dulce maría
Salir de mi zona ya había sido algo enorme para mí, después de toda mi vida era trabajar las veinticuatro horas del día, todavía me sorprendía por aceptar la locura de mi hermana al venir a una discoteca, pero no lo había hecho en ningún otro lugar. porque estaba aquí en este lugar lleno de gente, tragos, música alta y un hombre que rezuma sexualidad solo en sus ojos, sí Christopher era ese hombre, su forma de mirarme y las palabras que salían de su boca. Eran como fuego y pecado, dos mezclas peligrosas aún más para una mujer como yo, él estaba coqueteando conmigo, yo no era idiota y estaba entendiendo su juego, pero ahora necesitaba decidir si aceptaba eso.
Uker: ¿No vas a decir nada? - Preguntó confundido sin dejar de mirarme. Eso era peligroso, involucrarse con uno de mis empleados sería de alto riesgo.-
Dul: Eso no sucederá, Uckermann, puedes sacar a tu equipo del campo, cariño. - digo con una sonrisa irónica en mis labios, él niega con la cabeza y sonríe.-
Ucker: Me intriga, lo confieso, jefe. - Dice analizándome, vuelvo a cruzar las piernas mientras él baja la mirada hacia ellas.-
Dul: No hay mujer más baja y objetiva que yo Uckermann, ustedes los hombres que nunca entienden nada. - digo encogiéndome de hombros y bebiendo mi bebida.-
Ucker: No lo creo, porque la química entre nosotros es obvia. - Dijo con una sonrisa estúpida en sus labios.-
Dul: ¿Cómo es? - pregunté casi riendo - ¿El alcohol ya está afectando tus neuronas o realmente has empezado a pensar con la cabeza gacha?
Ucker: Mire, ella sabe ser atrevida. - Anunció sonriendo sorprendido, puse los ojos en blanco y me encogí de hombros. - Siempre tengo esta impresión, que hay tensión entre nosotros, ¿no crees?
Dul: ¿Quieres que te responda honestamente o puedo hacer un comentario sarcástico? - Pregunté juntando las manos sobre la mesa, él sonrió.-
Ucker: Jefe, jefe, ¿por qué eres tan perra también en tu tiempo libre? - Preguntó burlonamente.-
Dul: ¿Por qué no vas a buscar a tu grupo de gente depravada y me dejas solo?
Ucker: Te resultará muy difícil calmarte aquí. - Comentó riendo. - Pero hay algunos lugares más reservados allá arriba, si quieres. - Dijo mirándome lleno de voluptuosidad.-
Dul: Sabía que eras un idiota gracioso, pero no tenía idea de que fueras tan idiota y que incluso tendrías la audacia de coquetear conmigo.
Ucker: Ya dije que aquí no somos jefe ni empleado, solo somos una mujer y un hombre, y yo personalmente me estoy volviendo así de loco. - Dijo acercándose nuevamente. - Todo lo que pase fuera de la oficina quedará fuera de ella.
Dul: Ya dije que eso no sucederá Uckermann, no busco a un hombre, no vine aquí para eso, una mujer tiene derecho a estar sola y está bien. - digo ofreciéndole una sonrisa de satisfacción, él también sonrió y se humedeció los labios.-
Ucker: Ah, jefe, si supiera lo que pasa por mi cabeza, seguramente cambiaría de opinión.
Dul: No soy una mujer que regresa, y creo que lo sabes. Ahora ve a buscar tu clase de Uckermann. - digo forzando una sonrisa, él se encoge de hombros y se acerca a mí, su perfume era embriagador y me mareaba.-
Ucker: Un día me acordare de esas palabras, puedes estar seguro. - Dijo dándome un guiño pícaro mientras se marchaba. Respiré hondo y me volví hacia el camarero.-
Dul: Un vodka más por favor, súper frío. - digo pasándome la mano por la cara - ¿Qué es esto ahora, Dulce María? Prémiate, eres una mujer seria y no vas a estar llena de fuego sólo por él.
Anahi: ¿Hablando sola? - Preguntó mi hermana detrás de mí, salté de repente.-
Dul: Que carajo Anahi, ¿tienes que llegar como una serpiente astuta? Me asustó. - digo colocando mi mano en mi pecho.-
Anahi: ¿Por qué estas más roja que un pimiento? - Dijo con esa sonrisa pícara en sus labios. - Dulce María, ¿qué has estado haciendo, traviesa?
Dul: Me respetas, ¿entiendes? No soy como tú que vive haciendo lo que quiere. - digo tomando otro sorbo de mi vodka. - Es que tengo demasiado calor.
Anahi: Claro, claro, eso parece otra cosa pero déjame esperar. - dijo sonriendo de manera maliciosa.- ¿Y Christopher?
Dul: No lo sé y ni siquiera me importa, Anahi, ¿parezco una niñera ahora? Probablemente se esté ligando con una de esas perras que hay por ahí.
Anahi: ¿Y no pasó nada entre ustedes? - Preguntó sorprendida, guardó silencio y rápidamente lo negó, obviamente no le diría nada.- Estoy segura de que algo debió haber intentado pero tú, como buena musaraña domada que eres, lo mandaste corriendo.
Dul: Ahórrame Anahi, ¿sabes qué? Tengo más que hacer, me voy. - digo poniendo los ojos en blanco mientras recojo mi bolso. - No llegues tarde a casa.
Anahi: ¿Y quién dijo que voy a dormir en casa? En serio, eres tú a quien le gusta perder oportunidades, no a mí. - Dijo sonriéndome, me encogí de hombros y traté de salir de allí.-
Dul: ¿Pero qué droga bebí? Ahora ya no puedo ni conducir, fuiste muy impulsiva esta noche Dulce María, que pena.
Ucker: ¿Necesitas ayuda, jefe? - Esa voz, oh era él otra vez, oh cielos, ¿esta noche nunca terminaría? -
Dul: ¿Tú? ¿Mi Dios me persigue Uckermann? - pregunté irritada, él sonrió luciendo emocionado.-
Ucker: En realidad fue pura coincidencia, yo también me voy, pero no solo. - Dijo sonriendo con picardía, puse los ojos en blanco y lo miré con desdén.-
Dul: Ahórrate los detalles de tu pequeña vida Uckermann, tengo más que hacer, solo vete y déjame en paz. - digo sacando mi celular.-
Ucker: ¿No quieres que te lleve? - Ofreció, lo miré como si estuviera loco.-
Dul: Ve a secar el hielo y déjame en paz, Uckermann. - digo poniendo los ojos en blanco - Oh, si mañana llegas tarde al trabajo te arrepentirás.
Ucker: No me amenaces jefe, sé que no puedes vivir sin mí. - Dijo sonriendo y lanzando un beso al aire, suspiré irritada.-
Dul: Eso es lo que le dio a Dulce María, le dio confianza y ahora fue abusado aún más. - susurré para mis adentros mientras esperaba llegar pronto a casa y terminar con esta maldita noche.-

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Alta tensión
RandomDulce María es conocida por ser una de las más grandes empresarias de este país, dueña de un gran imperio empresarial de alta gama, su fama de ser una gran e importante mujer es conocida por todos, así como su fuerte temperamento, ella no se la jugó...