La reina carmesí

CAPITULO 6: Una cazadora de furros

– Hola Elaine – Saludó Otto con su característica alegría.

– Buenos días, ¿Qué te trae por aquí? – Preguntó Elaine con el mismo tono de voz.

– Quería preguntarte algo – dijo Otto sacando una foto de su bolsa – ¿Sabes quien es Charles? – preguntó dándole la foto que sacó del cuadro que encontró en la ciudad ''Cicer''.

– ¿Charles?...... – Elaine se quedó en blanco por unos segundos, ¿Charles? Ese nombre le sonaba ¿pero de donde? – Ah, Charles fue un ilustrador muy famoso, sus obras mas importantes fueron: ''El duende sin genero'' y ''La hechicera escarlata''

– ¿Sabes mas información sobre él? – preguntó Otto queriendo saber mas sobre Charles.

– Mhm....no, pero creo que en la biblioteca de Stonedown hay algunos libros suyos – informó Elaine.

– Esta bien – dijo Otto saliendo del gremio.

– ¡Si tienes información me avisas! – Grito Elaine para que Otto la escuchara.

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– ¡Fuyuki! – gritó Naromi corriendo hacia él.

– Hola..... – saludó Fuyuki sonriendo.

– Pensábamos que ya no te tendríamos de capitán – dijo Xavi lloriqueando.

– Yo también – dijo Yulie dándole la razón a su amigo.

– Bueno..., el coronel quiere ver a todas las filas en el campo Gren.

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– WOOAH – gritó Lenny corriendo en círculos.

– ¡Es gigante! – gritó Regina yendo a correr con Lenny.

– Hola, Fila 1 – Saludó el coronel – veo que ya estáis todos.

– Si – afirmó Fuyuki con algo de rencor en su mirada fría.

– Pues, ¡Bienvenidos al campo Gren! – gritó el coronel ampliando sus brazos – ¡aquí os reforzareis al máximo, porque tenéis que sobrevivir aquí – dijo señalando a todo el campo.

El campo era grande y amplio con unas pocas montañas de color marrón claro con un pasto azul alrededor de ella, en el suelo se veía que no había hierva, solo había tierra seca aunque en algunas esquinas había tierra húmeda ya que estaba cerca del agua, este no era de ese tono de azul reflejado en el cielo, no, el agua era de un tono verde oscuro igual que el cielo, el campo se veía que estaba muy alejado de la ciudad Polaris, tenía un aire distinto, deshabitado, ahí no vivía nadie y se podía notar con tan solo ver que el campo estaba lleno de mountros, todos los habitantes de Dahlia tenían claro que si vivirían ahí lo mas probable es que no aguantarían ni un segundo vivos en ese lugar. El campo tenía árboles azules, sus hojas estaban húmedas y la madera era oscura con algún que otro agujero.

– Supuestamente eran 6 pruebas, pero yo y mi secretaria tomamos una decisión muchísimo mejor, ¡Toda la fila 1 tendrá que sobrevivir en el bosque hasta que lleguen a un rio y ahí encontraran unas barcas, pues tendréis que formar equipos de 4 para montar en la barca e ir a la ciudad del desierto a derrotar a las fuerzas Setkinetik! – gritó feliz el coronel.

– Ósea, tenemos que sobrevivir aquí, para encontrar unas barcas?..., ¿pero no que las fuerzas Setkinetik aparecían en 2 horas? – preguntó Fuyuki confundido.