Era una mañana perfecta en la ciudad de Polaris. Donde había un chico con un bolso de viaje saliendo de la ciudad de ''Stonedow'' cuando....
- ¡Ey parad ya! - gritó asustado un niño de unos 7 años
- Jajaaja, mirad como llora el bebé - gritó otro niño, pero este parecía ser unos 2 años mayor.
- ¡eh niño, mira como rompemos tu mierda de bici! - continuó el chico de antes de mientras que rompía la bicicleta del menor.
- ¡niños! - gritó el chico de la mochila de viaje- ¡dejad de molestarlo ya!
- Tsk, vamos chavales - ordenó el abusón.
- ¿Estas bien, pequeño? - preguntó el chico de la bolsa. Tenia el pelo castaño, pero en la parte de dentro curiosamente era de color blanco, sus ojos eran morados oscuros, tenía un peso y altura promedios, este llevaba una gabardina larga marrón con unos pantalones vaqueros, llevaba una bolsa de equipaje azul claro bastante grande, también llevaba un beenie marrón a juego con la gabardina.
- Si.., gracias- dijo el niño levantándose para coger su bici
- Y.. ¿Dónde están tus padres? - preguntó el chico de la gabardina.
- Es que.. me he perdido..- dijo el niño bajando su tono de voz, apunto de romper a llorar.
- Trae, te ayudo a buscarlos- sugirió el chico de mientras le agarraba la mano al menor.
- ¡Gracias!- agradeció el niño, mientras se le iluminaba la cara.
- ¡Haruya te he dicho que pares de correr! - Gritó Suzuki mientras los otros se iban, él iba andando con lo que parecía ser una carta.
- ¡Vamos Suzuki y Yulie! No me seáis lentos - gritó Haruya para que sus compañeros lo escucharan
Les habían encargado una misión en la que tenían que ir a la ciudad Cicer para investigar la ciudad, ya que ''hace poco'' la destruyeron y están apareciendo mountros por todas partes en la ciudad, porque en este mundo hay zombies, bestias y demás. Estos no se cuentan como razas ya que son la reencarnación de personas fallecidas.
- ¿Cuánto nos falta? – preguntó la pelirosa
- Poco, solo que si Haruya dejara de correr y perderse tardaríamos menos... – Habló molesto Suzuki.
- ¡CHICOS, YA HEMOS LLEGADO! – Gritó fuerte el pelirrojo.
- Venga vamos Yulie, que si no se nos pierde otra vez. – dijo Suzuki, después de suspirar pesadamente.
Los tres encargados de la misión ya habían llegado a la ciudad '' perdida'', Cicer, cuando vieron a un hombre desconocido, este les dijo que fue él quién encargó la misión al gremio para que lo ayudaran.
- Y.., ¿Se puede saber porque no nos habéis dado las especificaciones de la misión? – Preguntó molesto Haruya ya que por culpa de no dar especificaciones de la misión, tardaron más en elegir a los que irían y por culpa de eso un mechero de Haruya casi acaba en la cabeza de Suzuki.
- Bueno, el caso es que esta misión es secreta ya que nadie se puede enterar – Dijo el hombre, que era un elfo.
¿Secreta, por qué? – preguntó Yulie algo extrañada por la respuesta del elfo.
- Bueno primero os explico la misión y luego me interrogáis – Dijo ya enfadado por tantas preguntas.
- Pues habla. - dijo molesto Haruya
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La reina carmesí
FantasyYulie y Hanao, dos chicas aparentemente normales, viajan a otro mundo completamente desconocido, en busca de un amigo, sin saber lo que le deparara el destino