Capítulo 9

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El día siguiente Effie cumple a la perfección con sus cuatro horas de preparación en modales por la mañana, con Haymitch tirado a un lado del sillón el almuerzo pasa en pequeñas charlas sobre la vida de Effie en el capitolio, la vida de Dylan en el distrito doce y algunos datos sobre otros distritos proporcionados por Lorelei.

—¿Cual es tu distrito favorito?—Cuestiona Effie—Supongo que debe ser el distrito dos es muy hermoso.

Ella niega con una sonrisa—Me gusta el distrito seis, el clima me gusta, también me gusta un poco el distrito cuatro aunque no aguanto mucho el calor.

Todos se dan cuenta de que la comida ha terminado, se supone que lo siguiente es la ayuda de Haymitch con una guia para responder algunas preguntas que les puedan hacer, así mismo el papel que deben interpretar, pero saben que eso no sucederá mientras lo ven bailando en la sala de estar con música imaginaria, con enojo mal disimulado Dylan clava su cuchillo una de sus paredes, Effie salta para regañarlo por sus malos modales y Lorelei lo toma de la mano.

—No servirá de nada clavar cuchillos en las paredes—Regaña ella—¿Alguna otra idea?

Dylan le sonríe con diversión—¿Una idea muy loca que hará que Haymitch quiera matarnos?

—Claro que si.

El mayor voltea a ver a un Avox— Busca por todo el apartamento las botellas con alcohol de Haymitch y tráelas aquí por favor.

Lorelei se dirige a Effie— Ayúdame a colocar las botellas de la repisa aquí en la mesa Effie. 

Todos parecen bastante animados mientras hacen el trabajo de reunir las botellas en la mesa, pronto la mesa para doce personas está llena hasta el tope y algunas también están en el piso de la sala.

—Pienso que los licores más fuertes deberíamos regarlos por el lavaplatos. 

Effie ahoga un grito—¡No!—luego le da una sonrisa nerviosa mientras toma una de las botellas— Esto es demasiado caro, ¡son los mejores licores del capitolio!¡no podemos dejarlos ir por el fregadero!—Al notar que no tienen otras ideas además de esa se decide a proponer algo—Podemos regalar los más caros a otros pisos y los mas baratos los vaciamos a la mitad y mezclamos la otra mitad con agua.

Dylan aplaude con orgullo— Lorelei puede llevarlos a los otros distritos, mientras nosotros nos encargamos de las otras botellas.

Con un mini carrito lleno de vinos y licores caros Lorelei comienza su recorrido, llega al piso numero once y deja unas tres botellas en el pasillo, mientras baja escucha la risa alegre del mentor Chaff, el otro alcohólico del 11.

Sigue al piso 10 donde deja uno de los licores más fuertes con el nombre de Rompope y otro con el nombre de Charanda.

En el piso nueve sus manos ya están sudando de nervios, llegara hasta el piso número cuatro y le dejara la mayor cantidad de botellas a Johanna para que las arroje a la pared si quiere, hace lo mismo deja las botellas en el pasillo y marca el número ocho, en ese piso solo deja una botella de vino pues sabe de rumores que la mentora Cecelia tiene tres hijos y el mentor Woof está demasiado viejo para beber algo fuerte.

Al llegar al siete saca el carrito del elevador y con uno de los Avox llama a Johanna, que sale de la habitación de uno de los tributos con un pantalón militar color negro y una camisa con manga larga, igual de intimidante que siempre le da una sonrisa sarcástica.

—¿Que haces aqui pastelito?— Cuestiona con burla.

Con alegría Lorelei levanta las botellas de Alcohol en sus manos—Traigo regalos—canta ella—queremos que Haymitch este sobrio para nuestras entrevistas así que ¿cuál quieres? te los daria todos pero también quiero llevarles unos a Finnick.

faith, trust and fairy dustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora