Iguro tenía una vida como todas las personas, un trabajo estable, vivienda y una hermosa esposa...
" La reconocida Artista Mitsuri Kanroji ha sido asesinada, los oficiales encontraron el cadáver de la joven hecho picadillo en un contenedor de basura...
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Ésa noticia siempre resonaba por su cabeza... "La reconocida Artista Mitsuri Kanroji ha sido asesinada".
Sentía que se le derrumbaba el mundo. Las llamadas no demoraron en aparecer Iguro estaba entrando en crisis no creí nada de lo que acababa de ver en la televisión y lo que el oficial le afirmaba con un tono de lastima.
"¿Iguro Obanai? Me imagino que ya se enteró de lo sucedido, porfavor asista a la estación de policia para hacerle algunas preguntas" fueron las palabras que salieron del policía, el joven solo respondió con un simple "sí..." No podía procesar ésa información que le llegó como un balde de agua fría.
[. . .]
El joven tomo un taxi para poder llegar más rápido a la estación, sudaba sin parar y las manos le temblaban, El taxista lo miro algo preocupado queria meter algún tema de conversación pero por el estado en el que se encontraba decidió no hacerlo... Iguro miraba su celular y se percataba de los miles y miles de mensajes que llegaban. Otra vez tenía esa sensación de náuseas, él solo quería llegar lo mas rápido posible y escuchar que el mismo policía le contase de que todo había sido una broma de mal gusto. El taxi freno y de inmediato Iguro abrió la puerta para irse, dió dos pasos pero recordó que tenía que pagar, saco rápidamente su billetera y le pago con afán al señor que notaba el estrés que llevaba el joven.
Ya llegando a las puertas de la comisaría recibió una llamada de su "hermano" Rengoku Kyojuro, contesto rápidamente y pudo escuchar como el otro empezaba hablar por la otra línea.
—"Obanai... Dime qué no es verdad."— Iguro tubo un bajón, le dolía el pecho y no supo que responderle a su hermano, con su mano tapo su cara y se echó a llorar acompañado de él otro. Se arrodilló afuera de la estación y siguió llorando sin decir ni una sola palabra. las personas que pasaban por ésa calle lo veían extrañados y algunos con lastima, un policía se percato de su presencia y pregunto si necesitaba alguna cosa.
— Yo... — hablo sin ganas, levantándose de el piso sucio y sacudiéndo su prenda, miro de frente al policía aún con lágrimas en los ojos.— Soy el esposo de Mitsuri Kanroji...—
[. . . ]
Otra vez soñó con ese momento que había marcado su vida para siempre. Sacudió su cabeza y espero unos minutitos para poder levantarse. Escuchó como montones de gotitas de agua caían en el baño, alguien estaba utilizando la regadera. Con sus dedos acarició sus ojos para poder ver con más facilidad. Todavía tenía las sábanas pegadas a sus pies, bajo la vista y aparto la sedosa sábana que le impedía levantarse y seguir con su día.... Espera un momento.. ¿La regadera estaba abierta?
Se levantó de un salto y corrió para encontrarse con... Nada? Que le estába pasando, miro la regadera y aún estába funcionando... Seguro había sido un descuido suyo. Salió decepcionado y volvió a sentarse en su cama, poso su vista en su serpiente que dormía al lado de su cama. Kaburamaru su fiel amigo...
[. . . ]
Hoy era sábado así que no tenía que asistir a la escuela, ya bañado se sentó en su escritorio y empezó a calificar algunas tareas que hacían en el aula de clases.
— Aver...— sin querer hablo para el mismo, no había nadie así que estába bien.— Inosuke Hashibira, Tanjiro kamado y Zenitsu agatsuma...— esos chicos... Por alguna razón siempre le recordaban a su esposa, y como no si ella se compadecía de los pobres cuando tenían la materia casi perdida con Iguro... Jajaja recordaba como ella misma hizo que inosuke fuera a su apartamento por unas clases extras.— Ay mitsuri... Cuando te aparecerás de nuevo.— apoyo su cabeza con su mano y siguió revisando los talleres.—
