CAP. O1

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— Así que como te decía, me gustaría que te involucraras más, sobre todo ahora que Hanna está llevando las oficinas de Mónaco y ha dejado una vacante, y honestamente preferiría que la ocupe una de mis hijas y no tu primo—su padre hizo una pausa— s...

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— Así que como te decía, me gustaría que te involucraras más, sobre todo ahora que Hanna está llevando las oficinas de Mónaco y ha dejado una vacante, y honestamente preferiría que la ocupe una de mis hijas y no tu primo—su padre hizo una pausa— siempre se te ha dado bien la parte contable quizás...

— No, no, no. Espera—Hairen lo dejó con la palabra en la boca— Mira, se que quieres que esté ocupando cargos más altos, y no es que no pueda hacerlo, pero yo no soy Hanna, ella es tu mano derecha, ella siguió tus pasos a la perfección y nadie podría hacerlo mejor, excepto tu, eso esta claro—le dedicó una sonrisa— yo estoy muy cómoda en la parte de relaciones, sabes que organizar los eventos es mi especialidad y las obras de caridad han mejorado considerablemente desde que asumí ese rol—hizo una pausa para elegir mejor sus palabras— pero estar al frente y ser la cara de la empresa no es lo mio—se encogió de hombros.

— Si, debo admitir que has hecho un gran trabajo con las colaboraciones y sobre todo con la beneficencia, sinceramente me alegra de que las donaciones a las fundaciones realmente lleguen a destino y se utilicen para buenas causas, has hecho un gran trabajo—le dedico una sonrisa mientras apretaba su mano— respecto a tu hermana... ¿Cómo crees que lo está haciendo?

— De maravillas—dijo en un tono más alegre de lo normal— ya viste que llevábamos años tratando de llegar a una escudería de fórmula uno y ella cerró el patrocinio con Ferrari en un santiamén—chasqueó sus dedos— Yo me hubiera conformado con Haas o Alpine, pero ella se fue por el pez gordo y lo cazó sin problemas.

— Tu hermana es muy eficiente— dijo el mayor con mucho orgullo.

— Hablando de Ferrari, Hanna tiene una reunión con el piloto de Mónaco en unos días—bebió un poco de agua— y yo estoy tratando de llegar al otro, el español; estaba pensando programar una sesión de fotos, entrevista, lo que sea—miró sus uñas— quizás una cena.

— ¿Crees que sea necesario?, entiendo lo de Leclerc porque Mónaco es nuestro segundo lugar con más ventas después de Miami, pero no entiendo cómo Sainz nos beneficiaría.

— Bueno, en redes está muy instalado lo de que los sponsors y la escudería prefieren más a Leclerc que al otro, y nuestro patrocinio no es solo con el monegasco—fingió desinterés— y no podemos arriesgarnos a quedar mal con el público.

— Tienes razón—dijo sin dudar— hazlo, y avísame si necesitas algún contacto.

Se levantó de su silla dispuesta a abandonar la habitación y no pudo evitar esbozar una sonrisa triunfante.

A Hairen le gustaban las aventuras, sobre todo, las pasionales, y ese era uno de los motivos por el cual no quería estar en la cabeza de la empresa ni usaba el apellido Rivadelli, le gustaba pasar desapercibida y romper corazones, y en estos momentos, Carlos Sainz era uno de sus objetivos.

Llegó a la puerta para abandonar el despacho de su padre, pero antes de siquiera tocar el picaporte, escuchó las risas y gritos que venían del living.

INEFFABILE AMOREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora