Capítulo 8.

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PDV de Alexander...

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"Debo aceptar que el tiempo no ah pasado en vano Sarah" susurre cuidadosamente.
"Nuestro último encuentro fue algo incómodo, pero recuerdo bien tu rosto..." continúe susurrando acercandome hacia sus labios. Noté que la respiración de Sarah comenzó a acelerarse lo cual me pareció interesante. De pronto sentí su cuerpo moviéndose lentamente tratando de escapar asi que la tomé forzosamente de sus pequeñas muñecas y las recargue en la pared evitando que eso pasara.
"Te vez espectacular..." mencione maliciosamente con el fin de irritarla.
"¡¡Sueltame!!" Exclamó Sarah eufórica logrando que yo apretara más sus muñecas y así evitar demasiado ruido. Sarah soltó un pequeño quejido por mi acción y me miró temerosa.
"No queremos causar un escándalo, no te aré daño" afirme para tranquilizarla.
Ella intento decir algo pero antes de que pudiese me acerqué lentamente hacia su rostro, intrigado en saber cual sería su reacción pues ella es muy impredecible y observé como se alteraba su cuerpo. Sus mejillas se enrojecian y sus piernas se debilitaban, no tenía la certeza de que tuviese miedo o nervios. Quizá ambos.
Solté su muñeca izquierda y removi cuidadosamente el cabello de su pequeña oreja y susurre asegurandome de que escuchara con claridad:
"Me alegra que seas tu mi acompañante..."
Los ojos de Sarah se exaltaron en rabia y me epujo fuertemente logrando que yo me moviera un poco y con todas sus fuerzas bofetio mi rostro.
Realmente yo no esperaba esa reacción, me tomo completamente por sorpresa y me enfureció instantáneamente. Intenté acercarme de nuevo a Sarah para hacerla pagar pero el profesor de literatura griega interrumpió el momento. No me quedo de otra mas que alejarme y Sarah escapó rápidamente.
Aunque me molesto la aparición del profesor me alegré un poco de que me detuvo de hacer algo estúpido, no sé que hubiese pasado si el no hubiese aparecido.
La rabia siempre me cegaba y me hacia perder el control, no era amante de maltratar a las mujeres pero Sarah me hacía sentir una sensación extraña, como un impulso de someterla. La manera en que su cuerpo reaccionaba ante mi, el nerviosismo que demostraba y la furia en su mirada inocente me era desconcertante. Ninguna chica reaccionaba como ella, Sarah siempre estaba a la defensiva y eso me estresaba. Quería que aceptara que yo tenía mas poder sobre ella pero me era imposible.
No quería lastimarla pero tampoco quería tratarla con delicadeza, no entendía que me sucedía.

Me dirigí hacía una de las bancas del corrediso, enfurecido por perder el control de la situación y me senté indignado para esperar la próxima clase.
¿Como era posible que esa pequeña y debil chica pudiese bofetear con tanta fuerza? ¿Como era posible que pudiese escapar y empujarme cuando yo la tenía completamente inmóvil? El tan solo pensar en eso me llenaba de rabia, nunca antes alguien me había bofeteado, las chicas siempre se alegraban cuando estaba tan serca de ellas y Sarah no. Ella se enfurecia al tenerme cerca, y aunque estoy seguro de que sentía temor de mi siempre sabía como ocultarlo.

De la nada sentí un abrazo por detrás y observé que era Nichole.Ella había sido mi novia durante el último año de preparatoria y confieso que solo estaba con ella por el sexo. Nichole siempre sabía como complacerme pero después de un tiempo me aburrió y la dejé. Aún tenemos nuestros encuentros pero ella tiene claro que no me interesa de otra manera.

"Veo que algo te intriga" mencionó Nichole con una sonrisa discreta mientras se sentaba junto a mi.
"¿Que necesitas?" Respondí irritante.
"Oohh alguien esta de mal genio" repitió irritandome aun mas.
"Si no tienes algo interesante de que hablar ¿porque no mejor te vaz?" Pregunté enojado.
La expresión de Nichole mostro indignación y se levanto lentamente y me observó con rabia.
"Quería decirte algo importante de Sarah, pero veo que estas indispuesto a mi presencia asi que prefiero retirarme" exclamó con una sonrisa maliciosa y ardida.
La duda me atrapó y antes de que pudiese irse la tome del brazo y la detuve.
"¿Que hay de Sarah?" Pregunte intrigado.
"Ya no es importante.." respondió indignada.
"No tengo tiempo ni deseos de tus escenas, asi que ahorratelas y dime que es lo que sabes.." exlame exaltado mientras la apretaba mas del brazo.
"¡Bien!" Gritó irritada. "Solo sueltame y bajale a tu carácter"
"¿Que es lo que sabes?" Respondí desesperado.
"Ayer escuche a Laura y a Sarah hablar de ti" explicó Nichole nerviosamente.
"¿Y eso porque es importante?" Pregunte desconcertado.
"Porque decían algo muy interesante" resaltó entre risas.
"¿Y bien?" Reclame ya arto.
"Escuche que Sarah le decía a Laura que te haría pagar por ser tu el del viaje. Que se encargaría de manipularte, de meterse en tus pantalones y llenarte de placer y despues sacarte cantidades de dinero para así burlarse de ti en tu cara" Mencionó Nichole con una expresión de compacion falsa.
"¿Como se que no mientes?"pregunte incrédulo de sus palabras.
"No es necesario que me creas amorcito, solo no digas que no te advertí" respondió entre suspiros.
De inmediato la solté y mientras me alejaba de ella logré escuchar que mencionó que si no le creía a ella que le preguntara a Brenda.

No podía creer sus palabras, Sarah no parecía ser de esa clase de chicas aunque de alguna manera tenía sentido.
Era obvio que Sarah me odiaba y que le encantaría verme sufrir pero si ella queria acercarse, ¿Porqué actuaba tan fría y dificil? Talvez era su nanera de llamar mi atención, talvez ella sabía que lo dificil me encantaba, pero aún así no creía que esas fueran sus formas de hacerme pagar. Aunque odiase hacerlo la duda me carcumia y tenía que preguntarle a Brenda.

Intrigado por ésta situación me dediqué en buscar a Brenda lo cual no fue difícil ya que siempre se salteaba sus clases y desperdiciaba su tiempo en el baño o en los casilleros de chicas.
Me dirigí hacía las puertas de los casilleros y me recargue en la pared esperanzado en que Brenda saliera, no estaba tan equivocado.
No pasaron ni dos minutos cuando Brenda salió hablando por teléfono con esa voz chillante que detesto. La tome desprevenida del brazo y la llevé al patio trasero.
"¡Sueltame Alexander!" Exclamó Brenda con su teléfono aun en la llamada.
"¿A caso no vez que estoy en una llamada importante?" Preguntó fastidiada.
"Cuelga el teléfono ahora." Exigí fríamente.
Brenda me miró confusa y rápidamente obedeció mis órdenes.
"¿A caso ya te decidiste por mi?" Preguntó dándome una mirada seductora.
"Sabes que eso nunca pasara" respondí irritado por su comentario de chica facil.
"¿Entonces que quieres Alexander? Piensas que puedes venir y tratarme como a cualquier otr...."
"¡Callate!" Exclame frustrado interrumpiendo sus voz de ardilla.
"¿Que sabes de Sarah?" Pregunte seriamente.
"¿Porque te importa algo de Sarah?" Respondió maliciosamente.
"Eso no es de tu incumbencia.. Ahora quiero que me digas antes de que pierda los estribos" resalte con desprecio.
"¿Y que ganare a cambio?" Respondió interesada.
Era exactamente esta la razón por la cual odiaba esta clase de chicas, eran unas interesadas. Siempre queriendo algo a cambio.
"Ganarás que no olvide que eres mujer y pierda toda mi paciencia..." conteste mientras la recargaba en la pared agresivamente.
Enverdad que ella me sacaba de mis casillas con tan solo escucharla. Realmente estaba tratando con todas mis fuerzas de no golpearla.
Brenda me miró en asombro y bajó un poco la guardia.
"Me fascinas enojado..." susurró atrevidamente.
"Solo dime Brenda..." respondí con una voz enfurecida y seria.
"¡¡Bien!!" Exclamó "Laura y Sarah hablaban de ti, Sarah le decía a Laura que se meteria en tus pantalones después de enamorarte y te robaria una cantidad de fortuna"
La miré intensamente tratando de analizar sus expresiones.
"Alexander estás actuando demasiado extraño, ¿porque le das tanta importancia a esa barbie barata?" Preguntó Brenda curiosa.
"¿Porque Sarah querría algo asi, sólo es un estúpido viaje?" Pregunte intrigado.
"El viaje es lo demenos corazón, todos sabemos que heredarás una fortuna en poco tiempo y para Sarah el viaje es solo un pretexto para robarte" respondió Brenda acariciando mi pecho con sus dedos.
Removi sus manos rápidamente y la mire intensamente diciendo:
"Nunca me digas Corazón."

Me aleje de ella sintiendo sus miradas y rápidamente caminé hacia el estacionamiento donde se encontraba mi coche. La escuela no me interesaba en este momento.
Sarah siempre me había sido insignificante pero ahora me intrigaba demasiado. Se había metido de manera extraña en mí y hacia que la repugnara, no me gustaba la idea de estar pensando en alguien menos en ella.
Si Sarah era de esa clase de chicas tenía que comprobarlo por mi propia cuenta. Aunque Nichole y Brenda me habían dicho lo mismo era dificil creerles ya que ellas eran un par de envidiosas y siempre habían odiado a Sarah, cundo Sarah ni en el mundo las hacía.
Si Sarah era una fácil, porque no averiguarlo yo mismo y disfrutar un poco de la situación.

El dia cómo siempre fue normal, aunque falté a todas mis clases siguió siendo aburrido y poco interesante. Llegué a casa y cómo de costumbre mi madre se encontraba en la barra, Adam aún seguía en la empresa y Jenedith en la escuela. Hoy era un día fastidiante, no podía dejar de pensar en Sarah, miles de preguntas abundaban en mi mente y ninguna tenía respuesta.
Sarah sabía darse a respetar es por eso que lo que decian Brenda y Nichole no tenía sentido, pero porque habrían de inventar eso, digo, Sarah no tenía problemas con ellas o almenos no que yo supiese.

Me dirigí al gimnasio de mi casa y me relaje haciendo una rutina simple de pesas y algo de cardio. Al terminar, tomé una ducha y despues preparé un sándwich de atún, el cual me supo muy bien.
No había mucho que hacer así que me recoste en mi cama y después de negar cientos de invitaciones para salir decidí ver películas e invité a Jenedith quién aceptó al cabo de un rato.
Miramos peliculas asta las dos de la mañana y Jen me hizo comer miles de dulces, palomitas, papas etc. diciendo que una noche de películas no estaba completa sin comida chatarra y supongo que tenía razon.
Nos retiramos a nuestros dormitorios y observé un mensaje de Tom, mi mejor amigo, exclamando que mañana hiríamos a un club nuevo con Matt y que no habría excusas para negarme.
Mañana sería un día interesante, tenía el presentimiento de que algo fuera de mi rutina ocurriría. Talvez la idea del club no sonara del todo mal.
Cuando menos lo pensé caí rendido y no supe mas de mi existencia.

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