CAPITULO 4: ¿Las fuerzas que-?

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– ¿En que estabas pensando? – preguntó Fuyuki algo sorprendido por los actos del chico que estaba delante suya.

– Te juro que fue el instinto – juró Otto juntando las manos en forma de perdón.

– ¿Qué instinto? – preguntó confundido y a la vez decepcionado – ¡pero si literalmente atacaste a los guardias del gremio! – dijo Fuyuki elevando la voz.

– Bueno lo importante es que no resultaron heridos – sonrió con nerviosidad frotando su nuca con la mano derecha.

– No, si los guardias me dan igual. – explicó Fuyuki haciendo que Otto se extrañara – aquí el herido eres tú. – terminó por decir el peliazul señalando el brazo de Otto haciendo que Otto se mirara los brazos viendo una herida.

– Pero si ni si quiera es profunda – dijo Otto a punto de echarse a reír.

– Anda, ve y habla con Elaine, yo voy a ver a mis compañeros a ver que están haciendo – dijo Fuyuki dirigiéndose hacia la casa de la fila 1 de mientras que Otto se iba al gremio.

Hace unos minutos Otto estaba intentando entrar al gremio, el problema eran los guardias ya que no le dejaban entrar, ya que no era parte de la ciudad de Polaris, y para unirte al gremio de la ciudad tienes que ser de esta misma, y si quieres unirte a algún gremio te tienes que unir al de tu ciudad natal o al de la ciudad en la que vives, aunque Otto les trataba de explicar que el no quería unirse al gremio tan solo avisar de un problema, pero los guardias no les convenció las explicaciones que les daba así que cada vez que intentó empujarlos y entrar a la fuerza ellos simplemente lo empujaban para que se rindiera, y uno de esos empujones fue tan fuerte que Otto casi se cae por las escaleras, pero Fuyuki que estaba pasando por aquel lugar lo agarró antes de que se diera un golpe en la cabeza, seguidamente Fuyuki les preguntó a los guardias porque estaban protegiendo la entrada si antes no había guardias, y ellos le explicaron que hace 2 dias un chico castaño rompió la pared del gremio con la ayuda de otro chico pelirrojo.

Fuyuki estaba comprando cuando vió a los guardias empujando al chico, cuando los guardias le dejaron pasar al gremio el se fue a su casa para comer ya que no había probado ni un bocado todavía.

– Chicos ya he vuelto – dijo Fuyuki abriendo la puerta para entrar a la casa.

Fuyuki entro a la casa con intenciones de matar a sus compañeros para que no quemaran la cocina. Al sentarse en la silla pudo ver como Xavi le quitaba el tenedor a Claire para apuñalar a Regina en la cara como forma de venganza por tirarle su plato de espaguetis en la cara. Haruya estaba a punto de perder la cordura, ya que Claire y Naromi lo estaban molestando, la razón es por que Haruya estaba siendo ignorado por Suzuki, ya que el pelirrojo le había tirado su postre para molestarlo y ahora Suzuki lo ignoraba cosa que hacía de maravilla, puede parecer infantil pero cuando Suzuki lo ignoraba Haruya solo se ponía en una esquina de la habitación para maldecir a sus compañeros (ya que era incapaz de maldecir al albino), pero luego llegaban Naromi y Claire para molestarle. Yulie se contenía para no matar a su querida amiga Lenny, la rubia le había manchado su amado vestido blanco y ahora el vestido estaba lleno de salsa de tomate, cuando Lenny iba a coger una servilleta para limpiar el vestido de Yulie pero chocó con su vaso de agua y el agua fue directo al vestido, ahora Yulie estaba pisando a su compañera y amenazandola. Victor estaba presumiendo de su exitosa misión y su encantador rostro a su hermano Hector como siempre hacía, aunque parecía que Hector solo estaba comiendo en vez de escuchar a su hermano, ya que él solo estaba prestando atención a la comida, aunque alguna que otra vez se ponía a jugar con los cubiertos y ni siquiera miraba a su hermano. Los únicos que estaban tranquilos y comiendo como se debe eran: Lilia y Fuyuki, la primera estaba al lado de Lenny, la cual pronto acabará en el piso con una hemorragia cerebral por culpa de los pisotones de Yulie, aunque a Lilia le importaba poco lo que sucediera con su amiga ya que era culpa suya y de su torpeza, además de que si se metía en medio de la ''pelea'' acabaría igual que Lenny ósea en el suelo. Fuyuki solo estaba comiendo, aunque de vez en cuando miraba a sus compañeros por si intentaban sacarse un ojo o romper muebles de la casa. Cuando terminaron de comer Haruya se ofreció a lavar los platos lo cual les pareció raro a todos los de la mesa ya que el nunca se ofrecía a hacer los caheceres de la casa, pero luego al ver que estaba secuestrando a Suzuki para que lavara junto a él los platos ya se imaginaron el porqué.

La reina carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora