocidad a medida que las paredes de Luna se dilataban, quería hacerle el menor daño posible.

Luna se retorcía en la cama del placer que le estaban otorgando. Se deshacía en gemidos y jadeos, arañando la espalda de su amante.

Callum aumento la velocidad, haciéndola gemir más fuerte, también los arañazos en su espalda fueron las dolorosos pero no le importaba, en ese momento solo quería llegar a la cúspide del placer.

- E-evan...-. Gimió Luna, atrayendo el rostro del chico al suyo para besarlo.

Al separarse, Andersen dijo:

- Te amo, Luna, te amo más que a nada -. Gruñó, empezaba a sentir ese cosquilleo que le decía que ya estaba cerca de acabar.

Una corriente eléctrica atravesó su columna, fue por sus muslos, su duro falo para luego terminar en el glande con una potente eyaculación.

-Tu.. Tu eres mía.. -Susurró Callum en su oído.

Luna quería hablar, pero los gemidos no la dejaban hacerlo, entonces solo asintió lentamente.

Callum salió de su interior, tiró el condón en el cesto de basura y se dejó caer a su lado, con un brazo envolvió la cintura de la rubia y sonrió.

—Eso fue hermoso..

Luna escondió su rostro en el cuello del chico.

—Fue lindo.. No sabía que podías hacerme sentir así, Callum.

Callum se sonrojó y no dijo nada por unos minutos.

—¿Deberíamos vestirnos?

●◉◎◈◎◉●

Exactamente dos años habían pasado, con 16 años Callum y Luna decidieron escapar del mundo mágico y de Londres por la guerra mágica, comenzando un viaje y escapando de mortífagos que los buscaban.

Encontraron una linda ciudad bastante lejos de Londres y decidieron quedarse allí hasta que acabara todo el peligro.

El tiempo pasó y con eso cumplieron 17 años, Londres aún no era seguro, eso estaba claro, ambos continuaron en esa hermosa ciudad, comenzando a estudiar y trabajar para poder pagar el lugar donde se quedaban, si bien fue difícil adaptarse al mundo muggle y dejar la magia de lado, tuvieron que hacerlo si no querían morir a manos de mortífagos o Voldemort.

Mientras tanto, sus amigos comenzaban a preocuparse al no tener señales de ellos, el pensar que Voldemort los tenía, o estaban perdidos o peor.. ¡Muertos!

Lo bueno era que ambos se encontraban bien y que estaban mejor lejos del mundo mágico.

En el tiempo que estuvieron viviendo en la ciudad, fueron bendecidos con un embarazo.

La felicidad de ambos era tanta, que ya nada les importaba, querían vivir felices y en familia, con sus hijos.

Elian y Eros Andersen Lovegood.

ᴀᴍᴏʀᴛᴇɴᴛɪᴀ | ʟᴜɴᴀ ʟᴏᴠᴇɢᴏᴏᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora