El autobús que tomé para ir a la universidad era muy pequeño y viejo yo diría que cabrían unas veinte o veinticinco personas. Era de color azul mate y estaba lleno de grafitis coloridos que resaltaban a simple vista. Al montar en él un conductor de cierta edad me miró de arriba a abajo y con cara de desprecio me retiró la mirada. Casi no había hueco en el autobús pero por suerte quedaban dos huecos. Decidida me senté en el asiento. A mi lado había un chico de mi edad y parecía un poco friki. Vestía con una camisa de cuadros verdes y amarillos y llevaba un peto marrón junto con unos zapatos negros de punta afilada. Nada más verme se abalanzó hacia mí y me empezó a atosigar con un montón de preguntas al azar:
-¿Cómo te llamas?¿Qué edad tienes?¿De dónde eres?¿A dónde vas?-me preguntó inquieto-
Yo asustada le contesté:
-Ehh...Soy Elisabeth. Tengo 19 años, soy de esta ciudad y voy a la universidad.
Enseguida el chico me empezó a hablar de su vida:
- Pues mira yo soy Markc, tengo tu misma edad, soy de Castilla y León y también voy a la universidad. Que bien vamos a ir a la misma universidad y puede que incluso a la misma clase.
Al principio me pareció un chico pesado y algo irritante pero poco a poco en la media hora de viaje que teníamos hasta la universidad nos fuimos conociendo y la verdad esque es un chico bastante majo.
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Destinos opuestos
Teen FictionLa historia de una chica que al llegar a la universidad se enfrenta con una serie de problemas incontrolables al contrario que su hermano