Mágica navidad

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(mini historia escrita para un desafío con palabras que debía usar, las que dejé subrayadas)

La casa de los Grinch en navidad era la más hermosa y llamativa del pueblo todos los años. Tenían un pino enorme y antiguo en el costado de la casa que era casi una mansión, que cada año decoraban completo con muchas luces y adornos preparados por ellos mismos y por los vecinos que gustosos iban a ayudar a colocar en una alegre celebración. Cada uno era único y llevaba el nombre de su creador, sea un niño o un adulto, todos participaban de esta ya arraigada tradición local.

El gigante árbol de navidad parecía tener magia propia porque hasta la nieve se alejaba de su zona, dejándolo intacto, aunque los alrededores se llenaran de un manto blanco, por lo que los adornos y sus nombres siempre eran bien vistos. Pero eso no era lo más increíble, lo mejor de las fiestas era la cena del 24 de diciembre que los Grinch organizaban para los vecinos más influyentes del pueblo. Siempre eran super lujosas y abundantes, no escatimaban en ningún detalle. Desde lo salado a lo dulce todo era de la mejor calidad, la mejor apariencia y lo más delicioso que cualquier asistente hubiera comido ese año.

Pero cada cierto tiempo esta cena se volvía más especial, ya que no solo los más Vip eran invitados, si no que vecinos humildes podían ser elegidos para ese honor. El problema era que esos invitados no estaban del todo contentos en asistir a tan lujosa cena, no luego de que se dieran cuenta en el pueblo que los humildes asistentes de veces anteriores no todos regresaban a sus hogares el 25.

Aún así ninguno faltaba, con miedo y todo debían ir, porque también se sabía que los que si regresaban luego se convertirían en Vips, porque las suerte les cambiaba tanto que se volvían ricos o hasta millonarios en poco tiempo.

Y todo esto, aunque parezca muy raro, se decidía con un bombón.

Al final de la increíble cena cada invitado, fuera nuevo o no, debía agarrar un bombón de una fuente especial de plata que estaba tapada durante toda la noche hasta ese momento. Todos tenían la misma apariencia y peso, por lo que no podían adivinar solo con verlos o compararlos levantándolos, cuál era bueno y cual no. Tomaban uno y lo dejaban en su plato, y cuando el reloj marcaba las 12, en lugar de brindar todos debían cortar con su cuchillo a la mitad el bombón.

Dentro de todos los "salvados" encontrarían pasta de bellota, pero si la pasta era roja, por ser de frutilla, esos 10 desafortunados eran llevados hacia el sótano de inmediato. Allí se encontraba la criatura mitológica responsable de que los Grinch y varias familias suertudas de la comunidad tuvieran las riquezas que éste les prometió a los fundadores del pueblo, a cambio de un sacrificio digno cada cierta cantidad de años. En caso de no cumplir con su pedido la criatura llamada Krampus saldría de su escondite y se llevaría a los niños que se portaron mal durante ese mes, ya que esa era su verdadera naturaleza.

El árbol mágico también servía para descubrir quienes merecían ser invitados o no, porque se evaluaba el esfuerzo y amor que le ponían a sus adornos o quienes no lo llevaron directamente. Los que pasaban por el pueblo y veían esta tradición tan mágica y agradable, pensaban que era una especie de competencia local realizada por el municipio, ya que eran todos muy elaborados y bonitos, pero los locales sabían muy bien que era algo de vida o muerte.

Fin

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