𝓓𝓮 𝓡𝓮𝔂𝓮𝓼 𝔂 𝓒𝓸𝓫𝓪𝓻𝓭𝓮𝓼 ❦

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⚠️ Algunas escenas aquí tienen el único propósito de representar cómo eran las relaciones y la dinámica parental en el pasado y, de ninguna manera, se fomenta las relaciones entre menores de edad o la violencia doméstica. ⚠️

1 de febrero de 1667, Styles Estate.

Louis se aferró a las firmes ramas del pino mientras aseguraba el ramo de ásteres en su cinturón. Trepó al árbol, cuidando la colocación de sus pies hasta que el familiar mármol del balcón de Harry apareció a través de las ramas. Agarrándose al borde de la barandilla, se elevó hacia la firmeza del balcón, agradecido por la oscuridad de la noche mientras caminaba en el silencio como un gato, con la adrenalina corriendo por sus venas.

Estaba consciente de que Harry podía dormir durante una batalla. Sus habitaciones estaban en silencio, el aroma de Harry llenaba cada centímetro mientras Louis se acercaba a su cama, encontrando al joven omega acurrucado contra una almohada gigantesca, nada más que sus rizos visibles. Una sonrisa apareció en sus labios, incapaz de apartar la mirada de su precioso. Se sentó suavemente en la cama, observando como el omega se retorcía antes de quedarse quieto nuevamente, con un suspiro saliendo de su pecho.

Tomando los ásteres en su mano, habiéndolos recogido de los jardines de la duquesa Styles, Louis empujó suavemente hacia atrás el cabello de Harry para revelar su rostro en reposo antes de trazar sus rasgos con las flores. La nariz de Harry se torció, un leve gruñido salió de sus labios mientras Louis contenía la risa. Para tener dieciocho años, encontraba alegría en molestar al omega más joven.

"¿Por qué tienes que hacerme esto cada año?" Harry gimió, rodeando la cintura de Louis con sus brazos antes de apoyar su cabeza en su regazo. Louis sintió sus entrañas revolotear, colocando una mano sobre el desorden de rizos de Harry.

"Feliz onomástico, mi amado precioso". Susurró Louis, peinando el cabello de Harry mientras el omega ronroneaba en voz baja, acariciando el vientre de Louis. "Despierta ahora. No me tendrás para ti solo una vez que salga el sol".

"Oh, pero exijo eso como mi regalo. Tú y yo, juntos, todo el día". Harry, aunque lánguidamente, finalmente se sentó, poniéndose de rodillas para gatear hasta el regazo de Louis, abrazándolo. "¿Me llevarás al lago mañana? Mamá no me permite ir solo. Mathew está demasiado ocupado con el tiro con arco y preferiría no preguntarle a Beth. Te he extrañado mucho".

"Yo también. Terriblemente." Louis sonrió contra la piel del joven omega, mercándolo con su olor. Era una cosita regordeta que se convirtió en un elegante omega en su adolescencia, con las mejillas sonrosadas y llenas, y los ojos como de ciervo. Louis no podía esperar hasta que Harry tuviera dieciocho años para cortejarlo adecuadamente. "Te llevaré en mi caballo. Padre, Leah y madre no llegarán hasta más tarde, cerca del atardecer. Tú y yo tendremos todo el día para nosotros solos".

"¿Viajaste solo?" Harry jadeó, sus ojos se abrieron artísticamente. Louis sonrió y asintió. "No tenías que hacerlo, sabes, no me habría enfadado contigo si me hubieras felicitado más tarde."

"¿Cómo podría no ser el primero en felicitarte, mi dulce precioso? Además, disfruto de un paseo solo para descansar mis nervios".

"¿El Rey no sabe que estás aquí, Louis? Estoy seguro de que no te habría dejado viajar solo. Cielos, ¿estarás en problemas?" Para un omega que sólo había visto catorce veranos, Harry estaba terriblemente preocupado por todo. Louis lo hizo callar con un dedo en los labios, besando la punta de su nariz mientras el omega se ponía rojo.

Malachite ꕥ TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora