Capítulo 14.

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"Despierta.."

"¡Shhhhhh!"

"Sarah despierta.."

"¡Que te calles quiero dormir!"

"¡¡Sarah!!"

"¡Te rompere la cara si me sigues jodiendo!"

"¡Que despierteeees dijee!!"

"¡Que demonios jona!.... Alexander"

"Son las 7 de la mañana te llevare a casa para que puedas cambiarte eh ir a la Universidad..." mencionó Alexander mientras salia del cuarto.
La vergüenza corria por cada punto de mi cuerpo... no quería imaginar mi rostro en estos momentos y muchomenos mi... oh no!

"¡Mierda!" Grité hacia mi misma.

Me encontraba en la cama mostrando la mitad de mi trasero pues ni el maldito covertor ni la camisa lo cubrian.

"¿¡Porque rayos no toca la puerta el imbécil que no sabe que necesito privacidad!?" Grité mientras me levantaba irritadamente.
Logré escuchar unas carcajadas del muy maldito lo cual hizo que se me pusieran los pelos de punta.
Me apresure al sanitario para lavar mi cara y hacer mis necesidades... y como era de esperarse estaba de espanto...
Tomé una ducha rápida olvidando por completo la herida en mi cabeza y la maldita comenzo a sangrar haciendo que yo entrara en pánico.
Realmente no tenía idea de qué hacer Pues mirar la sangre hacia qué desmayara instantáneamente pero quería evitar hacerlo.

"¡¡¡Alexander!!!" grité como loca desconrolada sin percatarme de lo que estaba haciendo.
"¡¡¡Alexander!!!" volví a gritar intentando no mirar la sangre que corría por mi cuerpo. Incluso su olor fétido me hacía revólver el estómago y sentir extrañas sensaciones.

Alexander entró apresurado a mi habitación y sin pensarlo dos veces permití que entrara al baño olvidando que estaba completamente desnuda, afortunadamente una cortina semitransparente cubría mi cuerpo.

Él se mantuvo inmóvil por unos instantes pues no comprendía la situación. Yo en cambio comencé a gritar dramáticamente:
"¡sangre!¡sangre!" definitivamente yo ya estaba al punto de desmayarme.

De inmediato Alexander tomó una toalla y evitando fisgonear mi cuerpo abrió la cortina enredandome apresuradamente en ella.
Me tomo delicadamente por la cintura, me levanto como si pesara un kilo y me postró sobre el retrete.

Con calma tomó el botiquín de emergencias que se encontraba en la puerta del tocador, lo abrió y sacó un pequeño algodón con agua oxigenada. Se agachó y después de mirarme con la mínima expresión en su rostro comienzo a dar delicadas palpaditas sobre la herida con el mismo algodón.
Sentí una extraña sensación en el estómago y esta vez no era por la sangre, más bien era el hecho de que él estuviera frente a mí pues aunque Alexander tuviera un frío comportamiento ahí estaba el curando mi herida con la mayor delicadeza posible.
En instantes paró el fluido de mi sangre y comenzó a limpiar mi rostro y mi cuello por lo que yo me estremecí un segundo en desconfianza logrando que parará y fijará su mirada en mis ojos.

"tranquila" murmuró "sólo intentó remover la sangre de esta sección Pues pienso que si tú la ves desmayarias al instante..."
De esa manera prosiguió removiendo la sangre y cuando concluyó su trabajo se levantó lentamente, guardo todo en su lugar y se retiró diciendo
"apresúrate..."

Al cabo de unos minutos de analizar lo que había pasado y salir de mi pequeño shock bajé las escaleras deprisa..
Alexander se encontraba en la cocina que por cierto era hermosa y dos veces más grande que la mía... después observe que desde la sala se podia apreciar toda la ciudad pues tenia una enorme ventana que te dejaba admirar cada detalle. Definitivamente este lugar era increíble.

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