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Días de martirio para Iguro, sentía que ya no podía más, cuando estaba en la escuela quería fulminar y reprobar a todo los estudiantes, parecía que tomaba los mismos comportamientos de un desquisiado, a pesar de las charlas con Gyomei, el joven no...

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Días de martirio para Iguro, sentía que ya no podía más, cuando estaba en la escuela quería fulminar y reprobar a todo los estudiantes, parecía que tomaba los mismos comportamientos de un desquisiado, a pesar de las charlas con Gyomei, el joven no parecía cambiar y mucho menos seguir adelante, hoy estaba sentado en el salón de clases, no pensaba explicar ningún tema, era como un "sálvese quien pueda", trata de cerrar sus ojos pero siente los pasos de algún estudiante, cuando observa quién es chasquea la lengua y frunce el ceño.

— Oiga, dice monitsu que no entendió nada...— El mandadero, inosuke, de lejos pudo ver que el mencionado tapo su cara con un libro, inosuke se cruzó de brazos y hablo nuevamente.— Usted no ha explicado bien...

El mayor rodo los ojos y movió con pereza su cabeza, se levanto de la silla y tomo la tiza. — Escuchen, no volveré a repetir. Así que será mejor que tomen apuntes inmediatamente, porque borraré todo. — pudo ver cómo los estudiantes temblaron y como si fueran un rayo sacaron su libreta junto a los lapiceros necesarios, Iguro escribía palabras confusas sin dar explicaciones.

Cuando escucharon el ruido de la campana. Todos los jóvenes salieron del salón sin ni siquiera esperar la aprobación del profesor, y la verdad esto ya no le interesaba. Iguro recogió sus cosas y con pesadez camino por los pasillos... No le apetecía ir a la sala de profesores, para nada. Allí estarían sus colegas y no quería escuchar sus lamentos o mierdas tristes que le lanzaban sin cuidado.

Cuando daba la vuelta por uno de los pasillos se encontró con el salón de Uzui, abrió sus ojos con sorpresa al ver que de ése salón provenía un tipo de humo, algo curioso se asomo y vio que todo estába destruido.. El causante solo reventó a cargadas y cuando se dió cuenta de la presencia del pelinegro aclaro su garganta y lo observó con orgullo.

— ¿Haz visto lo que acabo de hacer? — Hablo como si fuese un gran logro dejar el salón echo nada, Iguro se cruzó de brazos y espero a que el egocéntrico terminará de hablar.— Esto es arte obanai, mira todo lo que puede causar una simple explosión, ¿ves esas grietas? Cada una tiene su significado. — ¿Que había escuchado? Le parecía tremenda idiotez.

Iguro alzó su vista y vio como el techo se quería caer por tan grande impacto. — Uh, sí... Que arte tan peculiar, espero que la rectora no se entere de esto. — Lo último lo dijo claramente para que el artista se preocupara, algo que logro, Uzui gruñó e hizo una mueca, el había olvidado que tenía prohibido hacer algo así en su aula...

— Bueno ya sabes, ser extravagante es difícil. — Agregó como si mencionar esa palabra le diera inspiración.

"Loco, maldito loco." Fue lo que se dijo el joven para si mismo, pensaba que el arte de su compañero era absurdo y el de su esposa.... "¿Qué pasa Iguro? Te cuesta aceptar la realidad?"





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𝗞𝗮𝗻𝗿𝗼𝗷𝗶. |• 𝑶𝒃𝒂𝒎𝒊𝒕𝒔𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora