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Christopher Uckerman

En unos días viajaré a Miami sola con mi jefa, y estaba nerviosa por eso, no es que no hubiera viajado ya varias veces con ella, ya había ido, pero sentía que cada vez era más difícil controlar mi sentimientos, las reacciones de mi cuerpo al estar cerca de ella, ¿imagínate en Miami? ¿En ese hermoso, cálido y súper acogedor lugar paradisíaco? Sí, realmente sería un gran desafío, tendría que concentrarme únicamente en el trabajo, nada podría ser más importante que eso, sería mejor para mí olvidar que iba a un lugar maravilloso con mi jefa caliente, porque No me aprovecharía de eso. Por mucho que quisiera, el autocontrol debería ser mi mejor amigo en estos días.

Chris: ¿Vas a estar de servicio? - preguntó Chris acercándose a mí junto con Poncho y Mai.-

Ucker: Tengo que terminar de cerrar algunas últimas cuentas de estos contratos. Tengo que dejar todo con antelación ya que voy a viajar en los próximos días.

Poncho: ¿Viajar a dónde? - Preguntó confundido mirándome.-

Ucker: Miami, parece que la señora Cristina Medeiros quiere resolver allí los próximos pasos del contrato, tendré que acompañar a la míster.

Mai: ¿Vas a viajar solo con la jefe? Creo que tengo que desearte buena suerte. - Comentó riendo, riendo también.-

Ucker: No será tan malo. - digo encogiéndome de hombros. Realmente no lo era si pensaba con la cabeza.-

Chris: Por supuesto que no será él quien lo sepa. Dijo con una sonrisa maliciosa en sus labios.-

Poncho: Ah y como lo sabe. - Dijo Poncho riéndose y mirándome.-

Mai: ¿Cuáles son estas insinuaciones? ¿Me perdí algún capítulo de esta historia? - preguntó Mai con recelo.-

Ucker: No les hagas caso a estos locos Mai, dicen demasiadas tonterías. - digo reprendiéndolos con la mirada.-

Poncho: Bueno, si ese es el caso, entonces nos vamos. Anunció saliendo de allí.-

Chris: Oh, sólo una cosa más. - Chris se acercó a mi oído y susurró. - Si necesitas un condón, puedes sacarlo del cajón de mi escritorio, todavía tengo una caja cerrada allí. - Me dijo burlándose.-

Ucker: Una monada más y te sujetaré las pelotas. - digo amenazándolo con la engrapadora, se rió y se fue justo detrás de Poncho y Mai.-

Dul: Uckermann, por favor ven a mi habitación. - Dijo Dulce abriendo la puerta de repente, asentí y me levanté rápidamente.-

Ucker: Ya estoy terminando de cerrar las cuentas de los últimos contratos. - dije sentándome, ella se sentó mirándome.-

Dul: ¿Y qué pensaste? - Preguntó de forma breve y sencilla.-

Ucker: Todos ellos son muy ventajosos, pero sigo pensando que la empresa podría ofrecernos un poco más por los productos.

Dul: Yo también lo pensé, pero no están seguros, aunque soy la empresaria más grande que este país ha conocido, prefieren el lema de tener todo en mano de antemano para demostrar efectividad.

Ucker: ¿No son suficientes las opiniones positivas sobre su empresa exportadora? ¿Qué más necesitan demostrar?

Dul: Yo tampoco lo sé, dudo de mi trabajo o mi competencia son estúpidos. Dijo sinceramente.-

Ucker: Estoy totalmente de acuerdo, pero esperemos de todos modos y quién sabe, tal vez cambien de opinión y nos ofrezcan lo que nos merecemos.

Dul: Dime algo, Uckermann. - Dijo analizándome por unos instantes - Cuando tengas tu propia empresa, ¿a qué querrás dedicarte?

Ucker: Probablemente algo relacionado con la industria, como inversiones, el mercado de valores, cómo investigar a corto plazo, algo así.

Dul: Algún día serás un gran hombre de negocios, Uckermann. - Dijo, parpadeé sorprendido y confundido. -No me mires así, sabes que siempre digo la verdad.

Ucker: Es extraño y muy sospechoso verte elogiar a alguien, especialmente cuando ese alguien soy yo, tal vez hoy sea un día inusual. - digo en tono burlón, ella pone los ojos en blanco.-

Dul: Siempre lleno de gente linda. - Comentó negando con la cabeza - ¿Ya organizaste tu agenda para que podamos viajar la próxima semana?

Ucker: Todo está bien. - declaré sonriendo - Nada puede salir mal.

Dul: Siempre algo puede salir mal, Uckermann. - dijo mirándome, me encogí de hombros. - Bueno, el caso es que quiero cerrar pronto este contrato y deshacerme de esta loca.

Ucker: Yo también, porque no soporto que esta loca me llame todas las mañanas. - Confesé poniendo los ojos en blanco, ella se rió.-

Dul: ¿Quién te dice que exudas un espíritu de picardía y libertinaje? Eso es lo que hace. - Comentó sonriendo un poco.-

Ucker: Deberías sonreír más, jefe, te ves así de bonita. - digo sorprendida de mí misma por haber dicho eso, ella me miró por unos instantes - No tomes a mal lo que dije, solo fue un cumplido.

Dul: Puedes irte a casa, Uckermann, ya es tarde. - Dijo mirando hacia otro lado mientras ordenaba unos papeles.-

Ucker: ¿Podría el jefe hacer la buena acción de llevarme? - pregunté forzando una sonrisa, ella hizo una mueca y me miró - Hoy vine en autobús, mi auto está en reparación, bueno, ya esta hora estaría esperando algo.

Dul: Pero Uckermann abusa cada vez más de mi. - Dijo estrechándole la mano y moviendo la cabeza, sonriendo. - Pero para que veas que no soy tan arpía, te llevaré a casa.

Ucker: Eres el mejor jefe del mundo. - tarareé, entrecerró los ojos analizándome. - Está bien, a veces lo estás.

Dul: Será mejor que mantengas la boca cerrada todo el tiempo, ¿entiendes? Si no, abriré la ventana y te echaré. - Dijo tomando su bolso y unos papeles y pasándolo frente a mí. Le agradecí mentalmente cuando tuve la vista privilegiada de su maravilloso trasero mientras caminaba. Ah, Uckermann, ¿qué camino tan peligroso es éste? -

 Alta tensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora