Epilogo

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Luna estaba tranquilamente sentada en el sofá de la sala de su casa, mirando televisión mientras acariciaba su enorme vientre.

Cuando quedo embarazada sintió una enorme dicha, estaba tan feliz que no le alcanzaban las palabras para describirlo.

Y ni hablar de cuándo se lo dijo a Evan... Este se emociono tanto que hasta se había desmayado.

Ahora, el hombre estaba en la cocina, preparando un pudín para su pareja, un antojo por su embarazo.

Lovegood, cuando sintió ganas de ir al baño, se paro pero escucho como si agua caía al suelo, miro abajo, tenia sus pantalones empapados y había un charco en la alfombra.

La atravesó un fuerte dolor en si vientre, se sentó de nuevo en el sofá y llamó a Callum.

- ¡Evan! ¡Ven rápido! ¡Se me rompió la fuente! -. Gritó, aguantando el dolor que sentía en su vientre.

Apareció Andersen, con una expresión confundida y preocupada.

- ¡Llamare a una ambulancia! ¡Aguanta un poco! -. Exclamo, yendo hasta el teléfono fijo que tenia la casa.

Marco el número, espero algunos segundos que se le hicieron eternos, desesperandose cada vez más al oír el sonido de los jadeos de dolor que soltaba Luna.

- 911, ¿cual es su emergencia? -. Por fin habían atendido, y sin medir el tono de su voz, respondió:

- ¡Mi... esposa... esta por dar a luz! ¡Envíen una ambulancia, por favor! -. Después de decir aquello, le dio los datos que la joven al otro lado del teléfono le pedía.

- Esta bien... ya enviamos una ambulancia, espere paciente, por favor -. Y colgó.

Evan rápidamente fue con Luna, esta ya tenía la frente perlada en sudor, con ambas manos sosteniendo su vientre. Tomó la mano que Callum le ofreció sin dudarlo. Al apretarla, soltó una muy pequeña sonrisa al ver la cara de dolor que puso Evan.

Siguieron así unos pocos minutos más, hasta que llegó la ambulancia.

Andersen los recibió, vio como subían a Luna a una camilla y luego los subieron a ambos a la ambulancia.

Iban rápidamente hasta al hospital, Luna sufría cada vez más las contracciones.

- Ya casi llegamos...-. Susurró Callum, limpiando el sudor de su frente. Luna solo asintió.

Después de unos minutos, llegaron al hospital. Rápidamente bajaron a Luna y la llevaron a la sala de parto.

Él intento ir con ella, pero se lo impidieron, diciéndole que se debía quedar en la sala de espera.

Podía oír los gritos de dolor de Luna. Esta hacia todo su esfuerzo por pujar y poder parir a sus hijos, ya los quería tener en brazos, ver como eran sus rostros, de que color serían sus cabellos, sus ojos...

El dolor era cada vez más y más intenso.

- ¡Ya se le ve la cabeza! ¡Puja un poco más! -. Exclamo la partera.

- ¡Aaahhhgg! -. Gritó Luna, pujando lo más que podía.

- Lo estás haciendo increíble, sigue así -. Dijo una enfermera.

Cuando pasaron ya dos horas, nació el primer bebé, y su llanto inundó toda la pequeña sala de parto.

Luna lloro de felicidad al verlo, era hermoso cuando la enfermera se lo llevó para colocarle las vacunas al bebé, recordó que el segundo seguía en su interior y siguió pujando.

Este tardo solo quince minutos, ya que su canal de parto estaba lo suficientemente dilatado.

Un segundo llanto inundo la habitación. Lloro con más fuerza al verlo.

●◉◎◈◎◉●

Ya habían pasado varias horas desde que dio a luz, estaba amamantando a uno de los bebés, mientras que el otro dormía en brazos de su padre.

- Son hermosos... como tu -. Susurró, Evan, mirando al bebe que tenía en brazos.

- Lo se -. Río, Luna.

- ¿Qué nombres les ponemos? -. Preguntó, mirándola a los ojos.

- Elian -. Miro al que tenia Evan en brazos -. Y Eros -. Miró al que ella tenía.

- Me encantan -.

~Fin~

ᴀᴍᴏʀᴛᴇɴᴛɪᴀ | ʟᴜɴᴀ ʟᴏᴠᴇɢᴏᴏᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora